Seiya ayudo a Saori y Hyoga a subir a una gran roca para poder por fin evitar el paso de la avalancha. La nieve seguía un rumbo fijo hacia el sur de la región en donde no parecían haber casas o personas, pues ya todos habían sido evacuados.Todos jadeaban en espera de recuperar el aliento, cuando Seiya pudo ver a Hyoga y como tenía inyectados los ojos en enojo y dolor.
—Hyoga, lo lamento mucho.—Seiya se acercó para darle su apoyo.
—¿Cómo se atreven a mirarme a los ojos?.—Hyoga lo empujo y estaba dispuesto a golpear a Seiya.—¡Ella esta muerta gracias a ustedes!
—Mas bien tu estas vivo gracias a nosotros.—Le decía Seiya también enojado.
Saori estaba muy cansada, casi no podía mantenerse en pie, pensaba que se quedaría dormida en cualquier segundo, pero debían despertar a Hyoga, incluso era extraño el hecho de que no hubiera despertado por el shock. Cuando Hyoga comenzó a alejarse de ellos.
—¡Hyoga!, ella me hizo prometer que te ayudaría a encontrar tu camino.—Le dijo Saori para evitar que se fuera.
Hyoga se detuvo y luego volvió la mirada a donde estaban Seiya y Saori.
—¿Ella te hizo prometer?.—Hyoga se acerco a Saori con una actitud que parecía que quería hacerle daño, mas por tristeza que por enojo así que Seiya se interpuso para evitar que se acercara mas.—¡Tu no eres nadie! Ni para ella ni para mi.
—Hyoga, ya cálmate.—Le dijo Seiya poniendo una mano en su pecho.
—¡¿Calmarme?! ¡Mi madre murió! Ella me cuido cuando yo estuve enfermo, me llevó a la escuela con nieve o lluvia, me apoyo cuando mi padre se fue, me alentó a no rendirme jamás, me llevo a conocer lugares extraordinarios, hasta que... hasta que enfermo... ella me miraba como si esperara todo de mi.—Hyoga cayo de rodillas y entre lagrimas miro a la nieve mientras continuaba hablando en voz baja.—¿Como podría calmarme si todo mi mundo se acaba de venir abajo?
En ese momento, en la nieve parecía que se formaban figuras ante los ojos de Hyoga, parecía ser él mismo, con un traje metálico, una armadura, luchando. Hyoga se limpio las lágrimas y vió con más claridad, era ¡Seiya! También llevaba una armadura, y luego su mente llenó los huecos y así aparecieron sus otros amigos, fénix, andromeda y dragón.
— Eso es... Asgard— Susurro y en la nieve aparecieron como en una pintura las doce casas, el torneo galáctico, Poseidon y Hades.
Hyoga recordó y se tomó las sienes con las manos por la impresión de saber que todo lo que había vivido había sido una mentira, estaba aceptando su realidad. Seiya iba a acercarse a él pero Saori lo detuvo, ella entendía que Hyoga tenía que lidiar con ese dolor él solo hasta que se desmayara y volviera a ser él mismo.
—¿Seiya? ¿Saori?.—Hyoga les dedico una mirada y después se desvaneció.
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Llegaron al hotel llevando a Hyoga en hombros de Saori y Seiya, la chica agradeció el hecho de que todas las personas que quedaban en la región estuvieran muy ocupadas con la impresión de la avalancha que no se fijaran en los tres jóvenes que entraron por el vestíbulo cuando uno de ellos estaba en un terrible estado.
Llegaron a su habitación lo mas rápido que pudieron para evitar preguntas, al estar dentro se dieron cuenta de que los muebles seguían regados por el suelo, así que Seiya colocó a Hyoga en la cama de Saori y lo cubrió con una manta debido a que entre sueños temblaba, no estaba seguro si era de miedo o de frio.
—¿Seiya?.—Saori llamó a Seiya cuando sintió que sus piernas perdían toda fuerza y capacidad para soportar su peso en pie.—Estoy... muy exhausta.
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Secuelas (Saint Seiya)
FanfictionHa pasado un año desde que los dioses borraron los recuerdos de Athena y sus caballeros por desafiar a Apolo, ahora Artemisa cuida de una Athena sin recuerdos de sus amigos y de ella misma en una tierra en donde Saori, Seiya, Ikki, Shiryu, Hyoga y S...