La Aldea De La Arena

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Llegué sin problemas a la aldea de la arena, el viaje fue bastante largo, de hecho estoy agotada. No veo la hora de llegar y descansar al menos una hora.
El clima de la arena es bastante sofocante, al llegar me recibe un guardia que me escolta hasta la oficina del kazekage. Donde nos recibe un chico con marcas moradas en la cara.

-Bienvenida aliada de la nube, soy Kankuro, el kazekage te atenderá en un momento- me dice el chico de las marcas miradas. Asiento y sonrió.

Luego de diez minutos me indica que puedo pasar. Nunca había visto al kazekage, así que estoy un poco nerviosa, a la única que conozco es a la vieja loca de Tsunade, espero que este kage no sea así.

~Flashback~

Me mando a llamar el raikage con urgencia, por suerte he zafado de las desafinadas rimas de mi Sensei.

-raikage- me inclino ante el.

- __tn iras a la aldea de la arena a llevar este mensaje confidencial, nuestra relación a pesar de la alianza no es la mejor. Así que confío en que tu eres la indicada para esto- dice en un tono grave como de costumbre.

-si señor-digo recibiendo el pergamino.

-puedes retirarte.

~fin del flashback~

Delante de mí hay un escritorio lleno de papeles y un gran ventanal con vista a la aldea. 

-bienvenida--dice una voz fría detrás de unos papeles. Se levanta de su asiento un chico de mi edad.

Wow no sabía que el kazekage era tan joven y no está nada mal

Calla insensata-pienso

-kazekage, mi nombre es ___ vengo de la nube para traerle esto- me inclino y le entrego el pergamino.

-no es necesario tanta formalidad--responde tomando el pergamino. Lo abre y se sonroja, su piel blanca se pone roja como la ropa que lleva puesta.
Levanta la mirada del pergamino y por primera vez veo sus ojos, son celeste profundo y a pesar de que se ve cansado es extremadamente guapo.

Controlate.

-maldito Kankuro, voy a matarlo- dice furioso y sale de la oficina dejándome sola.

Pasan los minutos y el no regresa, no se si debo irme o quedarme. Quizá regrese pronto, o tal vez ya no vuelva. Que debo hacer.

-un momento.... Digo Kankuro, el chico que estaba afuera, el de las marcas moradas- pienso
¿sera que llegue en un mal momento?
¿Por qué se puso así cuando vio el pergamino?
¿Será que al raikage no le agrado Kanguro? Si parecía super agradable. Pienso mientras camino en la oficina, pego el oído a la puerta pero no se escucha nada, absolutamente nada. Me siento en una silla que hay en la oficina y recogo mi pelo en un moño, el calor me esta haciendo sudar como pollo.

Escucho pasos y me apresuró a levantarme, el kazekage entra corriendo y cierra la puerta con violencia, detrás de él un manto de arena, cubre la puerta para que nadie pueda entrar.
Lo miró, pero el parece no notar que yo estoy aquí.

-váyanse y déjenme solo- grita.

Lugar equivocado, debiste irte cuando pudiste.

Su mirada está clavada en el suelo, se ve triste, parece un pequeño cachorro mojado. Me acerco lentamente hasta el. No me nota, o simplemente me ignora. Le tocó el hombro. El me mira repentinamente.

-¿ qué haces aquí ___? Su cara está triste.

-lo siento no sabía de debía irme o no y me quedé esperando- dige mirándolo con ternura.

-el error fue mio, disculpame. Ni siquiera me presente apropiadamente. Soy Gaara- extiende su mano y yo la tomo. Su tacto me pone los pelos de punta, como si mi cuerpo se llenará de electricidad.

-un gusto conocerte- le sonrió y el suaviza un poco su cara, creo que esboza una débil sonrisa bajo su enojo.

Luego de eso, me indica que debo quedarme en la arena hasta que tome una decisión acerca de lo que decía el pergamino.

¿Que dirá el dichoso pergamino para causar tanto alboroto?

Pienso mientras camino junto a un shinobi que mi guía hasta donde me quedaré .
Es un departamento grande, con todo lo necesario para estar a gusto.
Tomo una ducha y pongo el pijama, no es hora de dormir pero el viaje me dejo agotada. Me recuesto en la cama y a los pocos minutos me quedo dormida.

Te siento [Gaara Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora