PARADISE ; Syatt

14. Amor y sorpresas

N/A: Advertencia capítulo +18 por contenido sexual. No busco ofender a nadie así que si eres una persona sensible, estas advertido.

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Sophia P.O.V

El sol de la tarde golpeaba el cuerpo de los adolescentes en la arena, secando las pequeñas gotas de humedad que aún los cubrían. Sophia cerró los ojos y atrajo el cuerpo de Wyatt uniendo el espacio que los separaba. Ese encuentro con la muerte había desatado sensaciones muy nuevas y abrumadoras en ella. Su cuerpo temblaba de miedo y emoción, como si una fuerza mayor controlara sus acciones.

Solo sabía que amaba a Wyatt con todas sus fuerzas y quería estar con el de todas las formas posibles. Quería demostrarle cuanto lo amaba, demostrarle que no soportaría perderlo...

Había arriesgado su vida por ella. La había salvado por segunda vez, anteponiéndola ante todo, protegiéndola como siempre lo había hecho.

Podía notar como el rizado también temblaba y le devolvía el beso con nerviosismo. Las manos de Sophia envolvieron su espalda y sujetaron el botón de sus pantalones. Wyatt se detuvo nuevamente sabiendo a donde los dirigía eso.

-Soph...- susurró casi ineludible en su oreja- ¿Estas segura? No tenemos que...

-Te quiero a ti...- lo cortó la pelirroja contra sus labios, antes que el chico pudiera replicar.

Podía sentir la dureza de Wyatt sobre su vientre y sabía que aunque estaba nervioso, también la deseaba de igual manera. El rizado acarició su mejilla y le dedicó una dulce sonrisa, empezando a repartir besos por su cuello.

Ninguno de los dos necesitaba decir nada, sus cuerpos hablaban por ellos, de la necesidad reprimida, del amor guardado que habían ocultado desde que se conocieron. Nada más importaba, solo ellos y esa conexión tan fuerte que tenían.

Sophia empezó a gemir despacio mientras Wyatt bajaba más allá de su pecho. Las manos de la pelirroja desabrocharon el pantalón del rizado, dejándolo solo en ropa interior. Las hábiles manos de él, buscaron la tira de su sujetador, besando cada peca, cada rincón de piel a su paso. Cuando la pelirroja notó la fina prenda ceder, se sintió demasiado expuesta y apartó la mirada ligeramente avergonzada. No es como si temiera que Wyatt la viera desnuda, pero aún así tenía varias inseguridades respecto a su cuerpo y no podía evitar sentirse nerviosa.

Siempre había sido una niña delgada y sin grandes curvas como las otras chicas de su edad y en realidad nunca le había importado en lo absoluto.

Hasta ese momento...

El rizado notó su cambio repentino de expresión y la besó dulcemente en la frente, obligándola a mirarlo a los ojos.

-Eres hermosa-susurró anonadado- Y no tienes nada de qué avergonzarte, eres perfecta para mí...

Sophia negó con la cabeza y rio por lo bajo más relajada. Se sentía la chica más feliz y afortunada del mundo, compartiendo un momento tan íntimo y especial con su mejor amigo. Los labios del rizado se adueñaron de sus pechos y la pelirroja tembló de placer, disfrutando cada roce sobre su piel expuesta. Poco a poco los besos se volvieron más intensos, hasta que ya no quedaba ningún rincón de sus cuerpos por explorar.

Se despojaron de las últimas prendas que les quedaban y los ojos de la pelirroja se enfocaron en el sudoroso rostro del rizado bajo el sol, acariciando su cabello con suavidad.

-Si te lastimo o quieres que pare, solo dilo está bien?- susurró preocupado.

-Lo prometo- respondió dulcemente, tratando de transmitirle seguridad.