Capítulo 50 - Un día caluroso

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El día siguiente había llegado, trayendo consigo un intenso calor junto a una fresca y solemne brisa que movía los árboles de la zona, mientras que los autos circulaban en las pobladas calles de Musutafu.
La academia UA tenía sus puertas cerradas, mientras era reparada de los daños sufridos durante la invasión. Los estudiantes se encontraban utilizando aquel día libre para hacer actividades de ocio, pasear y reunirse con sus amigos.
A pesar de los vehículos y la gente en la calle, el ambiente estaba más bien silencioso, y su alta temperatura era tan solo contrastada por la corriente de viento frío que revitalizaba a los acalorados ciudadanos.
Kirishima estaba caminando junto a Bakugo por el centro de la ciudad, ojeando ocasionalmente algunas vidrieras de los negocios.

-¡Mira esto, Bakugo!- Le dijo el pelirrojo, señalando una lámpara con una pantalla en forma de granada -Combina con tu traje-

-¡Cállate, cabeza de estalagmita!- Se quejó Bakugo, elevando su voz.

-Oh vamos, no seas tan amargado, Bakubro- Pidió Kirishima.

-¿Baku que? Un momento... ¡¿Me llamaste amargado?!¡No te atrevas a decirme así!- Exclamó el rubio, indignado -¡No sé por qué creí que sería buena idea salir de casa, en primer lugar!-

-Por favor, Bakugo- Le rogó Eijiro, levantando los puños a la altura de sus codos -¿Podrías intentar divertirte un poco y estar alegre? Solo hoy, por lo menos-

-¿Divertirme y estar alegre?- Dijo Bakugo, con un tono de desagrado -¿Quien crees que soy?¿El idiota de Deku?-

-Wow wow wow- Le detuvo el pelirrojo -No pretendo que seas así de alegre... Pero al menos intenta evitar las quejas y los gritos-

-Hmm- Katsuki miró hacia un lado, intentando evitar los ojos de su compañero -Está bien, intentaré evitarlo... ¡Pero no vuelvas a llamarme amargado!-

-Trato hecho, ya no lo haré- Replicó Kirishima, estirando sus brazos de manera triunfal -Oye, pero hablaba en serio sobre la lámpara, podría combinar con tu traje... Deberías comprarla-

-No voy a comprar esa porquería, Kirishima- Respondió el otro, con seriedad -Si quieres puedes comprarte ese, combina con tu cabello-

Bakugo señaló entre carcajadas otra lámpara, cercana a la que tenía forma de granada, la cual contaba con una pantalla en forma de pez globo inflado. Las púas del pez eran curvas en la punta, haciendo que, en conjunto con su rostro tierno y su tonalidad rosada, el objeto se viera totalmente inofensivo.

-¡Ese pez te representa!- Exclamó Bakugo, con un tono burlón, mientras reía.

-Así que tienes sentido del humor ¿Eh?- Preguntó Kirishima, dejando entrever sus filosos dientes en una sonrisa -¡Voy a comprar esa lámpara!-

Katsuki rió unos momentos más, y se detuvo repentinamente

-Espera ¿En serio?- Preguntó el rubio, desconcertado -¿Vas a gastar tu dinero en comprar esa cosa?-

-Así es- Asintió Eijiro, sacabdo pecho.

Los dos chicos ingresaron al negocio. Luego de haber comprado la lámpara, ambos se qudaron dentro del local, explorando una gran cantidad de objetos con formas o funciones excéntricas, tales como llaveros que producían luz arcoiris, una pequeña calavera plateada que funcionaba como una radio, y un llamativo ajedrez con piezas talladas en forma de héroes profesionales, teniendo un pequeño y sonriente All Might en representación del rey de cada bando.
Una vez que recorrieron todo el negocio, observando cada vitrina, objeto y función de cada cosa que veían, Bakugo y Kirishima perdieron el interés y se retiraron del lugar.
Para cuando salieron de allí era bastante más tarde, y no eran conscientes de que su paseo en aquel local les había llevado varias horas. Sin embargo, el cielo estaba apenas más oscuro, y la luz del día se disipaba muy lentamente, tanto que casi parecía que el día se había detenido en el tiempo.

-Vaya, se ha hecho tarde...- Comentó Kirishima, mirando al cielo -Pero aún no oscurece... ¿Quieres ir a ver más tiendas?-

-Si voy a estar parado durante otra hora más, prefiero nunca jamás visitar una tienda- Bromeó Katsuki, con una extraña frialdad

-Pues... ¿Que se te ocurre hacer?-

-Si no me equivoco, por aquí cerca debe estar aquel lugar que, según he oído, hace un café delicioso...- Murmuró Bakugo, pensativo

-¿Quieres ir a beber café?- Preguntó el pelirrojo, resoplando por el calor -¿No crees que hace mucho calor para eso?-

-¡Nunca hace calor para un buen café!- Respondió Bakugo, ofendido, pero controlando su tono de voz.

-Como digas- Repuso Kirishima, intentando no discutir con su amigo -De todas formas, tal vez haya algo más para beber allí-

-Ven, sígueme- Ordenó Katsuki, moviéndose rápidamente por la calle.

Caminaron durante un corto tiempo, antes de girar en una esquina y divisar la cafetería a varios metros de ellos.
En cuanto vieron el lugar, sus pasos fueron haciéndose más tranquilos y lentos, ya que no estaban demasiado apurados por llegar, y preferían tomarse su tiempo con paciencia.
O al menos aquello fue lo que dijo Kirishima, quien tuvo que detener a Bakugo de utilizar su quirk en la vía pública porque quería llegar rápido al lugar con sus explosiones.

-Ugh... Desearía llegar más rápido- Se quejó el rubio, entre dientes -Si no jugases a ser el "Señor correcto", todo sería más sencillo-

-Deja de quejarte, Bakugo, llegaremos de todas maneras- Le respondía Kirishima, agobiado por las quejas del otro -Además, eso es ilegal, no puedes utilizar tu quirk en la vía pública-

-Cómo sea- Repuso Katsuki, indignado -Hay mucha gente que usa su quirk en la vía pública, y no veo que...-

De pronto, en una tienda justo al lado de ambos chicos, estallaron las vidrieras, la puerta y el marco de las ventanas, lanzando chispas hacia el exterior. El estallido fue acompañado por un prolongado grito gutural e infernal, como si alguien estuviese siendo torturado dentro de aquella tienda.
Parecia un incendio producido por un escape de gas, debido a la manera en la que el fuego se movía y salía impulsado con fuerza hacia afuera. El fuego emanaba desde las aberturas del negocio, elevándose y quemando el marco de puertas y ventanas, y despidiendo una mayor cantidad de fuego desde la puerta que desde los ventanales.

-¿Q... Que rayos...?- Tartamudeó Kirishima, quien había endurecido su piel y estaba frente a Bakugo, en posición defensiva.

-¡¿Que demonios ha sucedido?!- Preguntó Katsuki, perdiendo los estribos frente a aquella situación de peligro.

Desde la entrada del negocio, salió una mano con varias llamas saliendo desde su dorso, y se apoyó en el marco de la puerta. Detrás de aquella mano, siguió el cuerpo de lo que parecía ser un hombre, del que salían constantes ráfagas de fuego desde el lado externo de sus brazos, sus antebrazos y sus pantorrillas, de una manera similar a Endeavor. Sin embargo, a diferencia del héroe, este hombre tenía una serie de marcas anaranjadas en su cuerpo, que ocasionalmente dejaban salir pequeñas llamas, además de que su cabello estaba completamente convertido en una fogata que se movía frenéticamente.

-Odio... ¡Los odio a todos!- Gritó el llameante individuo, con su voz gutural, apretando sus puños y liberando más fuego de aquellas manchas naranjas en su piel.

Boku no Hero Academia: Peligro En Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora