Capítulo 9: El extraordinario equipo

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A medio camino la pequeña se quedó dormida. Kuro notó esto y aprovechó la oportunidad de preguntar.

— ¿Quién es el padre de la niña?—

Tsurugi asomó su cabeza por encima del asiento.

— Te lo voy a describir. Es un idiota, salvaje, violento y que cree que puede hacer feliz a Mahiru con cuidar a Haruhi—

Touma dió un suave golpe a Tsurugi para que volviera a sentarse correctamente. Obviamente no despegó su mirada del frente.

— Jajaja lo siento Tai-chan—

Kuro se quedó pensando quien era el padre de esa niña. Supuso que era obviamente adoptivo ya que seguramente Mahiru jamás permitiría que su violador estuviera con él. ¿Verdad?

Al detenerse el auto, Kuro notó que vivían en la misma mansión de antes la cual había visitado muchas veces con la esperanza de ver de nuevo al niño. Solo cuando su padre le prohibió esto también dejó de ir.

— ¡Llegamos! Tai-chan...¿Puedo llevar a Haruhi?—

Touma asintió.

El beta bajó del auto y abrió la puerta para desabrochar a la niña y cargarla. Era quien más se había encariñado con la pequeña desde que está nació.

Cuando ambos se fueron Kuro iba a abrir la puerta para salir, pero Touma le puso seguro.

— ¿Ah? ¿Pasa algo?—

— Escucha bien. Tanto Tsurugi como yo hicimos de todo por qué Mahiru olvidará ese horrible evento, no fue posible pero por lo menos ahora ya no sufre tanto—

Kuro no entendía a dónde quería llegar Touma.

— Sé quién hizo todo ese daño al mocoso, el problema es que no quiere decir a nadie. Por eso el asqueroso alfa que lo hizo sigue libre—

Mahiru siempre fue así. Pensó que tal vez había cambiado, pero no. Al contrario, ahora se veía más cerrado.

— Haruhi es su hija, pero...al principio no deseaba ni verla. Nos fuimos del país por qué Mahiru salió preñado de esa violación. Volvimos una vez se calmaron las cosas y la niña nació. Pero...las cosas no están yendo para bien. El necesita tu ayuda, así que por favor...haz que el vuelva a ser el mismo de antes

Kuro no podía creer lo que escuchaba. ¿Touma le estaba pidiendo ayuda? ¿Tan mal estaba todo?

Supuso que si.

— Lo haré...—

Touma quitó el seguro y Kuro bajó del auto.

Tsurugi ya había llevado a la niña a su cuarto y hasta había bajado para platicar con el peliceleste.

Varias cosas fueron dichas, pero lo que realmente le interesaba a Kuro no fue tocado nunca.

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Las horas pasaron y la puerta de la mansión se abrió. Era el omega castaño.

La niña, quién había estado jugando con Tsurugi, fue de inmediato a abrazar a su madre, quién la cargó y besó en las mejillas.

— ¿Lista para ir a casa?—

La niña negó

— ¿Podemos quedarnos? Abuelito dijo que me iba a dar un premio si me quedaba—

Mahiru suspiró mirando a su padre.

— No podemos...tu padre se molestará si no te ve sana y salva—

Lo Mejor Siempre Viene Después (Actualizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora