capitulo 3

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La lasagna estaba deliciosa, el vino que trajo también estaba exquisito, Ellen también disfrutó mucho la comida, estábamos en la mesa platicando de cosas normales, nuestras vidas, nuestras familias, aunque yo no pueda decir muchas cosas fuera de este departamento de 40 x 60 todo está bien. Michael me acariciaba mis muslos bajo la mesa, creo que Ellen no lo nota, eso espero, me daría mucha pena eso, Michael logró tocar mi pene, casi solté un pequeño gemido pero pude contenerlo, pedí perdón y fuí al baño, traté de ocultar mejor mi bultito, metí mi pene entre mis piernas y me puse las bragas, desde un poco lejos parecía una vagina muy gorda, estoy casi seguro que no podría tocarmelo cuando acaricié mis muslos. Salí un poco más confiado, me senté una silla más lejos de él y continuamos hablando - Como decía, las ventas están llendo muy bien este año, todos mis productos tienen una buena demanda. A este paso creo que podré comprar, ya sabes que - , - ¿El que?-, - Ya sabes, eso - Ellen se quedó pensativo unos minutos y luego recapacitó, estos dos me ocultaban algo. Las horas pasaron rápido y Ellen tuvo que irse, nos dijo que se quedaría una semana aquí con su familia y luego se regresaría a México, Michael lo llevó a su casa y yo me quedé a limpiar la cocina, apresar del poco tiempo que pasó aquí me sacó muchas sonrisas y me hizo recordar México, me mostró un pequeño pedazo de mi antiguo hogar, lavé los platos y limpié la mesa, escuché que se abrió la puerta, Michael entró y me abrazó desde atrás, recargó su cabeza en mi hombro y suspiró dándome un poco de calor. - ¿Por qué te alejaste de mi?, ¿Te da pena que te toque frente a Ellen? -, - Si, tenía miedo que él lo notará, sería vergonzoso-, -  De acuerdo, ya no lo haré más, ya es  tarde, deja de limpiar y vámonos a bañar, hueles a alcohol y yo a tinta-.
La tina estaba llena de agua caliente, él se desnudo y entró primero, yo lo seguí con un poco de miedo, no quería que me lastimara o me intentará follar, me metí con cuidado y puse mi tracero del lado contrario a Michael, estábamos frente a frente, el agua desprendía olor a lavanda, él tomó mi mano y la examinó un poco, - Valla, las tienes muy maltratadas, mañana o pasado te llevaré a una estética, debes cuidarte un poco más-. Tomó una esponja y me comenzó a tallar el cuerpo, luego se bañó él, destapó la tina y la vació el agua, abrió la regadera y me enjuagó, me lavó el pelo y me ayudó a cepillarme los dientes. - Ven, te tengo un regalo- lo seguí hasta la puerta y por primera vez toqué el pórtico, lo miré a la cara, ¿Puedo salir realmente?, Él nunca me dejó ver más hayá de la puerta, tenía miedo, de seguro tiene un plan tras todo esto, él tomó mi mano y me pegó a su cuerpo, me sacó de la casa llendo por un pequeño pasillo de piedra con mas escaleras que descendían, bajamos todas hasta llegar a una puerta de madera pequeña pero en la que cabíamos perfectamente, afuera hacía demasiado frío y mi pijama no me cubra lo suficiente, me abracé de él, él se rió, me abrazó a él y me llevó al otro lado de la calle, tocó un botón en un pequeño control y la puerta de un garage se abrió, él tenía un garage al otro lado de la calle con dos autos, me llevó a un extraño auto rojo y me dió una caja, - Abrela -. Le quité la cinta a la caja, tenía mucho papel decorativo dentro, lo hice a un lado y mis ojos se iluminaron, era una pijama de manga larga y pantalón de tela peluche, tomé la pijama y estaba muy calientita, - ¡GRACIAS! -, - Ven -. Él me jaló dentro del auto y me quitó mi short, me ayudó a ponerme el pantalón y luego me quitó mi blusita y colocó la pijama suave y cálida, regresamos al departamento y nos fuimos a acostar, él miró su celular unos momentos y luego lo apagó, - ¿ Qué día es hoy?  ¿Puedo saberlo?-, - te lo diré en acertijo, mañana no tengo que trabajar PEEEEROOO tengo un día libre el cual puede ser antes o después de los dos días obligatoriamente libres -. Me quedé pensando, sí el sábado y el domingo él no trabajaba eso significaba que estábamos en fin de semana, pero tiene un día libre extra, hoy podría ser viernes o jueves, viernes sí su día libre era el lunes y jueves sí era el viernes, estoy seguro que mañana tendré más pistas para saberlo. Él dejó su celular en el buró a su lado, esperé a que se durmiera, esperé como media hora y no escuchaba sus ronquidos leves que siempre daba, tenía frío pero también pena de abrazarlo y que siguiera despierto, decidí arriesgarme, me acerqué a su cara y sus ojos estaban cerrados y su respiración tranquila, tenía ligeramente abierta su boca, lo piqué con mi dedo para ver si me reclamaba, nada, lo moví un poco, nada, lo llamé por su nombre, nada. Lo volté boca arriba y me acomodé, puse su brazo derecho abrazando mi espalda y lo abracé yo a él, su cuerpo era cálido, sus latidos de nuevo me arrullaban, su respiración me tranquilizaba, estaba por quedarme dormido cuando sentí que se movió, estaba a punto de soltar mi escusa generica para explicarle lo que pasó. Con su otra mano me abrazó y me pegó más a él, miré su rostro, él seguía dormido, dormido se había acomodado y movido, mejor para mí, me abrazó y me dió más calor, me acurruqué en sus brazos y poco a poco me dormí. Desperté y olía delicioso, estaba aún medio dormido cuando sentí que alguien acarició mi cabeza, abrí los ojos, Michael, estaba mirando su celular mientras me acariciaba, parecía ver noticias en francés, - Buenos días-, -Buenos días Cariño-, estaba aún un poco cansado y mi cabeza dolía, el Vodka me estaba afectando, a pesar de que ya había bebido antes ase mucho que no lo había vuelto a hacer, ya había casi olvidado lo que se sentía realmente beber. Michael me ayudó a incorporarme e ir a la cocina, había hotcakes y leche caliente, -Desayuna rápido, tengo tus pastillas para tu dolor, creo que no te había dicho nada respecto al alcohol, ¿No es así? -, - No, ¿acaso también te vas a molestar por que tome? Soy un adolescente, creo que sería normal que lo haga, anormal es que a tí te importe-, - ¿No te falta algo en la mano o en la mesa?- . Busqué en la mesa y todo parecía estar bien, no recuerdo haber tenido algo en mis manos, me puse a pensar un poco hasta que él levantó aquel objeto - Este celular lo compré yo, con mi dinero, con mi trabajo, por lo tanto es mío-, - Pero tú me...-, - Pero también yo lo puedo decomisar o mejor aún-  él alzó la mano y con fuerza azotó mi celular al piso, me paré exaltado de la mesa y miré el suelo, estaba lleno de vidrios rotos y las tripas de mi celular, traté de verme lo menos conmocionado posible, si me miraba triste sacaría ventaja de eso. - Lo compraste con tu dinero, tu mismo te chingaste-, - Lo sé, como yo lo rompí y como es mío no te compraré otro en mucho tiempo -   me senté y me callé, aunque si me dolió mucho que me rompiera mi celular no le diría que me comprara otro, él sacaría ventaja de eso, lo conozco muy bien. Desayunamos juntos y luego yo recogí la mesa, lavé los platos y limpié la sartén, él miraba su celular atendiendo sus "empresas" que nadie conoce, terminé y me senté frente a él, una pequeña duda llegó a mi mente, tenía que decirla, - ¿Cómo está la tortuga?-, - ¿Que?-, - ¿ cómo está la tortuga?, Hace días que te la llevaste, tal vez dos semanas o algo así.-, él miró su celular otra vez, miró el piso donde rompió mi celular y se quedó pensando un rato, luego se fué sin decirme nada, salió del departamento, me quedé solo y con una sensación incómoda, ¿Que hice mal está vez?, No hice nada que lo hiciera enojar, ¿fuí malo hoy?, No recuerdo haber dicho nada además de lo que hizo que rompiera mi celular. Me quedé reflexionando un momento, pareció una eternidad, él entró al apartamento con algo en las manos, era una cubeta - Aquí está- dejó la cubeta en el suelo y pude verla, tenía la tortuga dentro, esta estaba con su cabeza fuera del agua y podía ver sus ojitos mirándome fijamente, Michael se acercó a mí y me entregó una pequeña pecera de cristal,  - se la compré ayer junto con tu pijama, se me había olvidado devolvertela, ¿Recuerdas por qué te la quité?-, - por qué te grité que te fueras a la mierda-, agaché mi cabeza, estaba un poco avergonzado por lo que le dije. - Bien, ahora, te devolveré a la tortuga, PERO, si me pides una disculpa, anda, quiero escucharte decirla -, - Yo, yo, lo lamento -, -¿Qué lamentas? -, - Haberte dicho mierda -, -¿Solo me dijiste eso?-, - N-No, te dije que tú eras una mierda y que te fueras a la mierda, lo lamento-, - Muy bien, eres un buen niño, te devolveré tu tortuga, quiero que la cuides mucho, está tortuga a estado mucho tiempo con nosotros, mientras no tengamos hijos ella será nuestra hija-, - ¿Tu sabes si es hembra o macho?-, - Nop, pero, si tú y yo somos dos hombres que importa lo que él o ella sea, seguirá siendo una tortuga tenga pene o no-  Sus palabras sonaban a discurso genérico de una marcha gay, sin muchos sentimientos, sin pensarlo mucho, solo dicho para animar a los demás. Tomé la tortuga y la subí al ático junto a todo lo que amaba y me hacía sentir seguro, la coloqué en mi balcón sobre mi colchoneta y la alimenté, se veía feliz según yo, la admiré unos minutos y luego miré por la ventana, los árboles no tenían hojas y las personas tenían abrigos, debe de hacer frío afuera, la calefacción no me deja saber el clima exterior, bajé a la sala y encontré a Michael en el sillón con aún en boxer, ahora que lo pienso, no me he ni cepillado los dientes está mañana, me senté en un sillón apartado con la esperanza de que él me dejara en paz - Ven aquí- Volté a verlo, él me hacía la típica señal con su mano dando pequeños golpecitos en el sofá para indicarme donde me sentara, quise ignorarlo pero sabía que sí lo hacía él me castigaría, fuí con él y me tumbó sobre de él y se acomodó para que los dos estuviéramos acostados en el sillón, este era lo suficientemente grande como para que nuestros cuerpos cupieran acostados, él tocaba mi pecho y yo solo deseaba que no quisiera llegar a más. Él se sentó y  soltó un suspiro, me miró y habló, - Oye, sé que talvez me excedí con romper tu celular, miré que te asustaste, yo miré tu cara, no te compraré uno nuevo por qué sí  en ese momento yo creí que ese sería un buen castigo así se quedarán las cosas. Espero me perdones por eso, te traje la tortuga por la misma razón, lo siento pero no lo siento, es por tu bien, has sido un mal niño últimamente, no me has querido hacer mucho caso además de que no me llamas con cariño, es como sí no me amaras-,  agaché los ojos y dije para mí mismo "¿por qué será?" Él me escuchó, me jaló de mi pié y me puso boca abajo, bajó mi pantalón y mi boxer dejando mi tracero al aire, - No quería hacer esto pero hace tiempo que quería castigarte así-, él levantó su mano y con fuerza me golpeó mi tracero, mi cara se puso roja, me estaba castigando como a un niño pequeño yo casi siendo mayor de edad, intenté pararme pero con su mano me volvió a tumbar, sentí otro golpe esta vez más fuerte, mi tracero comenzó a doler mucho, otro golpe me hizo sacar lágrimas de los ojos, quería pedirle que parara pero eso solo haría esto más humillante, además, no creo que se detenga. Me siguió dando golpes por lo que me pareció una eternidad, cuando por fin se detuvo miró un rato mis glúteos y me los acarició, mi cara estaba roja y mis ojos goteaban, él me soltó y yo me volví a vestir bien, fuí al baño y bajé mi pantalón, miré mi tracero, estaba rojo y lleno de mascada de manos, solté en llanto, lavé mi cara y salí nuevamente, fuí al cuarto y me encerré, tenía libros en una repisa, escogí uno y lo comencé a leer, "Dónde los angeles no duermen" trataba de un ciego que era culpado de una violación y era metido a prisión dónde su vida hiba decayendo y la homosexualidad se hacía precerte, siento que con el simple hecho de ser homosexual ya valiste madres, ya ni te esfuerces, ya eres una decepción para tu familia y amigos, con ser gay ya eres un asco. Él día transcurrió normal, él me miraba, me toqueteaba y se hiba, hacía la comida y me alimentaba, luego volvía a manosearme y se hiba al baño a masturbarse y me obligaba a ver cómo lo hacía, me hacía ver como su mano subía y bajaba por su enorme pene erecto y grueso hasta que la leche calientita salía y me brindaba en la cara, luego me hacía lamer los restos que me caían en los labios para darme un beso, siempre que no tenía trabajo lo hacía, ya estaba acostumbrado a ver la verga que me rompía él culo, me dan tanto asco y a la vez intriga ¿por qué la mía no es así de grande?. La noche calló y de nuevo lo de siempre, esperaba a que él se durmiera para acurrucarme en su pecho, apesar del miedo y asco que él me daba era muy reconfortante pensar que en las noches él me protegería de la obscuridad, que mientras estuviera pegado a él no volvería a aquel sótano donde estuve en un inicio, él infierno hecho cuarto, ahora que lo pienso, el sótano está bajo la casa y él ático donde me oculto está en la parte superior, valla, parecirán una metáfora del cielo y el infierno, entonces, ¿Que es la casa? ¿Será el mundo terrenal?. Me quedé dormido pensando en eso, me abracé a Michael y me acurruqué de nuevo para sentir su calor y escuchar sus latidos y su respiración, me preguntó, el momento en que uno de estos dos deje de arrullarme y dejé de sonar, ¿Que pasará?. Estaba en un profundo sueño cuando Michael se movió y me hizo dejar caer mi cabeza en el colchón, desperté un poco desorientado, miré a mi alrededor obscuro y decidí ir al baño, apresar de la calefacción hacía frío, decidí ver las calles desde el ático, me acerqué y Jalé la cuerda para dejar salir la escalera... No abrió... Lo intenté de nuevo... No abrió... Me colgué de la cuerda y está se rompió y aún así... No abrió.
Sentí como a mi alrededor se estaba haciendo cada vez más estrecho, no podía ver a la calle, no sabía qué hora era, no sabía que día era, no sabía dónde estaba, no sabía en qué época estábamos, no sabía sí era de día o sí aún era de madrugada, las paredes se hacían cada vez más pequeñas, sentía como el oxígeno se me agotaba, si seguía así pronto moriría de asfixia, Michael, Michael también morirá asfixiado, él moriría primero por la enorme cantidad de oxígeno que ocupa, si él muera la única salida que me queda morirá con él, espera, ÉL FUÉ EL QUE CERRÓ EL ÁTICO, ÉL QUERÍA HACERME ALGO, ERA ÉL, DE SEGURO TENÍA UN PLAN TAN MALVADO QUE ME QUERÍA BLOQUEAR LAS SALIDAS, DE SEGURO ME MATARÍA, DE SEGURO ME TORTURARÍA... O PEOR... DE SEGUIR ME... DESEGURO ME DEVOLVERÍA AL SÓTANO...
-AAAAAAAAAHHHH  AUXILIO -

El ático. Yaoi Hard SadomasoquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora