Un gran problema

786 82 46
                                    


Un beso, fue más que suficiente para decirse todo sin palabra alguna, ambos disfrutaron del sabor del otro, y de ese hermoso hormigueo en ellos. Sentían algo tremendamente cálido en el pecho y como corrientes eléctricas corrían por su cuerpo, el mundo, el universo, el tiempo se detuvo para ellos, como si no existiera nada ni nadie, más que ellos.

Se separaron por falta de aire, ambos se miraron, estaban rojos y sus respiraciones un poco agitadas, pero sonrieron y volvieron a unir sus bocas, un beso más dulce, más tierno, y más corto.

-¿Y ahora? –Pregunto Sakura mientras lo veía con una sonrisa que emanaba alegría, amor y cariño.

-Pues ahora eres mi novia ¿No? –Dijo con picardía.

-Jamás me preguntaste si quería ser tu novia. –Dijo para picarlo.

-¡¿Qué?! ¿Tengo que preguntarlo?

-Tu qué crees. –Dijo cruzándose de brazos y haciendo un lindo y adorable puchero. -¿Es que acaso no lo merezco?

-Maldita. –Susurro. –Hatake Haruno Sakura. –Dijo con voz firme y fuerte mientras la veía a los ojos. –Me aceptas a mí Kurosaki Ichigo como tu novio oficial a partir de este momento.

-Claro que te acepto como mi novio, Kurosaki Ichigo. –Dijo con una sonrisa, ya que estaba muy enternecida por la propuesta de su ahora novio.

Ichigo suspiro y dijo. –No puedo creer que soy novio de una salvaje como tú.

-¡¿Cómo me llamaste, Idiota?! –Grito mientras le pegaba en el hombro haciéndolo  reír.

-¡¿Vez?! Eres una bestia, mas bestia que el perro que tienes.

-¡Oye!

Ambos salieron de la rueda de la fortuna, y discretamente se tomaron de la mano, ya lo habían hecho antes, pero ahora tenía un significado más importante para ellos.

-¿Y ahora a dónde vamos? –Le pregunto la chica.

-Tiro al blanco. –Dijo mientras llevaba a la chica hacía allá.

-Si! Yo quiero premios. –Dijo emocionada.

Una vez que llegaron al juego, Ichigo pago para veinte tiros.

-¡¿Tantos?!

-Tú confía en mí, tonta. –Dijo mientras revolvía el cabello.

Sakura sonrío. –Tonto tú, Baka.

-No me distraigas chicle, esto apenas empieza.

Sakura observaba como Ichigo estaba tirando a los patos, como si su vida dependiera de ello, tiraba y tiraba, y no fallaba ningún tiro, todos los que estaban en el juegos, se quedaron estupefactos al ver la destreza del chico mientras ellos no tiraban ni un jodido pato. La chica no sabía si reír o llorar, las caras de Ichigo estaban para partirse de risa y de la vergüenza, pero aun así no podía negar que el maldito tenía muy buena puntería. Después de que acabo todos no dudaron en aplaudirle.

-Ese es mi novio. –Susurro Sakura para que solo Ichigo la oyera, este al escuchar sonrío.

-Bien joven. –Hablo el encargado del puesto. –Elija su premio.

-Quiero ese. –Dijo señalando un enorme oso de color blanco que tenía en su pecho un corazón.

-¡Nooo! –Chilló otro joven que al parecer quería el mismo premio, pero su puntaje no era nada bueno.

-Aquí tiene. –Dijo dándoselo.

Sakura miraba maravillada el oso, ella amaba los osos, su pijama era de osos, sus pantuflas eran de osos, todo para ella eran osos.  

Dos almas, un mismo camino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora