5

1.9K 123 13
                                    

Clase de arte: retratos de pareja. Inés trabajaba con Dash, Max con Thea, a mí me tocó con Mike y a Léna con Jeff. Uno tenía que retratar al otro.

Digamos que a casi todas las parejas les había ido mal. A Doña Thea no le gustó el dibujo de Max. Dash no hizo dibujo alguno, simplemente dejó su lienzo en blanco. En la pareja que yo tenía con Mike, no había pasado nada malo, ambos pudimos retratar al otro lo mejor posible pero, en cambio, Jeff dibujó y pintó a Léna como una princesa y le dijo que era correcta y antigua, lo cual no le gustó mucho.

Bien, terminó la clase y Léna iba a salir de la escuela con Jeff en el pequeño tiempo libre que teníamos. Inés quería terminar y preparar algunas cosas, sinceramente no le entendí muy bien. Yo, por otra parte, estaba en la zona de videojuegos derrotando -muy fácilmente- a Aaron. Todos en aquella sala ya habían jugado y la única regla que habíamos establecido era que el que ganaba, quedaba jugando junto a alguien nuevo.

Justo en ese momento pasaba Max y Aaron lo invitó a jugar. Al principio él se negó, pero en cuanto me vió con uno de los joystick's en mano me preguntó:

—¿A qué juegan? ¿A que el que gana sigue?

Yo asentí con la cabeza mientras esbozaba un "mmj" sin separar mis labios.

—O sea que ganaste— volvió a hablar.

—Así es— dije con cara y gestos de superioridad a modo de broma —, seis veces seguidas.

—Wow, se ve que eres buena— dijo haciéndose el sorprendido.

—Así es— repetí con los mismos gestos de superioridad divertidos de antes.

—Está bien, Aaron— le respondió nuevamente Max — me uno.

Estuvimos jugando bastante rato: Max fue difícil de vencer pero, al final, lo terminé haciendo.

—Yo siempre gano en este juego— dijo él sorprendido.

—Parece que ya no— otra vez utilicé aquella superioridad falsa y Max se levantó para irse.

—Esto no va quedar así, chica— dijo a la vez que me guiñaba el ojo derecho.

Prosiguió volteándose y yéndose y dejándome a mí mirándolo mientras se iba.

En cuanto desapareció de mi campo de visión, me levanté del sillón, me disculpé con el resto y les dije que debía ir al baño.

En cuanto entré me mojé la cara con agua fría, me sequé con papel y me quedé viéndome en el espejo, absorta en mis pensamientos.

Es que, ¿cómo era posible que Max Álvarez me dejara así? Yo por él no sentía nada y nunca había sentido nada, entonces, no sé por qué ahora me pasa todo eso de la nada.

La clase estaba a 5 minutos de empezar por lo que me dirigí ya hacia el estudio y entré, no sin antes ver la sonrisa sin dientes que Max me dedicaba.

Allí dentro ya estaba Inés, así que me senté junto a ella y tomé un poco de mi agua fría.

Etienne llegó y Léna y Jeff aún no aparecían. Pregunté a Inés si tenía noticias de nuestra amiga y ella dijo que le había enviado un mensaje.

Pronto fue el turno de mi morena amiga de mostrar su pieza única y fue simplemente apasionante y maravilloso.

Justo antes de que ella terminase de bailar, aparecieron Jeff y Léna, la cual tenía muchas bolsas de compras en las manos, así como un nuevo conjunto de ropa puesto y unos auriculares de casco y el profesor Etienne les dio detención. Léna, rápidamente -en cuanto entendió que la detención era algo malo-, le dijo que ella debía cambiar la visión que Jeff tenía sobre ella y que estaba muy inspirada y por lo tanto le encantaría mostrar lo que había aprendido aquel día en la calle. El profesor aceptó y Léna pasó.

Comenzó a bailar y Jeff comenzó a hacer beatboxing en un momento, acompañando los pasos de Hip-Hop que Léna había aprendido e incorporado a su baile. Su danza fue inspiradora e Inés y la mayoría del grupo concordaba conmigo en eso. De estar Henri, el novio de Léna, aquí, él estaría muy feliz de ella.

El profesor felicitó a nuestra amiga rubia, pero aún así la envió a detención.

•••

Al fin era hora de ir al ensayo de Blok e Inés y yo fuimos de blanco y con colores neón como se nos dijo.

El ensayo era en los túneles del Garnier y en cuanto Léna, acompañada por Jeff, volvió de la detención, comenzamos a bailar.

Al finalizar, Inés y yo nos apoyamos contra una pared mientras mirábamos nuestros celulares y Léna hablaba con Jeff. De pronto se acercó Dash e Inés irritada le pidió que hablara de una vez. El chico simplemente le entregó un rollo de papel y en cuanto Inés lo abrió y lo vió, sonrió, y nuestro amigo dijo "Así es como te veo". Inés me mostró el dibujo y le dije que era hermoso, luego procedió a enrollarlo para nosotras ponernos a hablar y chusmear sobre lo que pasaba entre ella y Dash.

Encuéntrame en París: Max Álvarez y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora