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Inés, Léna y yo nos acercamos a la cartelera a ver qué papel interpretaríamos, igual que el resto.

Pegué un grito de alegría que me fue imposible contener.

—¡Soy el hada!— exclamé.

Inés había quedado como árbol y Léna como mi suplente. Las tres estábamos felices y orgullosas de las otras dos.

—Yo soy la mejor y debería ser el hada— dijo Thea celosa.

—Los dos son buenos papeles— dije intentando calmarla para evitar peleas—. Sólo piénsalo, podríamos ser árboles— me volteé en seguida —. Obviamente, sin ofender— dije a mis amigos Jeff, Dash e Inés, por supuesto, los cuales eran los tres, árboles.

—¿En serio? Como si yo fuera fuera a quedarme atrás como un árbol— respondió Thea despectivamente —. Por favor.

En ese momento ella se fue seguida de Kennedy y Bree, la cual me felicitó por haber obtenido el papel del hada. Aquella rubia era demasiado buena como para ser amiga de Thea.

—Pregunta del día: ¿cómo es que baila un árbol?— preguntó Jeff divertido —¿Como esto?— en seguida se puso a bailar muy divertidamente y todos reímos.

•••

Todos fuimos al estudio y comenzamos a calentar.

En una de las ocurrencias de Jeff, hizo de cuenta como si fuera un conductor de televisión o una especie de periodista y pasó al rededor de todos nosotros a "entrevistarnos". Fue sinceramente muy gracioso.

Pronto llegó Etienne y dijo que hoy íbamos a tener tiempo de "estudiar", de alguna forma, a nuestro personaje.

En cuanto Léna supo de qué historia se trataba, saltó y comenzó a contar en qué consistía.

La historia iba de un granjero y su esposa. Un día, el granjero conoce a un hada y ambos se enamoran locamente, por lo que planean huír al país de las hadas para poder estar juntos.

Etienne se mostró sorprendido y emocionado por este conocimiento de Léna y luego dijo:

—_____: veamos como tu hada roba al granjero Max de la esposa Thea.

Pronto mi sonrisa se borró de mi cara y volteé a ver a Léna e Inés:

—Me distraje con Thea esta mañana y no me di cuenta de que Max— hice énfasis en aquel nombre —era el granjero.

—¿Y?— preguntó Inés sin entender.

—Es que...— comencé —hay una leyenda sobre esta obra...—instintivamente miré a Léna, supuse que ella debía de conocerla.

Mi amiga rubia asintió y siguió:

—Los que interpretan los personajes siempre terminan enamorados.

Inés rió.

—Por favor, chicas...— y volvió a reír.

Instintivamente miré a Max. Él también me miró y, en cuanto vió que lo veía, me sonrió. Yo simplemente me volteé preocupada y seguí con un poco de calentamiento con ayuda de la barra.

Pronto empezó el ensayo y la primer parte que se hizo fue en la que participaban los tres árboles -Inés, Jeff y Dash-, la esposa Thea y el granjero Max. En el baile se podía ver cómo el granjero intentaba ocultarse y escaparse de su esposa.

En cuanto Thea salió del espacio considerado el escenario, yo entré y comencé con la coreografía.

Al principio fue un desastre. En cuanto entré, daba un par de pasos, luego un salto y Max me levantaba en el aire y me bajaba. La pirueta en sí estuvo bien, la cosa es que ambos nos quedamos viéndonos a los ojos y nos perdimos en los del otro, frenando así la coreografía. Me puse algo nerviosa así que simplemente me alejé y comenzamos esa pequeña parte nuevamente.

Encuéntrame en París: Max Álvarez y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora