𝙌𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙖 𝘾𝙡𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙞𝙣𝙚 ⤳𝘵𝘸𝘥𝘨

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CAPITULO SIETE: Querida nostalgia.

Se habían detenido, los gruñidos no dejaban de sonar por doquier lado, miraban a su alrededor pero estaba oscuro, la noche llego más rápido de lo que pensaron y estaban en completa desventaja, las piedras hacían mal paro al igual que los caballos que emitían sonidos muy fuertes, se movían con precaución pero el ruido subía cada vez más su tonalidad,iban, se alejaban, venían de un lugar más despejado de aquellos seres pero resultaba ser la misma dirección, el resultado era el mismo.

—¡Tenemos que matar a unos para que no sigan el rastro y atraigan a los demás!— Comento alguien, por el escándalo no se distinguía bien su voz.

Clementine quien se posaba atrás de Louis le pidió que parara para poder bajarse, este acato ordenes, Violet hizo lo mismo, las dos chicas en acción como en los "viejos tiempos" pero no tan viejos... De sus pantalones sacaron sus conocidos cuchillos para ponerse en la posición de batalla obviamente acercándose un poco a su objetivo, colocando su pie izquierdo atrás y el derecho adelante, listas para atacar. 

—¡Pero esta muy oscuro Clem!— Gritaba AJ en el caballo de Louis, preparándose para bajar, sin embargo no dejo de estar en alerta. Sus cejas estaban muy tensadas al igual que sus ojos, averiguando a donde atacar, la preocupación por sus amigos y en especial el de por ella lo mataban.

—¡Guíame desde arriba entonces muchachito!— El mencionado que estaba a punto de bajarse, obediente realizo lo que se le pidió.

—¡Se encuentran cuatro a varios lados, derecho e izquierdo!— El niño tenía su vista impecable por su corta edad y a parte era un excelente mirador.

La morena visualizo a sus objetivos y planeo sus estrategias; separó a los dos zombies para dar un rodillazo, como le había enseñado su difunta amiga Jane para atacar a la cabeza y ¡Bam! Enterrar el cuchillo profundamente en el cráneo de equis persona muerta. Violet sólo daba un salto pequeño para rebanarlo a la mitad, como su acto tardo mucho, aparte de que la conocida arma se quedaba un poco atascada y no separo a los dos que venían hacia ella se metió en un asunto complicado, siendo agarrada del brazo que tenía su cuchillo de carnicero, le era imposible matarle en ese momento, no podía crear más sonidos ya que atraería a más y sería en vano matar a los caminantes e arriesgarse sus vidas. Clementine repitió el mismo acto anterior con su siguiente enemigo, seguía siendo algo chaparra* para algunos caminantes y le era difícil alcanzar la altura de la cabeza, esta se giro para observar a su compañera que tenía unos problemitas no tratables. Corrió y con el impulso sobrepaso el cuchillo, quedándose enterrado en el mismo, había caído sobre él, su impacto no fue tan grave pero si le costaba acostumbrarse con su prótesis. La sangre era asquerosa, tenía gotas en la cara muy notorias y manchas en su ropa. Se quejaba por su pierna, Violet no dejaba de tener sus ojos abiertos pero lo bueno es que estaba atenta a todo momento, ayudando a su amiga a levantarse, pero, ¡Oh oh! Sorpresa... Su prótesis estaba desecha y todo por salvar a la rubia. AJ veía de reojo a más caminantes al fondo su preocupación incremento de inmediato, llegando a su límite y en especial al ver a su progenitora ser cargada por una de sus amigas.

—¡Louis, Louis!— Jalo de sus mangas varias veces para que captara su atención ya, ladeo su cabeza hacia el niño y pregunto con la mirada.

—Clem y Vi están en peligro, ¡No pueden caminar!

Se alerto y dejo las riendas al niño, bajo para correr a la dirección donde se encontraba una coja y otra sin fuerzas. Se poso a lado de Clementine para que ella se recargara en el hombre, haciendo más fácil el trabajo. Entre ellos dos la elevaron para que se sentará en el caballo, hacía unas muecas y gemidos de dolor, posiblemente se había enterrado algo de su prótesis en el muñón.
Se alejaron lo más posible del sitio donde situaban hace unos segundos, aunque no sea el momento el greñudo sintió una pizca de felicidad al tener la cabeza en su hombro.