CAPÍTULO VEINTIOCHO

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Me cuesta respirar. Y el motivo de esto no es el constante humo de color negro que provoca el fuego a unos metros debajo de nosotros, sino que es causado por el agobiante dolor que me ha consumido en cosa de un par de segundos. El pecho me aprieta y, es gracias a ello, comienzo a respirar de forma superficial y alterada en busca de un poco de oxígeno para mis pulmones que parecen no estar recibiendo el suficiente.

JaeBeom se aproxima hacia a mí con grandes zancadas en medio de mi ataque de ansiedad y me toma por los hombros con firmeza mientras que yo, no puedo dejar de llorar como una niña pequeña y desesperada porque duele; mi pecho duele de una manera que jamás había sentido antes y todo, por no encontrar una solución viable para mantener a la persona que quiero con vida.

— Escúchame bien, Bomi. Tienes que abandonar el edificio — dice remarcando la última oración, inclinándose de manera tal que su rostro, que es capaz de mantener serio y apacible en esta crítica situación, se encuentre a escasos centímetros del mío, haciendo más fácil la tarea de oírlo por sobre todo el bullicio a nuestro alrededor. — Hay que hacerle saber a los bomberos que estás aquí arriba para que te rescaten.

No entiendo cómo él es capaz de mantenerse así cuando yo me estoy cayendo a pedazos frente a sus ojos, pero, sacando fuerza desde algún lugar desconocido, empujo las palabras que mi corazón grita, haciendo a un lado la bola de sentimientos en medio de mi garganta.

— ¡N- No!... ¡Me quedaré contigo! — gimo, sacudiendo mi cabeza de un lado al otro para que el mensaje le quede lo más claro posible. — N- no te de- dejaré solo.

Tensa la mandíbula y baja la cabeza durante una fracción de segundo al encontrarse de lleno con mi terquedad, como si estuviera buscando fuerzas para continuar sin terminar rompiéndose al igual que yo. Cuando vuelve a alzar la mirada, noto cómo su esfuerzo no ha sido suficiente y sus ojos llorosos se encuentran con los míos. Se obliga a sí mismo a formar una sonrisa desganada que mantiene oculto sus dientes y los dedos de sus manos aprietan con más potencia mis hombros, manteniéndolos como un punto de apoyo.

— Bomi, no puedes quedarte aquí conmigo. No puedes morir. Por favor.

— ¡NO! — bramo, soltándome de su agarre para rodear su cintura entre mis brazos y apegarlo a mí todo lo que se me sea posible. Porque lo único que quiero, es sentirlo cerca; es estar con él. — No puedo... ¡No quiero dejarte! ¡Por favor, no me obligues! ¡Te necesito! — digo hipando contra su pecho. Me embriago con su olor, el cual se me hace tan familiar y maravilloso, mientras estrecho su chaleco entre mis manos y cierro los ojos con intensidad, deseando que el incendio mágicamente se apague o que su hechizo se desvanezca y pueda ir conmigo a un lugar seguro.

— Preciosa, po- por favor — Su voz tiembla y escucharlo de esa manera me rompe más el corazón. — Tienes un hermano que te ama, amigos que te estiman, un trabajo y... ¡Serás tía! — Su pecho se hincha cuando inspira hondo. — No puedes abandonar todo eso por mí — Sus brazos me envuelven y sus labios acarician mi cien con ternura sin dejar de hablar. — Sobrevive. Vive y experimenta todo lo que yo jamás podré hacer, aunque el edificio se salve. Vive por mí... Por favor.

Algo húmedo cae en mi mejilla y me doy cuenta de que son las lágrimas del azabache, las cuales ahora se deslizan con rapidez por sus mejillas, dando cuenta de que todo esto le duele tanto como a mí. Tenso los labios, queriendo negarme a su petición, pero flaquean con mi decisión al ver la forma en que su mirada me ruega porque desista de una vez por todas y sobreviva.

Y no quiero hacerlo. No quiero salir de ahí sin él. Porque a pesar de lo que ha mencionado con anterioridad, yo lo quiero a él. Se ha vuelto mi apoyo, mi amigo, mi compañero y mi pareja; y la idea de salir e intentar vivir sin él a mi lado me destroza. Porque durante estos meses me he enamorado de sus bromas, sus palabras de aliento, sus caricias, sus abrazos, sus besos... de él. Y lo necesito o eso, es lo que aclama y llora mi corazón con tanto desconsuelo.

STRANGE BOY » IM JAEBUM ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora