Capitulo N°8

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2 semanas después
Narradora
Llegó el día, el día del baile, y todos el reino contuvo el aliento de la emoción.

- Quiere que yo sea su reina, yo ¿De verdad? - Sonriendo al espejo

- Ajustalo - (xxx) lo ajusta - Sigue - (xxx) lo ajusta - Continúa - (xxx) lo sigue ajustando - Hasta ahí - soltando la respiración

- Divina querida - Mirandose la espejo

- Tu igual -

- Competiremos por la mano de rey, pero que no sea razón para desear nos alguna desdicha. - le hace una señal a (xxx)

- Claro que no hermanita, no me atrevería a envenenarte antes de ir al baile. -

- Ni yo, empujarte fuera del carruaje camino ahí. -

- Ni yo, hacerte tropezar con tu hermoso vestido, cuando lleguemos al palacio. Eso no se hace entre hermanas. -

- Y siempre nos llevará la sangre. -

- Es mejor que el príncipe decida -

- ¿y ustedes como creen que será? -

- Ahh, porque nos debería importa cómo es, es rico como ningún otro. -

- Que no quieren saber más sobre el hombre que probablemente sea su esposo. -

- Claro que no -

- Tal vez cambie de opinión -

- Apuesto a qué jamás haz hablado con un hombre, verdad cara de bola. -

- Un día hable con uno, todo un caballero. -

Se ríe - Un simple sirviente, un aprendiz -

- Era una aprendiz, así es -

- Los hombres son tontos, nuestra mamá lo dice. Es hora de que lo sepas. -

- El primer baile me lo concede, mi lady. - Se ríen y empiezan a bailar

Drizella se pone una corona - No, no - Anastacia le toma la corona - Yo quiero usarla -

- No, yo la quiero -

- No yo - rompen la corona y se ponen a pelear

Narradora
No por primera vez (xxx) sintió pena por esas dos conspiradoras. Que habeces podían ser tan horribles por dentro y por fuera también. Si su Madrastra no iba a mandar a hacer un 4 vestido, entonces (xxx) no vio razón para no tratar de hacer su propio vestido. Además recibió algo de ayuda.

En la noche

- Mis queridas niñas al verlas así confío plenamente en que una va a enganchar al príncipe, tengo a dos orgullosas lleguas en la carrera. Sin duda nadie en el reino podrá opacar a mis hijas - La Madrastra se da vuelta - Cenicienta -

- No le costó nada, era de mi madre, ¿Es lindo verdad? Y lo ajuste yo misma -

- Hola, cenicienta en el baile, ¿Quién quiere a una mucama como esposa? -

- Después de todo lo que yo eh echo -

- No quiero arruinarles nada, no quiero ver al príncipe ni si quiera -

- Ah y no lo harás, porque no hay duda de que no iras. -

- Pero, todas las mujeres del reino están invitadas, por órdenes del rey. -

- Y es el rey que tiene mi mente, solo imaginen el insulto que recibira su majestad si llegase al palacio con esos, sucios andrajos. -

- ¿Andrajos? Eran de mi madre -

La cenicienta (Tom holland y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora