Misiones

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Me despiertan los golpes en la puerta, me levanto rápido y corro hacia la puerta, es Kankuro.

-¿podemos hablar? - dice mirando hacia todos lados.

-¿no puedes esperar?- pregunto frotandome los ojos.

-de hecho no- lo invitó a pasar y casi que entra corriendo. Suspira- bien se que esto va a sonarte raro, pero necesito que me ayudes.

-mi ayuda...- abro los ojos como platos.

-ayer viste una faceta de Gaara que no me hubiese gustado ver si fuera tu, no suele controlarse cuando está así... Siempre termina en tragedia y... Bueno... Tu...

-aun estoy en una pieza, lo entiendo -digo apoyándome en la puerta de entrada.

-Gaara esta enojado conmigo y necesito que hables con el para que no me asesine- dice forzando una sonrisa.

-¿Que le has hecho para que reaccionara así?

Kankuro me indica que me siente en un sofá. Comienza contándome que hace tiempo el consejo presiona a Gaara para que busque matrimonio, pero él siempre hace caso omiso de eso, sin embargo con esta gran alianza, ven la oportunidad de reforzar lazos con las otras aldeas, pero a Gaara simplemente no le interesa, es muy reacio al amor. Parece que antes era alguien completamente frío, pero desde que conocío a un shinobi de konoha las cosas cambiaron y su corazón se suavizó, sin embargo, no está listo para una relación amorosa y mucho menos para una boda. Kankuro se esfuerza en hacerme ver que Gaara es un excelente hombre, pero que no se abre con facilidad a las personas.

-está bien, pero que se supone que le diré, o piensas llevarme de escudo para que no te asesine- pregunto desde la cocina mientras hago té.

-solo habla con el y dile que no fue mi intención que llegara esa lista con los nombres de las mejores candidatas.

-ESPERA KHE- grito derramando agua en el suelo- el pergamino que le entregue era una lista de MUJERES- corro furiosa hacia Kankuro, pero el escapa de mi antes de pueda partirle la tetera en la cabeza.
Me siento en la mesa a desayunar y luego iré a hablar con Gaara, no para defender a Kankuro, sino para que converse conmigo, yo también he pasado por algo así y nisiquiera tengo sangre real, o importante. Me fastidia este sistema.
Me doy una ducha y me pongo mi ropa, cepillo mi largo cabello negro y lo dejo suelto.

-creo que así daré una mejor impresión - digo mirándome en el espejo.

Ya te arreglas para él
.
.
.
No veo a Kankuro por los pasillos del edificio del Kazekage
Entonces si es cierto que Gaara quiere matarte pienso y rio por dentro.
Cuando tocó la puerta no escucho que nadie me indique si puedo pasar. Vuelvo a tocar, pero nada, alguien me toca el hombro.

-buuu!- me dice Gaara riendo

no mames casi me cago del susto.
Se ve lindo cuando ríe.
Me invita a pasar.

-disculpa el desorden, hay mucho papeleo con la guerra tan cerca- su voz vuelve a sonar fría- dime ___ ¿que se te ofrece?

-bueno... Quería saber cuando podré volver a la nube - miento y tiro mi cabello hacia atrás.

-¿no te gusta aquí?- dice con el dedo índice sobre su barbilla, me mira pensativo.

-de hecho no he recorrido mucho, solo el camino hasta donde me estoy quedando y de nuevo aqui- me rasco la nuca.

-mira Kankuro no estará aquí por unos días, así que tu misión será ayudarme aquí en la oficina.

Ni que fuera tan importante para ocupar este puesto.

Le sonrió y el me da indicaciones para comenzar con mis tareas.
Lo primero era encargarle a Temari, la hermana de Gaara llevar un pergamino a Konoha.
La encuentro de camino a su casa.

-Buen día Temari , el kazekage me pidió que le entregará esto- la saludo extendiendo el pergamino.

-___ no sabía que estabas en suna ¿hace cuanto estas aquí ? - me dice ella dándome un golpecito en el brazo.
Ella y yo ya nos conocíamos hace años, pero no sabía que era hermana de Gaara.

O quizás si lo menciono y lo olvidaste, como olvidas todo.

Caminamos hasta la oficina del kazekage, para que me indicará que más debía hacer.

-que tal hermanito? - dice Temari sacudiendole el pelo a Gaara, él sonríe y yo lo imitó.

-se ve guapo, verdad --dice Temari bromeando y yo me sonrojo.

Gaara y Temari conversan acerca de un equipo para buscar insumos para la guerra mientras yo ordenó unos papeles de su escritorio. Luego de que se va Temari, nos dirigimos a una junta con los ancianos del pueblo.
Allí hablan de un montón de cosas que me aburren, para ser honesta no me interesa la guerra, de hecho me da pena saber que se perderán tantas vidas, no le encuentro el sentido.
Luego de horas y realmente fueron HORAS salimos de allí. Volvimos a la oficina de Gaara y el atardecer se veía precioso desde allí.

-que linda vista tienes desde aqui- digo señalado el atardecer.

El se me queda viendo por unos momentos.

-disculpa por lo de ayer, no debiste verme así- dice agachando la mirada.

-todos tenemos malos momentos- respondo.

-viví siempre en malos momentos- su voz se escuchaba triste, apagada, como si fuese a llorar en cualquier momento.
Desde el fondo de mi corazón nació el impulso de abrazarlo y eso hize, antes de que me diera cuanta ya lo envolvía en mis brazos, el me devolvió el abrazo y nos quedamos así, su respiración sonaba tranquila, él me daba paz.

-gracias ___-dice Gaara con la voz más calma.

De repente la puerta se abre y nosotros aún seguimos abrazados.

-GAAARAAAA

Te siento [Gaara Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora