Dos almas, un mismo camino.

Soledad

~ Soledad ~

Hace unos momentos mi padre, el sombrerero y la morena nos dijeron la verdad, lo que somos lo que son ellos y lo que paso con la familia de la chicle. Yuzu esta imparable está llorando a todo pulmón, tanto mi hermana como mi padre y yo hemos hecho de todo para que pare pero no.

-Sakura-chan ha estado sola todo este tiempo. –Dijo entre sollozos y empezó a llorar más fuerte.

-Yuzu por favor cálmate, Sakura-chan es fuerte y es feliz. –Trato de animarla mi padre

-Viejo con que hagas caras raras no vas a animar a Yuzu. –Dijo Karin con un tic en la ceja al ver a nuestro “querido” padre haciendo pendejadas como de costumbre

-¡Hay mis hijos no me quieren!

-Sakura-chan se debe de sentir muy sola. –Hablo Yuzu mientras trataba de secarse las lágrimas pero fue en vano porque volvió a llorar.

-Yuzu, que te parece si hacemos hasta lo imposible para que Sakura no se sienta sola. –Le dije mientras ella me veía y lo que dije resulto contraproducente porque lloro aún más ¿Es que mi hermana está hecha de agua?

Entonces la puerta de la tienda se abrió y los dos niños que habían salido con la chicle entraron junto con la bestia, llevaban unas grandes bolsas de mandado y el pelirojo estaba muy enojado, lo digo por su súper ceño fruncido y sus tics en el rostro.

Entonces la chicle entro, yo no sabía ni como mirarla así que desvié la mirada rápidamente. Ahora puedo entender el porqué de su carácter, de su soledad, de lo difícil que se le hizo establecer conversación con mis amigos, y el porqué de sus escasas sonrisas.

Vi como ella al ver a Yuzu llorando, prácticamente corrió a mi padre y abrazo a mí hermana por detrás.

-¿Sabes? –Le dijo Sakura a Yuzu, y ella abrió los ojos por la sorpresa. –Te vez mucho más linda y hermosa cuando no lloras.

-Sakura-chan. –Dijo mi hermana mientras se daba la vuelta y abrasaba a la rosada, Sakura al instante la cargo y sonrío.

-Vamos deja de llorar Yuzu. Si sigues llorando ¿Quién me va a ayudar a hacer la cena? –Le pregunto

Yuzu poco a poco dejo de llorar pero seguía abrazada a Sakura. Sakura vio a mi padre y este asintió, ella solamente suspiro y seguía meciendo a Yuzu como si fuera una niña chiquita, vi que se percató de la mirada triste de Karin y ella le sonrió con una sonrisa sincera y enorme que muy pocas veces da.

-¿Ya estas mejor? –Le pregunto mientras acariciaba sus cabellos ¿Cómo puede ser como una madre esta mujer? Valla si así es con mis hermanas no quiero imaginar cómo va a ser con sus hijos.

-Sí. –Dijo con un asentimiento

-Bien. –Dijo Sakura mientras la bajaba. –Mocoso. –Dijo mirando al peli rojo

-¡Que no me digas mocoso maldita anciana! –Le grito el chamaco

-¡Anciana tu abuela escuincle! –Dijo esta mientras le soltaba un coscorrón. -¿Ya llevaron las cosas a la cocina?

-Si patrón –Dijo con sarcasmo

-Muy bien ¿Qué quieren para cenar? –Nos preguntó a todos

- Yakiniku

-Takoyaki. –Contestaron Urahara y Yuroichi al mismo tiempo

-Pollo con papas. –Dijo mi padre ¿Es enserio? Maldita bola de glotones