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Sábado, 10:30

Habían pasado tres días de eso, hoy venía Karasuno a Tokyo.

— ¡ya llegan!

Karasuno se bajó del autocar escolar. Había un miembro que a Kenma le parecía igual a Yamamoto, pero con menos pelo.

Al hacer filas, al teñido se le notaba bastante incómodo, por supuesto, socializar no es lo que mejor se le da.

El pequeño del Karasuno y Kenma ya se habían encontrado antes, pero parece que el de pelo anaranjado no noto que Kenma jugaba en el Nekoma.

— Hey, hey, hey... ¿se puede saber que quieres de nuestro colocador?—Dijo Yamamoto con un aire amenazante.

—Eso digo yo, ¿se puede saber qué quieres de nuestro jugador de primero?—Respondió el pelado del Karasuno.

Como Kenma imaginaba, iguales. A los dos les gustaba la manager de Karasuno.

Kuroo parecía sentir cierta rivalidad contra el capitán del Karasuno. Incluso Naoi conocía al entrenador de los cuervos, se notaba que la cosa iba de años atrás.

-- Kuro, ¿que te parecen?—preguntó el teñido a su amigo.

-- Son especiales.

El partido de práctica iba a empezar, y Kuroo dijo lo de siempre:

-- Nosotros somos la sangre, debemos fluir incesantemente y hacer circular el oxígeno, para que funcione bien el cerebro.

-- No hagas estos discursos, dan mucho corte.—Dijo el colocador.

Y así empezó la batalla del basurero.

Kuroo notó que Kenma estaba ganando confianza en el 10 del Karasuno demasiado rápido, y eso no le gustaba

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Kuroo notó que Kenma estaba ganando confianza en el 10 del Karasuno demasiado rápido, y eso no le gustaba. Le sonreía como solía hacer cuando estaban a solas, "Kenma no es así en público", pensaba el mayor.

A todos les sorprendió el súper rápido del 10 y el 9. Y con razón.

Pero Shoyo y Kageyama no eran los únicos que resaltaban. La fuerza del as, y las salvadas del libero. Eran un buen equipo.

—Basta con que frenemos a Shoyo, él es el corazón del ataque.— Kenma ya había planeado algunas estrategias, como siempre.

- ¿Shoyo?- Taketora aún no tenía muy claras las cosas.

-- El número diez, el súper rápido.—Dijo el capitán, no de muy buena manera. 

Inuoka estaba marcando a Hinata fantásticamente, le quedaba poco para alcanzar su ataque a minus tiempo.

La finta de Kenma entró a la perfección. Todos conocían la gran capacidad de analizar la cancha que poseía el teñido. A Kuroo esto le hacía sentir realmente orgulloso.

𝑪𝒂𝒕𝒔 | kurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora