CHICAS MALAS

KANG EUN (parte 2)

Cuando Eun asistió a su ceremonia de graduación todas sus compañeras la miraban de modo extraño, algunas cuchicheaban a sus espaldas, pronto ella comenzó a sentirse incómoda y bastante sola, Dara no había tomado bien su decisión de alejarse asique llevaba varios días recibiendo sus mensajes llenos de rabia y odio.

-oye Eun-llamó Juni una de sus compañeras mientras ella recogía de su casillero todos sus libros y materiales que se llevaría después de la ceremonia que iniciaria en veinte minutos más- ¿es verdad que te acostaste con Sehun antes de su fiesta de compromiso?-enseguida a Eun se le cayó el alma a los pies.

- ¿Qué?-pregunto pues creía haber oído mal.

-no seas desvergonzada... todo el instituto ya lo sabe, mi prima es su prometida ¿Cómo puedes ser tan vulgar?—el corazón de Eun se estrujo con fuerza y su mundo pareció estremecerse repentinamente mientras veia a todas las personas a su alrededor mirándola entre gestos de burla y  hostilidad— Me das asco.

-no hice tal cosa... —murmuró en un susurro.

-te vieron con él toda la noche en un club de gangnam ¿vas a negarlo?

-No, pero...

-Al menos lo admite- se mofó Juni  cortándole -agradece que nuestros padres están aquí porque sino recibirias lo que te mereces por zorra-el grupo de chicas que acompañaba a Juni junto con ella enseguida paso por sus lados empujandola de un lado al otro hasta tirarla al piso, Eun apretó los puños mientras aquellas jóvenes se alejaban riendo y gozando su caída,  cuando las muchachas desaparecieron del pasillo Eun no aguanto más las lágrimas mientras que ahora ya  entendía perfectamente porque todos cuchicheaban a sus espaldas, entonces al levantar la mirada al otro lado del pasillo vio a Dara que apenas le dirigió una mirada furtiva antes de continuar su camino, Eun bufo limpiándose los ojos y sin fuerzas para seguir delante de toda esa gente que la miraban juzgandola salió corriendo al baño a llorar porque seguramente nadie le creería si desmentia tal falacia.

-¿no vas a encararlas? -preguntó Dara extendiéndole un pañuelo cuando se lavaba la cara para deshinchar un poco sus ojos luego de haber llorado más de veinte minutos.

-fuiste tu...-acusó  Eun en un sollozo sin tomar el pañuelo.

-¿tienes pruebas?- respondió Dara molesta. 

-Eres la única que sabe sobre ese día... ¿Por qué lo hiciste?

-estás acusándome sin pruebas.

-¿eres mi amiga o mi enemiga Dara? -preguntó Eun sujetándose al lavado y mirando sus reflejos en el espejo, Dara intentó cogerla como solía hacer siempre pero Eun esta vez impidió cualquier contacto -se acabó, te lo dije... -forcejeo por esquivarla hasta que  finalmente lo logro y corrió al salón donde el acto ya había iniciado.

***

Después de graduarse Eun ingresó a la universidad con la esperanza de que todo hubiese acabado, ya no tenía amigas del instituto por lo que deseaba a toda costa obtener nuevos en la universidad, Pero incluso desde antes de entrar a su Aula para su primera clase supo que eso no pasaría, de algún modo las miradas de hombres y mujeres eran las mismas de aquel día de su graduación, se sintió tan aislada y sucia que su deseo más grande era salir corriendo a donde nadie la conociera, y así lo hizo en cuanto su primera clase terminó, pero por más que corrió cuanto pudo, lo más lejos que llegó fue a un estanque que encontró en medio de un bosquecillo, de algún modo el lugar era poco visitado aunque rebozaba belleza y paz. muy pronto aquel lugar  se convirtió en su santuario personal por que se sentía resguardada en el, tarde tras tarde mientras escapaba de casi todas sus clases se sentaba a llorar en una piedra a orillas del agua, casi comenzaba a sentir temor de convertir el agua dulce en salada con sus lágrimas y que los pececillos de colores mueran por su culpa, por lo que después de un tiempo comenzó a llevar su chelo para tocarlo en lugar de permanecer en silencio llorando, ese era un método más eficaz para desahogar su alma.