Dos almas, un mismo camino.

Odio, Dolor, Arrepentimiento, Dolor, Felicidad, Calma.~

-¿Zanpaku-to del infierno? –Pregunto incrédula Yuroichi

-¿Qué significa eso? –Pregunto Ichigo que no entendía ni una mierda de lo hablaban, el solo veía una jodida katana.

-Hay dos opciones. –Dijo Urahara. –Una: Sakura en vez de ser shinigami es una especie de Hollow. Dos: No hay un lazo de confianza de parte de la Zanpaku-to y de Sakura.

-Sigo sin entender. –Dijo el naranja mientras se sentaba en el suelo y se cruzaba de brazos.

Sakura suspiro y se sentó al lado del chico. –En pocas palabras mi espada, a la primer persona que quiere matar es a mí.

Ichigo reflexiono eso por un minuto, al encontrarse con su espada sintió que podía confiar en ese hombre, al parecer Sakura es un caso diferente. No le extrañaba Sakura es … rara.

-¿Puedo ver tu espada? –Dijo Urahara

Sakura de mala gana agarro su katana y se la lanzo. Inmediatamente Urahara la tomo, era una katana normal, pero el olor a peligro nadie se lo quitaba, de pronto comenzó a sentir un ardor increíblemente fuerte en la palma de su mano, la cual sostenía la espada que el portaba. Miro impresionado como la katana desprendía un vapor rojo, decir que estaba fascinado era poco, con lo que realmente le ocurría.

Soltó la katana de golpe al no poder soportar el dolor, todos lo miraban incrédulos, ya que estaba saltando como si fuera un niño pequeño, mientras sacudía su mano.

-¿Te quemo? –Se burló la pelirosa al ver la cara de sufrimiento del hombre.

-Maldita. –Susurro. –Eres la puta copia de tu padre ¡Pero te pareces a tu madre! ¡Dios me odia más que a nadie en este jodido mundo!

-Creo que me odia más a mi. –Dijo la chica mientras miraba al cielo. –Primero me deja sin familia y ahora me da una jodida espada que me quiere matar.   Esto es una estafa.

-Podría ser un empate. A mí me quita al jodido amor de mi vida y luego sale alguien idéntica a ella pero que en personalidad es como el bastardo de su padre.

-Empate. –Dijo la rosada. –Solo porque te hago sufrir más de la cuenta.

Ichigo miro a Sakura, ella estaba tratando de bromear eso lo tenía claro, pero aunque haya logrado hacer reír a Yuroichi y sacarle un sonrisa a él, aún no lo logra, no logra estar en paz con su pasado y eso lo podía notar. Ella le explico que tú tienes una conexión de sangre y alma con tu Zanpaku-to, un lazo de confianza indestructible, pero, entonces ¿Por qué ella no? ¿Será ella la que no acepta su espada? ¿Sera que su odio hacia los shinigamis es tan grande que se odia a ella misma por el simple hecho de sur una?

Ichigo miro de reojo a su amiga rosada. Se veía tremendamente guapa con esas ropas raras, pero también re veía terriblemente triste, y eso es algo que aunque nadie lo notara él lo veía perfectamente bien.

-Bueno. –Hablo la chica. –Creo que será mejor que el idiota de Kurosaki y yo vallamos a comer algo, ya que no hemos comido en tres días.

Y justo en ese momento el estómago de Ichigo rugió confirmando la teoría de la chica.

Cuando nuevamente entraron a sus cuerpos, sin dudarlo fueron a comer algo.

Estábamos caminando tranquilamente rumbo a mi casa, Sakura su bestia y yo, Sakura llevaba una pequeña maleta, ya que prácticamente vivía con nosotros, tanto ella y su perro no salín de mi hogar, la verdad es que no me molestaba en lo más mínimo su presencia, es como si formara parte de mi familia.