Capítulo 8: ¿Dónde está el amor?

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Era el último día de viaje para llegar a destino, el Bosque del Norte, pasando las montañas y también el palacio de hielo que había construido tres años atrás. Elsa estaba más nerviosa que antes y Anna empezaba a dudar de que pudiera calmarla, pero claro que la princesa no se quedaba atrás. Por más que estuviera poniendo todo su esfuerzo en comprender la situación, la realidad era que por dentro todo lo que estaba pasando la estaba matando lentamente al ignorar la tristeza que sentía, puesto que no dejaba de preguntarse qué sucedería de ahí en adelante y guardarse todo eso, más los sentimientos que crecían hacia Elsa, le generaba enojo y en cualquier momento desatarían un desequilibrio emocional.

Observaba cómo la rubia caminaba de un lado para el otro, probablemente pensando en el siguiente movimiento que darían. Se sintió ajena a todo, como si estuviera presenciando el momento desde muy lejos y como si solo su alma estuviera presente. A veces le gustaba desconectarse un poco de todo y observar las cosas desde fuera, viendo desde las cosas grandes hasta las pequeñas que sucedían a su alrededor, de esa manera había descubierto varias cosas de Elsa. Como los movimientos de mano que hacía al estar nerviosa, calma, o la sonrisa que mantenía para nada forzada cuando estaba realmente feliz.

—Disculpa que me meta, pero, ¿no crees que deberías decirle?

Anna no volteó a verle la cara, ya que sabía que se trataba de Jacqueline. No podía despegar sus ojos de la elegante rubia que hablaba con las pocas cinco personas de las tropas que habían ido con ellas en aquella aventura. Tampoco se sorprendió de la pregunta, entendiendo de inmediato a lo que se refería.

—No puedo Jac, ya lo hablamos más de una vez—se encogió de hombros, dejando ver esa mirada triste que tenía, tal vez también algo nostálgica.

Le dolía no tener casi recuerdos con Elsa, los que predominaban en su mente eran momentos como ese: observándola de lejos y admirándola en silencio, claro, esos solo aparecieron cuando salió de su encierro. Quería amarla sin que ella se prohibiera hacerlo también, pero ahora empezaba a dudar de que eso suceda en el viaje con tan poco trayecto que les quedaba. Al parecer el viaje no ayudaría en nada a que mejore su relación, y, lamentablemente, ahora la sentía más estancada que nunca. Le daba impotencia tenerla tan cerca y ni siquiera poder comunicarse con ella por lo diferentes que eran, generando peleas con los desacuerdos que realmente nunca resolvían, solo los dejaban pasar, y Elsa también dejaba pasar los sentimientos que estaban creciendo dentro de ella hacia la princesa, pero qué inconsciente era al hacerlo.

—Solo...—hizo una pausa, dudando de lo que diría, arrepintiéndose de antemano de no ir hacia la rubia y encararla de una vez por todas para que ambas se hagan cargo de todo lo que debían. —quiero disfrutarla cuanto más pueda, porque no creo que sea mucho tiempo más—todos en el reino sabían lo extremista que eran ambas mujeres, les encantaba llevar todo al límite y siempre imaginarse lo peor para que cuando suceda estén preparadas, pero lo que a Anna le costaba de hacer todo eso era separar sus sentimientos y era algo que Jacqueline se estaba empezando a dar cuenta.

Por primera vez en mucho tiempo la morena no tuvo una respuesta para dar, sintiéndose confundida y preguntándose si lo que la Princesa Anna decía era verdad, ¿será que luego de todo eso Arendelle cambiaría? Y, tal vez más interesante aun, la historia de su familia.

La amaba y Elsa era muy consciente de eso, como también los sentimientos de amor que ambas compartían, una los escuchaba menos y la otra un poco más, generando de esta forma un desencuentro que ninguna veía. A Elsa le fascinaban los brazos de Anna y la paz que estos transmitían, especialmente todas las energías que le transmitieron durante la noche anterior, dejando su mente tan calma que el efecto permaneció hasta el día siguiente.

—Jac, ¿me la prestarías un minuto? —la rubia sonrió ante las expresiones de confusión que mantuvieron ambas mujeres, y le agradeció una vez que asintió con la cabeza.

Secretos del pasado [Elsanna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora