capitulo 9( Fosa palacial)

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Treinta y seis horas desde el inicio, un sol ausente a la mirada de la juventud, quizás en vida no mirara mucho al cielo, tal vez los edificios impedían el beso paternal del astro rey pero, estaba viva y eso era suficiente, suficiente para en una tarde de pura coincidencia su vista se tornara roja al caer en la insensatez de observarlo. Primer sol que sus ojos perderán el placer de reflejar su poder, vive rápido y muere joven sin saber si llegarás a la vejez, despojada de ella y con mucho por hacer dejado atrás en la imposibilidad de su efectuación.

Colocose O'Sheal los audífonos de plástico dentro de sus oidos, indetectables a la vista y los equipos de seguridad, del otro lado se encontraba Armstrong revisando cada uno de los defectos y negando su existencia a través de códigos binarios en su ordenador. María había salido temprano en la mañana, mucho antes del amanecer de Adan, quizás evitando una plática más severa acerca de anoche. Creyó más prudente O'Sheal entregarle su tiempo de meditación, y permitirle regresar a casa con los pensamientos ordenados y la altivez renovada.

Tomó dos huevos sintéticos del frigo, un sabor salado rondando por su boca, recordó años antes de carbonizarse tanta tierra y escaseaban las lluvias acidas, el sabor tan diferente de los huevos hechos dentro del organismo de una gallina, y estas a su vez dentro de la más real naturaleza. Ahora todo eran edificios altos y sistemas de electrificación, envíos de códigos por el aire, ondas electromagnéticas desplazándose a toda velocidad frente a nuestras narices sin siquiera notarlo. Parecía tan irreal, una ciudad de edificios de juguetes, pieza por pieza hasta formarse una selva de ormigón y nosotros, sus ciudadanos animales, con los que se juega en tan gigante monopolio, unos dados al azar o fórmulas sumamente precisas para decidir nuestro futuro.

- Bienvenidos a Nueva York - pensó O'Sheal para intervenir sus propios pensamientos anti conformistas, quizás sin política la cual infliencie sus neuronas pero si una añoranza palpable en su respiración y obvia en sus ojos pardos.

Paso seguro y atrevido al bajarse de su vehículo, confianza y seguridad resplancediendo cada segundo en la danza efectuada por sus pies, derecha, izquierda, derecha, izquierda...Detuvo su marcha para observar desde su insignificante tamaño al colosal edificio de Shocken, creyendo saber quién pudo asesinar a Ana fue dirigida su presencia a dicho lugar al que jamás creyó alguna vez necesitar entrar.

- Estamos próximos al trabajo más dificultoso de nuestro actual caso - Susurró Armstrong dentro de la cabeza de Adan.

- ¿Cual sería dicho trabajo? - Cuestionó ante la imposibilidad de recordarlo

- Pues esperar sentado la entrevista - Rió haciendose conocer como bromista y lograr hacer caer a O'Sheal en su última obra de humor, aunque así es como él la consideraría, en realidad es una vergüenza su sentido del humor incomprendido.

Ninguna carcajada, silencio de parte de O'Sheal y Smith quien también escuchaba desde la camioneta. El equipo estaba formado y operando, introdujose Adan a las entrañas del monstruo conformado por millones de bloques de hormigón y cristal.

- Buenos días - Adornando su educación con una sonrisa cálida y brillo en los ojos se dirigió a la chica del lobby, muy apuesta por cierto, fácilmente podría explotar su imagen en alguna revista y ser el nuevo deseo nocturno de adolescentes. - ¿Donde podría encontrar el departamento de contratación de personal de Seguridad?

- Solo debe tornar a la derecha - indicó con su mano izquierda tatuada con numerosos Peces al estilo tradicional chino, una observación que no pudo evitar realizar. - Justo luego de salir del elevador en el piso 22. - Culminó su frase con una sonrisa, quizás autentica o solo por costumbre ante tantas personas diarias. Los dientes como nieve en perfecta colocación brindándole una fragancia exótica.

- Muchas gracias - giró en su propio eje y continuó su gloriosa marcha.

La marmoleria había sido un trabajo exquisito en dicho lugar, brilloso el suelo reflejando la luz del techo, grandes cristales permitiendo la iluminación natural dentro de la madriguera del crimen y utilizando su energía para transformarla en electricidad. Numerosos los transeuntes que por allí vagaban, siempre con prisa, telefoneando, sin mirar los rostros ajenos, en anestesia total ante la realidad, 10 mensajes por minuto, dedos impresionantemente hábiles desempeñando el nuevo poderío del pulgar. Una vez demostrado por su capacidad de agarrar objetos para la recolección de los primeros hombres, ahora siguen siendo nuestra principal vía de supervivencia, los pulgares los cuales desarrollaron nuestro cerebro y ellos por la necesidad.
Un altar de flores y fotografías, velas y pañuelos, a solo pasos de Adan, observó con ternura la sonrisa sincera adornando el rostro de Ana en cada una de las fotografías pegadas en la pared. La tristeza era notable en pocas personas, no había tiempo para que las emociones interfirieran en nuestro desempeño, permitía una vida más económicamente rentable y sin dolor. La alineación espiritual era parte de las letras pequeñas del contrato, no empleaban humanos, solo roboces con físico y lógica semejante.

- Siga caminando, no detenga su marcha - Intervino Smith quebrando la pausa de Adan.

Automáticamente condujo su cuerpo al elevador, presionó el botón 22, y esperó pacientemente mientras miraba sin desvarío la Cámara de Seguridad. Llegose por fin al lugar deseado, encontrose hombres de aspecto profesional sentados en filas muy bien ordenadas simétricamente, el número de losas a la derecha de la habitación coincidía con el de la izquierda, no parecía una coincidencia. Durante la espera interminable también pudo notar lo común que era portar barba entre el look de sus iguales.Las horas pasaban y cada vez miraba más su reloj, deseaba la pronta culminación de su estancia incómoda sobre la misma silla. Los demás hombres allí presentes daban aires de ex-marines, caza recompensas, agente retirado del FBI, antiguos fuerzas especiales, quizás de la SAS, MI6,la cual fue comprada por EEUU, CIA, incluso desearía confundirse pero algunos parecían terroristas.

- Adan O'Sheal por favor presentarse en la Oficina - dijo una anciana de aspecto insolente, con mirada superior solo por su edad, vestida por faldas y medias altas, una camisa insuflada de color blanco y grandes argollas colgando de sus orejas, un ejemplo clásico de adoctrinamiento, agarrando siempre una tablilla con todos los nombres y horarios de entrevistas.

Levantose O'Sheal de su asiento lo cual trajo consigo gran satisfacción para su adolorido trasero, arregló su traje estirandolo de hombros y agarró su baliza vacía.

- Muchas gracias - Mientras comenzaba nuevamente su paso seguro en dirección a la entrevista de trabajo que permitiría su ingreso en las entrañas del Imperio dirigido por un asesino. Se infiltraría como una rata en cada sistema eléctrico y digital de dicho emplazamiento hasta desbordar la fosa de apariencia palacial.

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