Dos almas, un mismo camino.

Isshin Kurosaki

-Papá! –Gritaron los 2 hermanos al ver como su padre daba duro contra el frío suelo gracias al desmayo, Sakura quien antes sonreía con arrogancia, se puso más seria de lo normal y se acercó a donde estaban esos dos.

-Yuzu trae un poco de alcohol –Le ordenó Ichigo a su hermana

-Hai –Dijo la chica y Salió corriendo, al poco rato llego la pequeña con un frasco de alcohol, su papá ya estaba arriba de un sofá, ella de inmediato le dio el alcohol a su hermano, el con rapidez lo abrió y se lo acerco a la nariz a su padre, después de unos minutos el señor empezó a despertar poco a poco, una vez que ya estuvo consiente se sentó.

-Mmm…. –Dijo mientras agarraba su cabeza, una vez que recordó lo sucedido empezó a buscar con desesperación una mata rosada y la encontró en un rincón de la casa recargada en una pared con los ojos cerrados y los brazos cruzados, al lado de ella una enorme Akita de color negro.

-Papá estas bien? –Pregunto preocupada la pequeña Yuzu, pero su padre simplemente la ignoro, o más bien dicho no la escucho, ya que sus ojos estaban totalmente posados en la chica.

-Viejo? –Lo llamo Ichigo pero aún seguía viendo a la chica. La misma estatura, el mismo color de piel, la misma figura y sobre todo el mismo color de cabello. Rosa. Largo, brillante, lacio pero con las puntas onduladas. Pero es imposible.

-¿Hana? –Pregunto el hombre, Ichigo siguió el paradero de sus ojos, y miro con incredulidad a Sakura ¿Por qué su padre se desmayó cuando la vio? ¿Por qué la llama Hana? ¿Acaso la conoce?. Sakura abrió sus ojos y se posaron en los de Isshin -¿Hana eres tú?

-Lamento decepcionarlo –Dijo la chica –Mi nombre es Sakura Haruno –Entonces el Kurosaki mayor lo noto. Sus ojos no eran como los de ella. Los ojos de Hana eran color miel, tan llenos de brillo, se podía distinguir claramente el amor en ellos, unos ojos tan profundos que brindaban paz y tranquilidad con tan solo mirarlos. Los ojos de esta chica eran verdes jade, un color hermoso cuando no están opacados, su mirada era totalmente afilada, llena de frialdad, el odio se puede distinguir a miles de kilómetros de distancia, dan miedo y es prácticamente imposible sostenerle la mirada.

-¿Sakura Haruno? –Pregunto el hombre, ella solo asintió con la cabeza, entonces callo en cuenta. Los ojos de esa muchacha eran jades igual que los de cierto peli plata que conoció, ¿Haruno? Ahora todas las cosas concordaban y encajaban a la perfección, el increíble parecido con Hana, los ojos de Kakashi, el apellido de Hana era lógico. Sin previo aviso la recordó, el día en que sus 2 mejores amigos murieron, allí estaba ella solo que 13 años antes, cuando era una niña, ahí estaba aferrada al cuerpo de su padre, llorando desconsoladamente, con una hermoso cachorro negro que ahora ya estaba mucho más grande al igual que esa niña que ya era toda una mujer.

-Viejo ¿Estas bien? –Pregunto Ichigo preocupado al ver como su padre iba perdiendo el color de apoco.

-Si solamente la confundí con otra persona –Dijo respondiendo la pregunta de su hijo.

-¿Quién es esa tal Hana? –Pregunto Yuzu, su padre estaba tremendamente serio , jamás lo había visto así, y lo peor es que se puso de esa manera por un simple recuerdo.

-Mi madre –Yuzu e Ichigo voltearon a ver a la peli rosada.

-¿Mi padre y tú madre se conocen?

-Sí. –Contesto Isshin –Fuimos muy bueno amigos.

-Sobre todo –Dijo la peli rosa con ironía

-Ya no son amigos? –Pregunto Yuzu

-Mmm bueno ella –Iba a seguir pero fue interrumpido por la joven