07

19.6K 2.1K 1.1K
                                    

Domingo, 18:35.

— ¿Kuro?— Kenma dio un bostezo, había dormido unas cuantas horas, el partido le había dejado agotado.

— Por fin despiertas.— El mayor había despertado una media hora antes, y se había dedicado a acariciar el pelo del menor y a darle besitos por la cara.

Kuroo le propinó al menor un beso en la frente, que transmitía un claro mensaje de buenos días. El pelinegro se sentó, pues estaba estirado , y Kenma se colocó entre las piernas de su pareja, para que este pudiese abrazarle por la cintura.

Kuroo hundió la cabeza en el cuello de Kenma y le besó. Kozume se sobresaltó y miró sonrojado al capitán. Este soltó una risa al ver la reacción del pequeño.

Kenma fue a la ducha del piso de arriba, y Kuroo a la de abajo. Los dos estaban en pijama y con el cabello mojado. Tetsurō secó rápidamente el suyo, para poder secárselo al oxigenado.

El mayor se sentó en el sofá y y el colocador entre sus piernas, para que Kuroo pudiese secarle el pelo.

Tetsurō sabía perfectamente que al pequeño le encantaba que le tocasen la cabeza, siempre se lo pedía.

Cuando el oxigenado ya tenía el pelo seco, se acurrucó al lado de su novio. Durante todo el tiempo que había pasado, apenas habían hablado, no porque no supiesen de que hacerlo, sino porque no lo veían necesario, estaban disfrutando de sus silencios.

— Te amo, con toda mi puta alma.

— Sí, lo sé.— Respondió el menor, abrazando aún más fuerte a Kuroo.— Yo a ti también, o más.

Tetsurō colocó su mano en la mejilla de Kenma, le pasó un mechón de pelo a detrás de la oreja y le besó.

Lentamente, Kuroo fue empujando con delicadeza a su novio hacia atrás, para quedar sobre él. Tenía las manos a los lados del cuerpo del pequeño, del cual se separó para observar lo extremadamente frágil que se veía, más que de costumbre.

Kenma levantó la mano para acariciarle la mejilla, y este volvió a besarle. Realmente se amaban, se amaban como no se podía amar.

Miércoles, 11:00

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miércoles, 11:00.

Era hora del recreo y Kenma estaba esperando a que Kuroo se pasase a buscarle.

– Kozume-san.– Le llamó una niña de su clase.— ¿Estás saliendo con Kuroo?

— S-sí.

— O sea, a Kuroo le gustan los niños. Increíble, y encima chicos como Kozume.

— Pues claro, ¿tú has visto a este chaval desnudo?— Dijo Tetsurō desde atrás.

— Que mal gusto, pudiendo estar con Akabane-san...— Dijo la amiga de la chica que llamó al oxigenado.

𝑪𝒂𝒕𝒔 | kurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora