Brother

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Pov. Jungkook

Necesito un jodido cigarrillo en este momento. Luego de una pesadilla suelo rodar por la cama con las luces encendidas. En la correccional todo era diferente, tan solo me volvía loco contando hasta dos mil con los ojos cerrador y los oídos tapados.

Esta es la primera vez que respiro aire fresco luego de una pesadilla. La campanilla de la tienda suena cuando las personas entran y salen, mi cuello está adolorido de mirar cada vez que eso sucede, pero Jimin parece haberse quedado a vivir ahí dentro.

Sentado en el borde de la vereda golpeo mis rodillas de manera nerviosa. Hace una agradable ventisca, es soportable con el hoodie que llevo, pero cuando la campanilla vuelve a sonar, esta vez es Jimin quien sale por la puerta, en su boca sostiene una piruleta y su mano está aferrada a una bolsa blanca.

–¿Esperaste mucho?

Me encojo de hombros. Dios, debe estar congelándose, apenas lleva unos short deportivos sobre la rodilla y esa camiseta estirada. Pero no sé cómo decirle que puede utilizarme para entrar en calor. Me gustaría darle mi abrigo, luego el temor de que me rechace o de que se marche me convierte en un idiota sin remedio.

–Vamos– su sonrisa deja a la vista el pequeño diente torcido y las arrugas que se forman a los lados de sus ojos–, conozco un buen lugar, pero debemos hacer silencio.

¿Silencio...?

Su mano congelada atrapa la mía y me lleva con él calle abajo. Se siente extraño,  incluso sus dedos deslizándose entre los míos es paralizante. Nunca habíamos hecho esto, cuando iba por la calle siempre veía hermanos tomados de las manos, niños pequeños riendo entre sí. Nosotros nunca hicimos esas cosas. Nosotros nunca tuvimos una relación de hermanos.

Sé que camino estamos tomando, pero no sé dónde estamos yendo. Su pequeña mano aprieta mis dedos de vez en cuando, y yo sigo temblando. Sigo queriendo que el día llegue y la noche se termine, justo como cuando era un niño. Entonces sus pasos se detienen abruptamente y veo que no hemos pasado de largo su universidad.

–¿Me trajiste a estudiar?– pregunto y su ceño se frunce.

–No eres gracioso. Es el único lugar en el que pude pensar– su mano intenta soltarme pero la sujeto con fuerza y le veo mirar nuestros dedos hasta fingir una sonreír–, a-además hay calefacción.

Carraspeo, mis ojos concentrados en los alrededores. Es un gran campus con caminos decorados de árboles y zonas para estudiantes. Jimin sigue de largo por el edificio principal hasta detenerse frente a una gran... ¿Capilla?

–Jimin, no sé rezar.

–Cierra la boca, mocoso. Es la biblioteca– le observo mirar debajo de las placas doradas que están contra la pared, hasta sacar una pequeña llave–, La abuelita de Taehyung nos deja estudiar aquí hasta tarde. ¡Vamos, entra antes de que se me congele el trasero!

Es un gran lugar, mucho más grande que la biblioteca de mi propia universidad. Tiene ese ambiente añejo, una sensación como si estuviese vagando por un museo. Supongo que eso son las bibliotecas, un museo de historias.

Jimin avanza delante de mí, la bolsa en su mano se balancea constantemente, y estoy demasiado ocupado viendo las altas repisas para notar que ha encendido dos lámparas de las miles que reposan sobre las largas mesas.

Cuando me acerco él ya ha tomado asiento en uno de los sillones antiguos donde parece hundirse, las piernas contra el pecho y los pies ahora descalzos. Le miro despacio al sentarme en uno de los sillones cercanos y Jimin hace rodar por el suelo una lata de gaseosa que choca contra mi pie.

ANIMALS ~ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora