Rare

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Pov. JungKook

Las personas siempre mienten. Desde que tengo memoria me han dicho al menos una mentira por día.

Las personas siempre odian a los que se mantienen alejados de las conversaciones, de las fiestas... y de las demás personas. Pero es más sencillo mantenerse alejado, por lo menos de esa forma no hay mentiras.

Siempre he odiado las mentiras. Ahora, me estoy mintiendo a mí mismo.

Lo primero que veo al abrir los ojos es a un gato negro que me mira con recelo. Sus ojos verdes están fijos en los míos desde el suelo. Me desperezo en el pequeño sofá de Jimim e intento estirar las piernas sin tirar la mesita que hay a un lado.

Huele a panqueques y café. Por la forma en que el cielo sigue algo oscurecido supongo que apenas acaba de amanecer. Soy un buen amigo de las mañanas, por lo menos en estas mi cerebro funciona lento y no me agobian los pensamientos.

–¡Jimin, despertó!

Maldición.

Mi cuerpo se yergue cuando toco el suelo con los pies. Hay un hombre sentado frente a la mesa, tiene un tenedor en la mano y bebe una taza humeante de café con la otra. Ja, es un alfa, de eso no hay duda alguna. Cuando estaba encerrado en esa celda aprendí algunas cosas, por ejemplo, el olor de un alfa se vuelve peor cuando hay otro alfa cerca de algo que piensa como de su "propiedad".

Es tan pálido como un fantasma. Cómicamente es aún más flacucho que Jimin y tiene un rostro pequeño. No luce como un alfa, huele como uno y actúa como tal pero podría aplastarlo... entonces, Jimin me detestaría.

¿Quiero que me odie? ¿O que no me odie?

Maldita sea.

–Ven a desayunar– Jimin sale de la cocina con una sonrisa en su rostro, veo la manera en que su mano acaricia el hombro del alfa y luego, pone un plato en el lado izquierdo de la mesa–. Vamos, Jungkook, mi café es el mejor.

–No suelo desayunar.

Me pongo mi camiseta y me ato el hoodie a la cadera. Mis botas son fáciles de poner. El gato está erizado, parece que no le agrado, quizas se debe a que a su dueño tampoco le agrado, o eso demuestra la forma posesiva en que mantiene la mano de Jimin entre la suya.

Le aprieta el anillo de plata, como si dijese que dentro de poco será su alfa.

No voy a mentir, como dije, odio las mentiras, así que admitiré que me divierte descubrir que no hay rastro de su esencia en Jimin, no existe una marca que los una para siempre. Ese tipo parece ser bueno en dejar claro que no le gusta mi presencia. Solo con ver a Jimin acercarse a mí para arreglar mi ropa arrugada, a él se le forman un par de arrugas en la frente.

Y Jimin es pequeño delante de mí, no parece darse cuenta de lo que sucede, de la manera en que dos alfas están reclamando territorio sobre él. No le quiero de la misma forma que ese hombre... no puedo quererle de esa forma, en realidad, siento un desagrado y un odio que me carcome el cerebro como un parasito. Jimin es ese gusano de seda que habita en mí, siento la necesidad de algo... de él, pero no hay buenos sentimientos. Es una mierda sin sentido.

Pero sus ojos se arrugan al sonreír y mi mandíbula se tensa. ¿Por qué sonríes de esa manera hacia mí?

–Se te hará tarde, Jimin– dice ese tipo y la sonrisa de Jimin va hacia él. Mis puños se aprietan.

–Tienes razón, Taemin me asesinará si le dejo solo con la presentación. ¡Zen, no duermas sobre mis notas!

Suelta de a poco mi camiseta y toma sus cosas, también se pone un gorro azul de lana cubriéndose los mechones claros.

ANIMALS ~ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora