13.- ~La sombra de la muerte~

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Críticos y pensadores de todas la tallas a nivel mundial han catalogado a la muerte como un evento genérico en el cual un ser pierde la vida, han intentado deshumanizarla diciéndo que ocurre todo el tiempo

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Críticos y pensadores de todas la tallas a nivel mundial han catalogado a la muerte como un evento genérico en el cual un ser pierde la vida, han intentado deshumanizarla diciéndo que ocurre todo el tiempo. "Es algo natural" argumentan ejemplificando el camino como un ciclo con el fin de uno de los personajes, pero, el problema no está en el ser que se despide, el problema se queda en el plano terrenal; ya que a todos les pesa la sombra de la muerte.

Cathalina Mitchell no dejaba de dar vueltas golpeando con nervios sus tacones en el piso de su habitación, sus pensamientos e imaginación se limitaban obligatoriamente por si misma, pero no dejaban de volar.

De fondo, el caer de la gotas en la ducha del baño la acompañaban.

La ropa de Jaspher ya estaba dentro del armario de la habitación de la princesa gótica de Cherry Hill, era común que pasara noches y días enteros encerrado dentro de la mansión junto a Cathalina.

La chica Mitchell, acariciaba una correa de cuero negro que  había estado portando sobre la muñeca hace días el joven Campbell, misma que tenia grabada una "L" mayúscula con relieve.

En la residencia Parker, Cathalina había revisado las habitaciones del segundo piso a lado de Andrew, con quien halló una chaqueta de cuero negro con la misma sigla en uno de los botones.

Horas después de llegar a la mansión y volver a ver la correa en la muñeca de Jaspher, todo cuadro.

Recordó la primera vez que estuvo con él, recordó sus ojos rojos de tanto llorar, recordó sus puños enrojecidos y recordó como hablo de ella el día que Zach apareció.

Cathalina tenía la sospecha viva creciendo en mente y revoloteando por su sangre, lo iba a  confrontar, pero con el temor de recibir la respuesta menos esperada.

Al dejar de escuchar el agua correr, respiró hondo.

Uno.

La puerta se abrió.

Dos.

Jaspher salió con una toalla enredada a su cadera.

Tres.

Cathalina hablo.— ¿Tienes algo que decirme?

—¿Qué?— pregunto Jaspher sonriendo mientras pasaba una toalla más pequeña por su cabeza.

—Te estoy dando la oportunidad de hablar, ¿Tienes algo que decirme?

Al ver la seriedad en su rostro, Jaspher miro la ropa que traía antes de la ducha revuelta sobre las sábanas de la cama.

—¿Buscas esto?— Le mostró la correa.

El flacuchento la tomó rápidamente y al querer ocultarla se dio cuenta que era demasiado tarde.

Ella sabía.

—¿Por qué?

—No...

—¿¡No!?

Las Brujas MitchellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora