Mi Destino Eres Tú (Yoongi y tu)

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Yoongi cruzó el vestíbulo como un rayo, subió las escaleras y avanzó por el pasillo. Subió el segundo tramo de escaleras y se detuvo frente a la puerta; todo en una décima de segundo. Giró el picaporte y entró sin llamar. T/N estaba delante del armario sosteniendo una percha en cada mano, de las que colgaban sendos vestidos, intentando decidir cuál de ellos ponerse. Envuelta en una toalla blanca y con el pelo mojado sobre los hombros, era una visión hermosa.

No dijo nada, la sonrisa en sus labios lo decía todo. Cerró la puerta de un empujón y avanzó con paso felino hacia ella. La abrazó y la hizo girar en el aire. Sin soltarla la empujó contra la pared y dejó que su cuerpo resbalara contra el suyo. Se apoderó de su boca, aplastándola con su peso. Sus labios presionaron con fuerza los de ella, con vehemencia, como si quisiera fundirla con él. Poco a poco se tornaron más suaves y, con un suspiro, enterró el rostro en su cuello.

Sg: ¡Cómo te he añorado! -susurró con los labios sobre su piel.

T/N se estremeció al sentir su aliento frío. Cerró los ojos y lo abrazó. Todo desapareció de golpe, los muebles, las paredes, el mundo. Solo existía él, el contacto de su piel, su olor; los deseos y las emociones que despertaba dentro de ella. Y entonces lo supo, supo que nada la detendría. Haría cualquier cosa por estar con él para siempre.

-Yo también te he echado de menos -murmuró casi sin aliento.

Yoongi se separó unos centímetros y acarició su cuello con el pulgar.

Sg: Quise venir antes, pero surgieron problemas.

Frunció el ceño. De repente fue consciente de la desnudez de T/N bajo aquella toalla minúscula y se alejó un poco turbado. Recogió los vestidos del suelo y los dejó sobre la cama.

-¿Qué clase de problemas? -preguntó ella.

Yoongi apoyó la espalda contra la columna de madera del dosel y enfundó las manos en los bolsillos de su pantalón.

Sg: No son exactamente problemas, más bien algo con lo que no contaba. Dentro de unos días habrá un baile...

-¿Un baile? -inquirió sin estar convencida de si eso era una buena noticia.

Yoongi asintió.

Sg: Olvidé que este año se cumple otro centenario de la firma del pacto. Mi padre y los miembros del consejo se reúnen para celebrarlo. Aunque, más que una celebración, es la excusa que tiene Vernon para recordarles que deben seguir respetando las leyes. -Hizo una pausa y su expresión se transformó con un atisbo de enojo antes de añadir-: Y que es él quien gobierna y no ellos.

T/N frunció el ceño, pensativa.

-¿Por qué?

Sg: Porque muchos de los miembros del consejo acaban manejando sus territorios con atribuciones que no les corresponden. Olvidando que ellos son súbditos y no señores. Solo existe un señor de los vampiros, y ese es Vernon. Él y sus leyes nos mantienen a salvo de un mundo dominado por los instintos.

T/N lo miró impresionada. El rostro del vampiro apenas aparentaba los veinte años, pero sus ademanes y su forma de expresarse demostraban que provenía de una época muy lejana a la suya; en más de un sentido.

-Quieres decir que tu padre sería como el presidente y esos vampiros su gabinete de gobierno.

Yoongi sonrió por la comparación.

Sg: Algo parecido. Vernon es el rey y ellos los nobles que le ayudan a cuidar de su pueblo. Aconsejan y opinan, pero la última palabra es la de él.

-¡Una monarquía absolutista! ¡Sí, muy democrático! -observó de forma sarcástica.

Él se irguió y la señaló con el dedo sin dejar de sonreír.