Capitulo~20

16 2 2
                                    

La desesperación oscura

El sonido provocado por las pisadas de Eliza al bajar las gradas y los gritos desesperantes de una persona (La cuál se podía distinguir a la perfección que provenía de una niña) era lo único que se lograba escuchar en aquel oscuro y largo pasadizo, al cabo de unos segundos pudo distinguir el final de las gradas. Ella al llegar pudo notar a Farisha a la distancia, ella estaba observando algo sin hacer ningún movimiento, Eliza se acercó lentamente hacía ella y dijo suavemente.

-¿Señorita Farisha qué ocur...?

Antes de terminar logró distanciar de dónde es que provenían los gritos. Al final del pasadizo había una habitación la cuál estaba totalmente iluminada, pero eso no fue lo que provoco que Eliza vomitara con todo el asco del mundo cómo si aquella escena se tratase de la escena más perturbadora y asquerosa que haya visto en su vida.

Farisha al ver aquella habitación le provocaba una gran ira en su interior (Tal vez le traía malos recuerdos) en aquella habitación se encontraba una pobre niña la cuál estaba desmembrada cómo si se tratase de un simple muñeco hecho únicamente para ser destruido. Farisha respiró hondo y empezó a caminar en dirección a la habitación con rabia en su interior. Los gritos de desesperación de la niña no hacía más que llenar su ira interna.

-¡Por favor detengase! ¡Por favor!

Gritaba la niña con mucha fuerza.

La niña tenía atados sus brazos y pierna (Solo tenía una) por unas cadenas las cuales estaban adheridas a una mesa. La niña tenía cortes pequeños por gran parte de su cuerpo los cuales empapaban todo su cuerpo con su propia sangre, aunque no sólo recibió cortes pequeños si no también se le cortaron dedos, se le estiró de tal forma un brazo que se podía ver su hueso y a la vez se podía notar cómo uno de sus ojos fue brutalmente golpeado.

-¡Pará por favor ya no soportó más!

Farisha entró lentamente a la habitación.

-¿Acaso no te enseñaron a tocar antes de entrar?

Una fuerte brisa azotó la habitación provocando que Farisha cerrara los ojos por un instante y al apenas abrirlos de nuevo pudo verla.

Era una chica de un pelo corto y blanco, está tenía un cuerpo desarrollado el cual lo cubría una ropa blanca y ajustada, en su cara había una cicatriz la cuál dividía uno de sus ojos, sus ojos eran blancos y grandes.

-¿Acaso no se puede estar tranquila aquí?

Dijo la chica mientras hacía un gesto con su mano lo cuál hizo que Farisha volteara y que una gran ventisca se hiciera presente encendiendo las antorchas que adornaban aquel oscuro pasillo en el cuál se encontraba Eliza.

-Señorita Farisha tenga cuidado ella es muy peligrosa.

Farisha al darse la vuelta se sorprendió al ver que aquella chica albina estaba a unos centímetros de ella viendola fijamente con una sonrisa. 

-Oh, princesa Farisha, espero no haberla incomodado.

Dijo la chica mientras se lamia sus labios.

-No te preocupes por mí, ¿mejor por qué no hablamos acerca de tú conducta?

-¿Conducta? No me digas qué... ¿Sientes algo por estos esclavos?

Dijo mientras observaba lentamente a Eliza.

-Todos somos Elementales y nadie merece este maltrato.

-No esperaba menos de la princesa Noar, aunque se lo diré muy directamente, esté no es su reino.

Elementales: El RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora