VI.

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Ya para el día siguiente, el grupo de los olvidados (oficialmente liderado por Sigma y Odasaku, los más quietos del grupo) salieron del hotel absolutamente pobres. El dueño del hotel se había aprovechado de su inocencia y les había cobrado demás.

Era probable que se quedaran en la calle esa noche.

Mientras exploraban para ver si encontraban algo o a alguien conocido. Estaban teniendo una experiencia única en México. En un momento, fueron a algo llamado "Oxxo" y vieron todo lo que ofrecía.

Luego se pararon en un teléfono público y se dieron cuenta de que el cable estaba cortado y estaba lleno de basura, dulces y tenía escrito cosas que no entendían (excepto Twain, que se carcajeó).

Cuando ya llegó la noche, aún no tenían dinero, y se habían quedado varados en alguna calle de lo que creían que era el centro. Claro que, nadie se iba a atrever a asaltar a un grupo tan grande, y menos cuando uno de ellos se veía como alguien que te podía matar de un golpe (Lovecraft, claro).

- No creo que alguien nos encuentre aquí...- dijo Oda, sentado en la parte de afuera de negocio.

-No hay mejor opción, aunque caminemos nadie nos va a encontrar- dijo Sigma

-Lo sé, pero creo que iré a buscar a alguien. No tienen que acompañarme.- Oda se levantó.

- ¡Tenga cuidado, Oda-san! - gritó Yumeno, sonriendo

Oda se fue de ahí. Era de noche, no había casi nadie en la calle, y hacía algo de frío.

Obviamente no conocía los peligros de andar en México solo y de noche .

Por otro lado, el grupo conformado por Shibusawa, Fyodor, Nikolai y Dazai  también se encontraban caminando en la noche. Aunque ellos era porque querían entretenerse, y nadie los dejaba mientras estaban en el hotel.

Pobre Kunikida, estaba seguro de que se le iba a caer el cabello si Dazai seguía haciendo pendejada y media.

Mientras caminaban y charlaban de un montón de cosas, escucharon un sonido extraño en una calle de al lado.

- ¿Qué habrá sido eso? - pregunto Shibusawa.

- No sé, ¡pero me gustan las adivinanzas!

- ¡Vamos! ¡Seguramente es una buena forma de suicidio! - Dazai sonrío y apresuró al grupo para que fueran a la calle de donde vino el ruido.

Cuando llegaron, Dazai vio algo que no se esperaba.

Habían intentado asaltar a Oda cuando se había apartado del grupo. Eran varios, y todos querían todo lo que traía. Aunque no contaban con que, primero, Oda no traía ni un peso en sus bolsillos, y, segundo,  Oda era un buen peleador.

Odasaku intentó razonar con ellos, pero ellos no entendieron nada así que no le hicieron caso. Y luego, al ver que eso no funcionaba, los noqueó a todos con facilidad.

Que agradezcan que Oda era piadoso y no mataba a nadie. No hubieran tenido tanta suerte con los demás.

Dazai miró a Odasaku con sorpresa, y este también lo miró así. Aunque fue por distintos motivos la sorpresa de cada uno.

- ¿Dazai? - Oda fue el primero en hablar.

- Odasaku... - Dazai estaba en lágrimas, luego fue corriendo hacia él y lo abrazó.

- ¿Dazai? ¿Eres tú? - Odasaku pregunta.

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste? ¿Por qué estás aquí? - Dazai aún no lo creía.

- No lo sé... Pero que alegría encontrarte. Te ves diferente. ¿Qué pasó con tu vieja ropa?

- La quemé. - Dazai respondió mientras se separaba del abrazo, tenía una sonrisa muy grande, y sus ojos se veían llorosos.

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⏰ Última actualización: May 22, 2022 ⏰

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BSD rompiendo la 4ta pared y en el país del tacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora