Angelique Adam's conoce al Amor.

¡Brindemos!

-Angelique, cariño ¿estás bien?- Dijo mama mirándome inquieta.

-Estoy perfectamente mama- Mentí.

El resto de la cena transcurrió en silencio. Hasta el momento en que todos terminaron.

-Quiero hacer un brindis-Dije levantándome de la mesa con una sonrisa tensa.

Todos se pusieron de pie.

-Brindemos-comencé a decir. Por la vida, por los pequeños detalles, por la familia, por lo que se a jodido, por lo que ya quedo atrás y por lo que viene, por el amor.-Dije alzando el vaso de agua. Todos en la habitación alzaron sus copas y brindaron.

Evalúe la reacción de Vico, me miraba con cariño y fe, papa miraba a mama que tenía lágrimas en los ojos y me estaba dedicando una triste sonrisa mientras la pequeña Judith venia hacia a mi abrazándome una pierna. La alce en brazos y bese su frente.

-No quiero que nunca te mueras Regina- Me dijo mientras me abrazaba por el cuello.

A todos en la habitación les hizo gracia el comentario de la pequeña, incluso a mí me hizo gracia su tierna  imprudencia, pero todos en el fondo sabíamos que eso que anhelaba tanto Judith, podría pasar en cualquier momento, podía morir, podía irme y jamás regresar.

-Bueno-dijo mama adivinando lo que todos estábamos pensando. El doctor Sean ya debería estar aquí. Salió de la mesa y corrió a llamar al doctor por tercera vez en el día.

-Deberíamos subir- Le dije a victoria y le dedique una mirada de complicidad.

Victoria asintio, y se fue detras de mi.