Lo Mejor Siempre Viene Después (Actualizada)

Capítulo 12: ¿Celos o infidelidad?

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Ya casi estaba anocheciendo y Touma estaba empezando a preocuparse aún más.

La pequeña peliverde se había quedado dormida en el regazo de su abuelo. Tsurugi solamente se había encargado de curarle la mejilla o al menos cubrirla. Debió haberle dolido mucho.

—Tai-chan...¿vas a ir a buscarlos?—

El alfa asintió.

—Quita a Haruhi de encima mío...pero que no se despierte—

El beta obedeció y con cuidado tomó a la niña. Está se removió ya que dejó de sentir la calidez y el olor de su abuelo.

—Parece que te conoce bien Tai-chan. Sabe que te vas...—

Al ser liberado, Touma pudo ponerse de pie.

— Debo buscar a esos dos. No sé dónde se habrán metido. No tardaré mucho. Puedes dejarla en mi habitación. Huele a mi así que tal vez se calme con eso—

El chico obedeció y cargo a la pequeña para llevarla directo a la habitación de Touma y quedarse con ella.

Touma en cambio salió de inmediato de su mansión y se subió a su auto.

Condujo por diversos lugares buscando a esos dos chicos, pero no los encontraba por ningún lado. En cierto punto llegó a ver al peliverde sentado en la banqueta. Parecía estar sangrando de la nariz.

Sinceramente no le importaba ese tipo así que siguió con la búsqueda.

Poco sabía de lo que esos dos hacían.

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No había ningún otro sonido más que los gemidos de ambos.

Mahiru estaba contra la pared y Kuro le besaba el cuello además de que su mano traviesa se había metido entre la ropa interior del omega. Podía sentir lo caliente que estaba.

—K-kuro...—

Al peliceleste aún le sorprendía el hecho de que ese omega no estuviera marcado, pero una pequeña esperanza brilló en su corazón. Tal vez lo había estado esperando a él.

Tomó el miembro del niño en su mano y comenzó a estimularlo. Era tan fácil hacer que se viniera y más con el celo a su máximo esplendor. Pero quería más. El no podía negar que también deseaba penetrarlo pero...¿debía?

— N-no podemos estar aquí...nos podemos meter en problemas—

Kuro deseaba continuar pero no quería que ambos terminaran en serios problemas solo por ser descubiertos. El olor del Omega estaba cada vez provocándolo más por lo que le fue difícil detenerse.

Mahiru asintió con un gran sonrojo y aún algo de deseo por seguir. Su omega aún no estaba conforme. Quería ser preñado.

Ambos se levantaron y arreglaron su ropa.

Al momento en que salieron de ese callejón se encontraron con una gran sorpresa.

Touma estaba en su auto, frente a ellos, mirándolos. Parecía molesto.

—Ah...no estábamos haciendo nada malo...—

Kuro trató de calmar las cosas pero era más que obvio lo que hacían.