Prólogo

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No lograba conciliar el sueño, hacia casi tres horas que había despertado y sentía que en el tiempo transcurrido no pudo resolver nada de lo que rondaba por su mente; Elsa. Acostado junto a ella estaba durmiendo su futuro esposo a los ronquidos, disfrutando del pesado sueño que siempre tenía, y ahora Anna también lo estaba disfrutando porque así no escucharía sus suspiros y los quejidos que intentaba reprimir para no romper en llanto. No entendía qué era lo que había cambiado tanto en el poco tiempo transcurrido, ya que nunca había visto a su hermana como algo más allá de eso, pero ¿por qué ahora que se enteró que no compartían nada de sangre, sí? Pero entonces sus palabras invadían más seguido sus pensamientos "Nada cambió, seguimos siento familia", pero entre más fuerte abrazaba sus piernas, más fuerte sonaba aquella voz en su cabeza.

Volvió a mirar por el enorme ventanal de su alcoba donde, del otro lado, a muchos kilómetros de distancia, estaba la luna acompañando a todo aquel que se sintiera como Anna esa noche, triste y sin entender sus propios sentimientos. Se quedó así unas horas más, disfrutando de tan hermosa y silenciosa compañía, sintiendo a cada segundo un poco más de paz y notando cómo su corazón se lograba calmar a tal punto de ya no sentir ese vacío en su pecho. Sonrió y pensó que luego se ocuparía de todo eso que le quitaba en sueño y, algunas veces, las energías.

Secretos del pasado [Elsanna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora