LENA PARTE FINAL

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Resignada a lo que era su vida, Lena regreso a Boston para sus primeros días de universidad, el otoño en estados unidos no era tan diferente al de Austria asique le agrado caminar tarde tras tarde por los caminos bañados de hojas rojas, naranjas y amarillas.

Con el tiempo y pese a los controles de Allan ella encontró el modo de escapar por las noches para pasar unas horas en un club que le recordaba al de casa, allí había intentado hacer un par de amigos pero en cuanto decía que iba a Harvard sin una beca de por medio comenzaban a tratarla diferente asique simplemente había aprendido a ocultar aquella información y desarrollo una vida ficticia en la que solo era una chica viviendo y trabajando en la ciudad.

Lena pese a los amigos que iba acumulando seguía sintiéndose sola y vacía pero disfrutaba las fiestas, ya fuesen en aquel club o las ofrecidas en las fraternidades donde se había vuelto popular por su belleza; una noche tras un par de tragos demás estaba bailando de lo más divertida con el grupo de amigos que había hecho dentro la fraternidad que ofrecía aquella fiesta cuando entre el gentío un hermoso hombre de cabello verde llamó su atención, su ropa era la del típico metalero thrash lo que era raro pues gente de su tipo no solían asistir ese tipo de fiestas pijas; inhibida por el alcohol se acercó a él con una sonrisa coqueta que el también le había devuelto, con el juicio nublado de buenas a primeras lo beso después de bailarle sensualmente, el joven no dudo en responder a las provocaciones de la sexy pelirroja que la mitad de asistentes masculinos ya habían intentado ligar sin éxito. 

Lena  jamás supo su nombre y él tampoco supo el suyo pero ella recordaba cómo se había sentido mientras él estaba entre sus piernas jadeando y gimiendo dentro de una de las habitaciones desordenadas del segundo piso, definitivamente no había sido una experiencia agradable por lo que decidió no repetirla, o al menos nunca jamás con un hombre parecido a Blaz porque la decepción de que realmente no fuese él era devastadora y aunque  con los años hubieron un par de hombres más con los que se había acostado por pura soledad, Allan solía hacer un gran alboroto siempre que lo hacía así que prefería evitarse problemas de cualquier tipo con su controlador niñero que siempre estaba pendiente de cada maldito aspecto de su jodida vida. Su padre venía a verla esporádicamente cuando estaba en el país y aunque ella prefería evitarlo, era básicamente imposible escapar de él y sus estúpidas cenas de negocios a las que la llevaba a exhibir como si fuese un bonito accesorio colgado de su brazo, siempre emperifollada con vestidos y joyas ostentosas, aunque a decir verdad aquello le había servido para conseguir cursar sus prácticas en empresas prestigiosas donde su trabajo había sido mucho más que bien remunerado, eso le había dado cierto tipo de libertad y ánimo, asique cuando finalmente tuvo los diez mil salidos enteramente de su trabajo y hubo comprado tantos libros como pudo, envió todo con un emisario pues ella no tenía el valor, por desgracia Blaz había desaparecido de a fas de la tierra una vez más, ese había sido un golpe duro para Lena y en un impulso terminó gastando todo su dinero en una BMW RR1000 tuneada de color lila que su padre ni Allan lograron quitarle. Cuando finalmente termino la universidad después de la estúpida ceremonia de graduación ella iba en el auto con su padre que aunque no lo dijese estaba demasiado orgulloso por su mención honorifica.

—Allan dice que quieres hacer un postgrado.

—Aja...—respondió mirando por la ventana.

—lo harás en corea, hay asuntos allá que ya no puedo posponer.

—te dije que no quiero ir a tu maldito país.

—saldrás mañana en la mañana, yo debo partir en dos  horas a munich—Tae Jung era seco y autoritario así que Lena había aprendido a no llevarle la contra pero si a Allan que para el final de cuentas era su supervisor a tiempo completo.

***

A la mañana siguiente cuando Lena  fue llevada hasta el aeropuerto bastante tranquila se sento a esperar  en la sala vip, Allan sabia que tramaba algo pero no estaba seguro pues hace tiempo ella había dejado de meterse en líos grandes con su padre, pero en cuanto ella se puso en pie dos de los guardias le cerraron el camino.

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