Despierto con JaeBeom aferrado a mí y percibiendo su acompasada respiración gracias al suave vaivén que marca su pecho, motivo por el cual tomo la decisión de no moverme para no terminar perturbando su descanso.
Permanezco quieta en mi lugar, disfrutando de sentir el peso de sus brazos al rodear mi cintura y del calor que emana su cuerpo, el cual se ha ocupado de mantenerme tibia durante toda la noche bajo las mantas de la cama que nos cubren a ambos.
Cierro los ojos y comienzo a rememorar lo sucedido la noche anterior, consiguiendo que mis labios cosquilleen ante el vivido recuerdo de sus besos y que mi estómago se estremezca de los nervios y la alegría. Todo es felicidad y corazones rojos hasta que sus palabras resuenan otra vez en mi cabeza, creando un vacío que borra la estúpida sonrisa que se ha formado, sin siquiera darme cuenta, en mi boca y que ahoga a todas esas estúpidas mariposas que decidieron revolotear en mi estómago.
«No tenemos ningún tipo de futuro juntos, Bomi»
JaeBeom me ha rechazado luego de haberme besado.
Mis ojos se pierden en la pared frente a mí y me acomodo con cuidado entre sus brazos, en los que parezco ser muy bien recibida, mientras tanto le doy vueltas a la situación en la que me he sumido.
Comprendo los argumentos de JaeBeom, pero no soy capaz de compartir su mentalidad. No quiero quedarme como una simple amiga/roommate. Quiero más que eso, pero él parece no estar dispuesto a dármelo. No con su situación actual, en la que se siente como un lastre al no poder hacer de mucha ayuda a pesar de que le diga lo contrario.
¿De verdad sería capaz de cansarme de esto con el tiempo?
Anoche dije que no sin pensarlo mucho, sin embargo, ahora que me tomo el tiempo para reflexionarlo con la cabeza fría, no estoy cien por ciento segura de ello.
«Tiene que haber una solución...» Pienso, suspirando y comenzado a sospesar la idea de buscar en internet algún mago para que venga a ayudar o, simplemente, acerca del tema en sí. De instruirme lo mejor que se me sea posible en este extraño territorio para así, tal vez, encontrar una manera de revertir su maldición y poder tener ese futuro a su lado que JaeBeom ve tan imposible.
Estoy planeando lo que debo hacer y cómo debo hacerlo, tendiendo en claro que Im no puede enterarse de lo que voy a hacer, cuando mi teléfono móvil vibra en la mesa de noche.
Con sutiliza estiro mi brazo izquierdo y tomo el aparato. Lo desbloqueo, dándome cuenta que tiene diez por ciento de batería, y abro el chat que tengo con YuGyeom, el remitente de los últimos mensajes que he recibido.
YuGyeom
¡Buenos días, Bomi!
Me alegro mucho de que hayas llegado bien anoche.
Lamento no haberte respondido antes. Caí rendido y hace poco desperté.
Adquiriendo una posición más cómoda, y silenciado mi móvil para que al teclear este no suene, me dedico a responderle, un poco extrañada con su atención.
Bomi
¡Buenos díaaaaas!
No te preocupes por eso. Yo también quedé K.O. apenas toqué la almohada.
— ¿Nuevo amigo? — Su voz, en un susurro somnoliento, se filtra por mi cavidad auditiva tomándome por sorpresa y consiguiendo que el móvil se me resbale de entre las manos. El vello de mi nuca se eriza al sentir su aliento golpear mi cuello y profiero una maldición cuando escucho caer mi teléfono contra el piso de madera flotante en un ruido sordo. Agradezco mentalmente el haberle comprado una carcasa apenas lo adquirí, porque de otra manera la pantalla estaría hecha pedazos desde hace rato. Le doy un pequeño codazo a JaeBeom a modo de queja por lo sucedido. — ¡Yah! ¿Por qué me golpeas si tú lo has tirado?
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STRANGE BOY » IM JAEBUM ✔
FanficBomi se muda a un nuevo e increíble departamento en busca de escapar de sus controladores padres. Ella, consciente de los rumores que rondan alrededor del departamento, decide rentarlo de todos modos, incapaz de preever las cosas que traerá consigo...