Aprende a controlarte, no asesines a nadie, mantente en tus cabales, no dejes que te domine el brillo de tus ojos.
Controla el movimiento de los objetos a tu alrededor, controla tus interacciones con los demás pero sobre todo... Controla tu cuerpo. Su apariencia debe ser perfecta, tú presentación es lo más importante, tu cabello debe estar arreglado, tus uñas bien cortadas y tu peso en el número adecuado.
No comas de más.
Si hazlo.
No pidas postre.
Si hazlo.
No bebas esa soda.
Si hazlo.
Simon creció bajo la enseñanza de Brad, sin palabras directas pero con miradas certeras.
Costanza ayudo a mantener su cuerpo en balance más de una vez, pero para la chica Moore no era suficiente.
Durante casi una década entera no probó bocado a escondidas, además, mantuvo su vida latente abasteciendose con agua y hielos. Estaba fuera de lo humano que eso pudiera tener éxito, pero así como el apellido Mitchell ponía magia en sus venas, la dotaba de resistencia y habilidades antinaturales que lo hacían posible.
Le faltaban más de diecisiete kilos, pero las sonrisas en su rostro no eran ausentes.
Hasta que fue descubierta, un día en la cena de navidad, con una pequeña bolsa de tela bajo la mesa para vaciar la comida que había en su plato. Andrew la invitó a bailar y acompañar a los demás en el salón grande.
La ensalada era demasiado líquida y cayó a gotas gruesas sobre la alfombra.
Esa noche después de un millón de discusiones y un par de golpes, Andy decidió llevarla al siguiente viaje que su padre les planeara. Cuando esté le expuso la propuesta con destino a Cherry Hill, fue el inicio de todo.
Un año después del insidente de Noche Buena, Simon se despidió de la mansión Moore.
Fue el año más obscuro de su vida, Constanza tenía prohibido ayudarle de forma mágica y a Simon se le supervisaba a la hora de comer.
Los primeros meses vomitaba todo lo que probaba, su estómago sangraba, incluso pensar en la cena la deprimida de forma inimaginable.
Pero era obligada a volver a comer hasta que su cuerpo lo retuviera.
Pensó en rendirse más de una vez, pensó en la muerte, pensó en abandonar esa vida y reconstruir otra, eso y muchos más pensamientos descabellados se cruzaron por su mente.
Pero lo logro, en dos mil diecisiete llegó al pueblo de cerezos con el peso adecuado y una excelente figura. Ya nada le faltaba y ahora no se preocupaba por qué algo le sobrara.
Su cuerpo era el adecuado para ella, su mente estaba cómoda y satisfecha con su físico.
Comenzó a usar la ropa que siempre había querido, aplicó para trabajar en el periódico más popular y ya estaba más cómoda con sigo misma.
Para poder hacerlo Andrew había aprendido un hechizo que borraba las memorias parciales de las personas e hizo su primer intento con su bella doncella. La historia que Simon había escrito sobre su propio libro de vida había sido borrada de por vida de su memoria, sin embargo, las consecuencias y aprendizajes que obtuvo nunca desaparecieron.
Era por eso que la ansiedad se había amplificado dentro de su psique y se activaba en los peores momentos haciéndola actuar de forma sumamente extraña.
*Nota de la autora*
Un capítulo algo corto, pero con fines sinceros. A veces nadie parece escucharme al ofrecer mi ayuda, pero lo hago de corazón. Nadie en este mundo debería pasar un momento difícil en soledad, es por eso que si alguien necesita ayuda o quiere hablar, me pongo a su disposición.
Capitulo dedicado a Wolf_Tomax quien siempre elige y acierta en las mejores canciones, gracias 💛
Gracias por leer.
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Las Brujas Mitchell
FantasyEn el pueblo de Cherry Hill se creó la magia, hace muchos años la familia Mitchell hizo portadores de habilidades especiales a los suyos y a muchos otros humanos. Sin embargo esta no fue bien recibida por lo tanto la sangre real se separó e hizo que...