Capítulo 30.
Kendall’s POV.
-¡KENDALL! ¡ME LLEVA LA PUTA MADRE, KENDALL! – Chilló Kylie. ¿Por qué siempre entraba y gritaba mi nombre?
-¡¿Qué?! – Me senté en mi cama, mirándola.
-¡Necesito hablar contigo! – Subió rápidamente, y luego se sentó a mi lado sacudiéndome.
-¡Kylie, Kylie! ¡Respiiira hondo! – la miré. Ella inhaló profundamente, y luego suspiró. – Ahora sí, dime.-Luke me encontró teniendo sexo con Colton.
-Ah, eso… ¡¿QUÉ?!
Asintió varias veces, y comenzó a explicarme sin entrar en detalles qué había pasado.
-Y, cuando intenté hablar con él, el muy imbécil me mandó a la mierda. Me importa poco él, ¿Y si dice todo sobre Colton?
Me reí, mirándola. – ¿Y acaso no te gustaría que te expulsaran por acostarte con un maestro, o lo sacaran a él de aquí?-Pues… - Se quedó callada analizando las opciones, y entonces me miró con una sonrisa, malévola. Con la firma “Monroe” estampada.
[…]
Me puse de pie, estirándome. Tomé mi ropa interior del suelo, poniéndomela.
-¿Sabes? Es bueno que mi hermano no haya llegado aún. – Dijo Jacob, aún sin moverse de la cama.-Supongo que sí. Pero bueno, agradezcamos a Kylie, la polla “le ha de estar llegando a la garganta” – la imité, y él rio.
Y yo también reí, con él.
Terminé de vestirme, y entonces me puse de pie. – Me voy.
-¿Y no te despides? – Parecía ofendido.
Me giré a mirarlo, y dudé un segundo. Posteriormente, arrugué la nariz y me arrastré en la cama hasta llegar con él. Planté un beso en sus labios.
-¿Por qué no eres sólo mía? – susurró, más para él que para mí.
-¿Ah? – fruncí el ceño.
-Nada – Negó, pero lo había oído.
-Jacob, tú y yo no somos nada, y lo sabes. – Dije, y su semblante salió. – Tú no te acuestas sólo conmigo, y yo no sólo contigo. Ambos estamos de acuerdo, lo siento. – Me puse de pie.
-Pues entonces usa condón con los otros imbéciles, no quiero que me pegues el herpes de alguno de esos dos. – Dijo con tono serio, y yo rodé los ojos, abriendo la puerta de su habitación.
Y ahí estaba Dylan, detrás de la puerta. Dio un brinco cuando me vio, pero luego sonrió de oreja a oreja.
-Mira nada más, Kendall.
-A un lado, conejo. – Dije un tanto enojada, y él se apartó con ambas manos arriba, mientras yo salía pasando por su lado.
-¡Adiós, cuñada! – gritó y me giré a mostrarle mi hermoso dedo del medio, y él me mandó un beso al aire.
-Adiós, cuñado. Eh, ¿cómo te fue con Kylie? – Su semblante cambió y yo sonreí satisfecha, saliendo de ahí.
[…]
-Ethan, no tengo ganas hoy – Me quejé, girando en la cama. Él estaba a un lado de mí, viniendo por sexo, como siempre.
-Oh, vamos Kendall, ¿acaso Edward te dejó cansada? – Gruñí.
-No lo he visto hoy.
-Ah, fue el estúpido de Jacob Green – Dijo. Sacudí la cabeza, negándolo todo.
-No, simplemente no quiero tener sexo hoy, y punto. Vamos, también tengo otras necesidades biológicas. Dormir, por ejemplo.
Él bufó.
-Maldita sea, es la segunda vez que lo haces. No te quejes después, Monroe.
Rodé los ojos, Ethan parecía niña cuando le cerrabas las piernas.
-Cállate y acuéstate – Dije, sentándome y comenzando a quitarme la blusa, él sonrió llevando sus manos a mi sostén, mientras yo en realidad trataba de devolverle la sonrisa.
[…]
-Adiós, Kylie – Dijo Ethan, saliendo por la puerta. Yo no me molesté por vestirme, a estas alturas me daba igual todo.
-Oh, creo que ambos se divirtieron un poco. – Canturreó Kylie.
-Sí así lo dices, sólo le gusta lo salvaje, nada despacio. El “mete-saca” te dura veinte minutos, y te deja sin caminar tres días. No sé, a veces me cansa Ethan.
-¿En serio? – Preguntó y asentí, soltando un suspiro.
-Sí. Por mí, que se vaya buscando otra con quien follar para cuando yo no quiera – Dije. Luego, mentalmente me dije que ni en sueños permitiría eso. No es que me importe mucho Ethan, es exclusividad.
Sí, sólo eso.
[…]
-¿A dónde vas? – Preguntó Emma, mientras caminaba hacia la puerta.
-A buscar a Edward, no lo he visto desde la fiesta.
-Que la polla te llegue hasta la garganta – Gritó Kylie, desde el baño. Emma dio una carcajada y yo chillé, corriendo a la puerta.
Una vez en el lado de los hombres, caminé por todas las puertas mientras las contaba para encontrar la de Ed. Ya en la puerta me acomodé la ropa y miré a ambos lados, pero algo fuera de la rutina llamó mi atención.
-¡AH, EDWARD! – oí gemir. Y el sonido retumbó por mis oídos, causándome asco y repulsión. Luego me hizo enojar, ¿Edward?
-¡Sí, sí, sí, oh síí! – Lo oí a él, y eso me enojó aún más. Y sin más vueltas, abrí la puerta de la habitación, arrepintiéndome al instante.
Hope estaba abierta de piernas, totalmente desnuda, con una cara de muerte. Y Edward la estaba penetrando, desnudo y ambos acostados en su cama, mientras él le mordía los pechos.
Miré con asco la escena, y entonces ambos se detuvieron al oírme.Edward me miró y su cara cambió al instante, abriendo los ojos y separando los labios. - ¡Kendall!
-¿No te enseñaron a tocar la puerta? – Preguntó Hope, con una sonrisa en los labios.
-No, para nada. Pero ahora aprenderé. Continúen, no se detengan por mí. – Tomé la perilla y azoté la puerta.Maldito Edward...
No tenemos dias fijos de actualizacion.
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Descontrol en el Internado (Editando)
Dla nastolatków❝Su único objetivo es salir del Internado, cueste lo que cueste.❞ En proceso de edición. Descontrol en el Internado 1. Descontrol en el Internado 2: Pequeñas Mentiras disponible en el perfil de SxssxBxtch.