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Estábamos calentando antes de la clase. Dash llegó a disculparse con Inés por haber dicho que ambos estaban en una cita y ella le dijo que nunca estarían en una. Léna le dijo que había herido los sentimientos de Dash y Jeff entró haciendo una mortal de costado.

El rubio recién llegado comenzó a bailar y lo hizo muy bien, como de costumbre. Su baile también fue gracioso; Max, Thea, Léna, Inés, Dash y yo no parábamos de reír. Pero todo terminó cuando Dash dijo:

—Es la señorita Carré. ¡Deberíamos estar en el estudio!— él la había visto pasar.

Todos dejamos de reír y Dash y Max salieron corriendo de allí para dirigirse a donde realmente deberían estar. Todos intentamos llamar la atención de Jeff para que parase y fuese con ellos, pero él no nos escuchó y siguió bailando. El rubio tenía el buzo tapándole la cara y por eso no pudo ver que los chicos se iban.

Al llegar la señorita Carré, pudo ver a Jeff bailando unos segundos y cuando él terminó, se excusó con que tenía un calambre y estaba estirando. Salió rapidísimo de allí.

Kennedy, Bree y Veronike llegaron y la clase comenzó.

La señorita Carré dijo que, de a tres, debíamos hacer una presentación.

Léna, Thea y yo éramos un trío. En cuanto escuchamos eso salir por la boca de Carré, con Léna e Inés nos miramos: no podíamos creerlo.

—Bien, ¿no les parece muy divertido?— soltó Thea.

¿A qué estaba jugando esta chica?

—¡Qué divertido!— soltó Léna, también fingiendo.

—Estoy muy feliz— le respondió la pelirroja.

—Estoy más feliz que nunca— volvió a responderle la rubia.

Léna, no entres en su juego.

—Como sea, déjenlo fuera del estudio, señoritas— les dijo Carré.

—Claro, señorita Carré— dijo Thea mientras la profesora se iba.

—No hay problema— dijo Léna haciendo una reverencia muchísimo más exagerada que la de Thea.

—¿Qué se supone que hacen estas dos?— susurré a Inés.

Ella me levantó los hombros, como diciendo "No lo sé" y disculpándose, a la vez que se iba con su grupo; ella estaba con Marina y Lou.

—Fácil— soltó Thea.

—¡Mucho!— ahora era Léna.

—Será muy fácil...— dije yo sarcásticamente, sabiendo la que me esperaba.

Léna y Thea se pusieron a hablar de lo que podíamos hacer y, como estuvieron de acuerdo, chocaron los cinco. Yo no lo pude creer, y ellas tampoco. Pronto se separaron y fueron para lados opuestos.

•••

Era hora de almorzar y mis amigas y yo estábamos en la mesa, hasta que apareció Thea y pidió de comer con nosotras. Inés negó con la cabeza. Yo quedé estática, sin responder. En cambio, Léná, asintió con la cabeza y una gran sonrisa en su boca.

Pronto la pelirroja comenzó a decir cómo podíamos destruir a Kennedy, Bree y Veronike. Eso fue realmente impactante de oír. Inés casi se atraganta. Para sorpresa nuestra, Léna dio idea a Thea de qué podían hacer para rebajar al resto. Ella creía que Thea intentaba ser amable, pobre. Inés intentó explicarle que Raphael simplemente la estaba usando, pero la rubia no escuchó.

Thea leyó en voz alta un mensaje de Max.

No puedo creer que este chico esté con ella.

El mensaje le preguntaba a Thea dónde estaba, que el ensayo de Blok estaba por comenzar. La pelirroja le respondió que iba a practicar para la tarea que teníamos -y sabemos que le puso eso porque lo dijo en voz alta a medida que lo iba escribiendo-.

Encuéntrame en París: Max Álvarez y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora