PARADISE ; Syatt

3. El impacto

Sophia P.O.V

Sophia recostó su cuerpo en el asiento reclinable mirando por la ventanilla. Las horas de espera en el aeropuerto habían pasado relativamente rápido. Afortunadamente Wyatt había instalado algunos juegos entretenidos en su celular, incluyendo la nueva versión de Mario Kart; que les resto algunas horas de aburrimiento.

Entre videos de YouTube, comer snacks y ponerse al día con sus vidas, abordaron el vuelo casi al final del día.

Viajar en un avión privado no fue como Sophia esperaba. Aunque era una cabina pequeña se sintió incómodamente extraña al tener tantos asientos vacíos para elegir. El pequeño Russel (apodado así por Wyatt) se había mostrado excesivamente servicial y conversador a lo largo de viaje, cosa que estaba llevando al rizado a los límites de su paciencia.

-Te juro que si vuelve a mencionar la mierda de los exploradores una vez más... -susurró Wyatt en la oreja de Sophia.

-Oigan chicos, ¿ya les dije que soy miembro de los Boys Scouts de América desde el año 2004? Fui líder de tropa para el campamento de Eagle Scouts en un periodo de...

- 35 días en Tahoe Lake, donde ganaste 12 medallas de mérito en supervivencia al aire libre, trabajo en equipo y cuidado del medio ambiente- lo interrumpió Wyatt con voz cansada - Sí, ya no los dijiste más de 3 veces Charlie - Sophia suprimió una risita y toco su brazo divertida intentado calmarlo. Estaba segura que Wyatt estaba a punto de saltar del avión con tal de no escuchar una palabra más de su carismático anfitrión.

-Oh, en serio? No lo había notado- respondió el pelinegro tan feliz como siempre- les decía que fue una de las épocas más aventureras de mi vida y una de las más asquerosas debo decir- rio con fuerza- ¿Ya les conté cuanto tuvimos que comer larvas vivas del tronco de un árbol?

-SI, y no quiero volver escucharlo - exclamó Wyatt molesto, levantándose de su asiento- Voy a tomar una siesta en la parte de atrás- se alejó de ellos rápidamente- Despiértenme cuando lleguemos a Londres.

-Por supuesto Wyatt y recuerda abrochar tu cinturón- le recordó Charlie- La seguridad siempre es primero amigo.

-Si como sea- respondió el rizado antes de perderse en la parte trasera del avión.

Sophia volvió a reír y negó con la cabeza

-Lo siento alguien no está de buen humor- se disculpó con Charlie.

-Oh está bien - respondió el pelinegro- Entiendo que esta no es la situación ideal para ustedes, probablemente desean estar con sus amigos.

-Así es... me pregunto que estarán haciendo ahora - respondió la pelirroja pensativa, imaginando a un Jack hiperactivo saltando en una habitación del hotel. Sus amigos probablemente estaban cenando en algún restaurant lujoso de la ciudad, disfrutando de su tiempo juntos.

-No se preocupen, sea como sea tendrán mucho éxito en su película. Vi la primera parte y nunca había estado tan asustado en mi vida- exclamó suavemente- Incluso más que cuando mi jefe Patrick me obligó a acompañar a esos gemelos diabólicos en el viaje a Chicago. Cinco años y 10 puntadas en mi mano izquierda- recordó mostrándole a Sophia la cicatriz de lo que parecía ser una mordida infantil.

La chica frunció el ceño y abrió los ojos con sorpresa - Oh por Dios eso debió doler - exclamó- tu trabajo debe ser difícil Charlie- rio por lo bajo.

-Bueno no me quejo, hay trabajos peores- respondió el joven con una sonrisa- Ahora me voy, no duden en llamar a Mary o a mi si necesitan algo.

-Claro, gracias

La pelirroja se colocó sus audífonos y cerró los ojos intentando descansar. Perdida en sus pensamientos, escuchó el sonido de una canción aleatoria antes de quedarse dormida.

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Sophia se despertó con el sonido de un golpe estruendoso y la sensación de su estómago saltando de su cuerpo. Podía escuchar los gritos de Mary, la azafata que literalmente volaba por cabina golpeando con fuerza su cuerpo contra los asientos. ¿Qué estaba pasando? Cerró sus ojos tratando de mitigar la presión del aire en su rostro y la sensación insoportable de vértigo. Estaba tan desorientada que no era capaz de sentir terror, solo podía escuchar gritos, tozos de metal rompiéndose y la fuerza bruta de una mano jalándola hacia abajo. Su frente chocó contra sus rodillas bruscamente y soltó un grito de angustia intentado respirar.

-SOPHIA NO TE LEVANTES- le ordenó una voz autoritaria que no pudo identificar. Trató de incorporarse y girar su cuerpo en busca de Wyatt pero la presión sobre ella la aplastaba hasta sofocarla. Sintió que unos brazos la cubrían mientras el aire empezaba a faltarle. No podía ver ni respirar. Voy a morir, voy a morir, voy a morir - pensó desesperada, aferrándose a sus piernas.

El golpe estruendoso del impacto fue lo último que sintió antes de perder la conciencia.