Capítulo 17. A un paso de la meta

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El fuerte sonido de la puerta de la planta baja de la pequeña casa en la que se hospedaban sacó a Seiya de sus pensamientos. Cruzó la estancia para darse cuenta de que Shiryu estaba en el suelo, limpiando y los demás estaban pensativos.

—¿Que sucede?.—Seiya buscó a Saori por todos lados.—¿Donde esta Saori?

—En su habitación.— Contesto Shun.

Seiya se dirigió a la puerta y la tocó con delicadeza, casi la acariciaba, él sabia que había pasado algo y sus amigos estaban callados.

—...¿Saori?

Nadie contestó y Seiya volvió a dirigir su mirada a sus amigos, pero nadie decía nada, solo Shun tenía su mirada clavada en aquella puerta, pero sus ojos reflejaban una mezcla entre confusión y preocupación. Seiya insistió tocando la puerta, pero esta vez lo hizo con mas fuerza.

—¡Saori! ¿Qué esta pasando?

—Ya basta, idiota.—Se acercó Ikki y lo detuvo.

Ikki se llevó a Seiya a la cocina tomándolo a la fuerza por la muñeca.

—Shun ¿Qué rayos pasa?.—Seiya se frotaba la muñeca con dolor.—¿Ella esta bien?

—Fisicamente si, supongo.—Respondió Shun

—¿Qué se supone que significa eso?.—Le dijo Seiya, molesto, él odiaba la condescendencia.

—Significa que no me corresponde a mi decírtelo, es ella con la que tienes que hablar.—Shun bajo la mirada.—Pero no ahora, espera a mañana, quizá se haya calmado un poco.

—¿Calmarse? ¿Por qué habría de calmarse?

Hyoga y Shiryu entraban a la cocina en ese momento.

—Ya te lo dije, espera hasta mañana y podrán hablar. ¿Quieres?

—Puedes usar mi cama en la habitación con Hyoga, yo me quedaré para cuidar de ella.—Se ofreció Shiryu, quien creía que había entendido lo que había pasado.—Alguien debe hacer guardia y tu debes estar muy cansado, yo lo haré.

—No necesito a nadie para hacer mi trabajo.—Seiya estaba muy confundido.

—Escucha, Seiya, solo come algo y ve a dormir.—Ikki se puso de pie de forma autoritaria a su lado.—Mañana podremos hablar todos cuando estemos mas tranquilos y lúcidos.

Seiya tomó uno de los platos al azar envueltos en papel aluminio y se lo llevó para comer a solas en su cuarto. Se sentía confundido y enfadado a la vez, no sabia en que se había equivocado para que todo el mundo se comportara de esa manera, pero ya no era aquel muchacho visceral, había madurado, aunque con Miho las cosas habían sido tan perfectas que jamas habían tenido ninguna pelea, estaba perdido en esos temas, solo le restaba hacerles caso a sus amigos y guardar su distancia, solo por esa noche.

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—¿Saori? Debes comer algo.—Era Shun en la puerta de Saori intentando que abriera para hablar con ella y darle aquel platillo que tanto la había emocionado apenas un par de horas antes.—Solo come algo, te sentirás mucho mejor.

Solo había silencio. Shun lo sabía, ella se había equivocado con respecto a Seiya, pero por el momento no podía hacer nada si ella no salía de su encierro.

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—¿Qué fue lo que sucedió?.—Pregunto Hyoga a Shun cuando el Andromeda volvía de hacer su tercer intento de lograr que Saori abriera la puerta.

Secuelas (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora