Elementales: El Renacer

Capitulo~17

Miedo

Miedo.

Eso es lo que tenía aquella niña [De un pelo corto y azul junto unos ojos de ese mismo color y un rostro muy bello e inocente] al ver que de sus manos se le resbaló un adorno de su amo. Aquél gran y costoso adorno cayó al suelo y se partió en tantos pedazos que sería una mala broma pegarlos de vuelta, en ese momento la niña no sólo sentía cómo sus manos temblaban si no que también sintió cómo una mano la sostenía del hombro, sabía perfectamente que esa mano era de él... Su amo.

-Espere por favor...

Le dijo la niña pequeña a su amo.

-¿Qué espere? ¡Mira lo que has hecho inútil!

Dijo aquél hombre alto, ojos negros y un cabello gris.

-Por favor amo, perdoneme.

Dijo llorando.

-¿Perdonarte? Las inutiles cómo tú no merecen perdón.

Dijó mientras le pegaba a la niña con lo que parecía ser un látigo pero este tenía unos picos rocosos. [Igual al qué usa Lavinia en la pelea contra los Ogits] Cada golpe que le acertaba a la niña le arrancaba un gran pedazo de carne, ella podía ver cómo cada pedazo de carne era desgarrado de su cuerpo sin piedad alguna.

-¡No por favor!

Dijo mientras que aquél latigo le arrancó un pedazo de carne del brazo.

Toda la habitación cada vez más tomaba un color rojo a causa de la sangre de la pobre niña.

-Inutil, pedazo de mierda, ni siquiera puedes darme un golpe por ser una raza débil.

Después de haber vuelto aquella habitación que ya de por si era horrenda y desordenada una escena traumatizante, la carne de aquella niña rondaba por toda aquella habitación al igual que su sangre, aquél señor al cual la niña se le refería cómo "Amo" se detuvo.

-Ni si quiera puedes soportar mi látigo, eso demuestra tú debilidad.

-Amo... Lo siento...

Decía aquella niña con lagrimas en sus ojos mientras que su cuerpo estaba totalmente mutilado desde las piernas hasta la cara.

-¡Largo! No te quiero ver nunca, ya tu hermosura desapareció.

-Amo... ¡POR FAVOR!

Grito desesperadamente aquella niña.

El Amo le pusó una cobija encima la cual le cubria desde los pies hasta la cabeza [Para que no se le viesen las heridas y así no tener problemas] y la tiró afuera de su casa y apenas ella cayó al suelo cerró la puerta.

La niña lloraba desesperadamente y tocaba la puerta mientras gritaba.

-Amo, ¡no me dejé aquí!

Al pasó de unos minutos la niña se cansó de gritar, y se sentó a un lado de la puerta donde también había basura.

La sangre de ella se secó y aquella cobija la cuál la cubría se le pegó a su cuerpo, cabe recalcar que ella sangró de tal manera que la sangre le llego a los tobillos.

La pobre niña no sabía que hacer, solamente lloraba desconsoladamente, mientras que el hambre que tenía no hacía más que empeorar la situación, la niña miró la basura y con asco acerco la mano para abrir aquella bolsa de tierra [Las bolsas de tierra, vuelven todo lo que hay en su interior en algo más saludable para la tierra mejor dicho algo orgánico] y antes de abrirla alguien se le acercó.

-Disculpa, ¿te encuentras bien?

Dijó aquella chica de pelo dorado y corto y de unos ojos tan hermosos que hasta su pupila se formaba un sol el cuál giraba en su propio eje.

-No señorita, mi amo... Mi amo me abandonó.

Dijo llorando muy fuerte.

-Farisha, ¿qué haces?

Dijó una chica de pelo negro con rayos grises y de unos ojos negros.

-Lavinia perdón pero es que me encontre a esta pobre niña.

-Ya veo...

Lavinia nota que la chica esta sangrando.

-¿Disculpa, puedes decirme que pasó?

Le dijo Lavinia a la niña.

-Mi amo me abandonó por que eh rotó accidentalmente un adorno y también por que dice que ya no soy hermosa.

-¿Y donde se encuentra tú amo?

-Aquí mismo.

Dijó señalando la puerta.

-Ya v...

-¿Qué pasa Lavinia?

-Esa... es la casa de mi hermano...

Capítulo~17
Miedo
Finalizado

El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo. 

~Alain

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~De parte de Richarbull