XIV. ENTRE LAS PIEDRAS

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Jiae caminó con una seguridad y dominancia imperturbable por los pasillos del edificio principal de las empresas Jeon, a su lado estaba su guardaespaldas de confianza, detrás de ella caminaba Jungsik y Hajun, y detrás de todos había dos guardaespa...

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Jiae caminó con una seguridad y dominancia imperturbable por los pasillos del edificio principal de las empresas Jeon, a su lado estaba su guardaespaldas de confianza, detrás de ella caminaba Jungsik y Hajun, y detrás de todos había dos guardaespaldas que los resguardaban.

Estaban por presentarse ante los medios para dar la declaración sobre el mando de Jiae, sobre los nuevos puestos de sus hermanos y para recibir las dudas de los reporteros.

—Señorita Jeon —habló Sunghoon, el guardaespaldas personal de la fémina—. Todo está listo, puede ingresar tranquila.

La fémina le vio con una pequeña sonrisa amable y acarició el brazo ajeno mientras susurraba su agradecimiento, finalmente asintió y el hombre abrió la puerta, los flashes no se hicieron esperar, las cámaras fueron directo a la azabache y ella caminó hacia su asiento en la mesa sin detenerse a escuchar a nadie, mucho menos a responder las preguntas que eran lanzadas al aire.

Cuando Jungsik y Hajun tomaron asiento, cada uno a su lado, los medios comprendieron de qué se trataba la rueda de prensa; la verdadera heredera había vuelto.

—Buenos días —habló Jiae a través del micrófono—. Yo he sido quien ha convocado esta rueda de prensa, todo para poder anunciar los nuevos puestos que habrá en las empresas Jeon y para poder responder las preguntas que puedan tener los medios sobre estos cambios.

Los cuchicheos llenaban la habitación, pero eso nunca había logrado asustar, completamente, a Jeon Jiae.

—Como sabrán, porque no es sorpresa para nadie aquí que esté informado, yo, Jeon Jiae, soy la heredera legítima del imperio Jeon, por lo que vengo a anunciar mi toma de aquel puesto —dijo con la voz clara y sin titubear—. Ahora yo soy la presidenta y, claramente, dueña de todas las empresas bajo el apellido Jeon —varios tomaban nota en sus libretas y susurraban entre ellos—. He de anunciar el bajo de aquel título de mi hermano Jeon Jungsik, quien tomará el cargo de director de operaciones, mientras que mi otro hermano, Jeon Hajun, obtendrá el cargo de vicepresidente.

—El regreso de Jiae había estado siendo planeado desde años, el título que durante años porté, nunca me perteneció, dado que es uno que me queda demasiado grande —habló Jungsik mientras tomaba el micrófono entre sus manos—. Mi hermana es la legítima heredera, la persona en la que mi difunto padre confió todas las empresas y quien llevará el apellido Jeon mucho más arriba de lo que está.

»Como la presidenta ha anunciado, yo tomaré el cargo de director de operaciones, título que siempre me perteneció y hoy he vuelto a tomar con mucho orgullo, en donde trabajaré arduamente para poder ayudar a mi hermana.

—Por otro lado, como lo ha anunciado la presidenta —habló Hajun—. Yo asumiré el puesto de vicepresidente, el cual ella me ha decidido otorgar y yo ejerceré con honor y gran responsabilidad. Agradezco la confianza que ha puesto en mí la presidenta Jeon y me aseguraré de cumplir con todas las expectativas que tiene ella.

Poemas de Hyung ©TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora