Loving Wheel [ Miku x Len ] || Finalizada ||

Respeto.

Ese día mi cuerpo temblaba y yo estaba inundado por la ira.

Era una mañana común y corriente en el instituto, mi clase tenía deportes y pese a que yo era de los mejores en esa área y me gustaba mucho, decidí saltarmela y quedarme sentado en mi silla a esperar a la siguiente.

Me encontraba en la esquina del fondo con mis audífonos a todo volumen y una tarea pendiente que tenía, nadie me molestaba, o al menos hasta ese momento.

— hermano, ¿por qué no bajas?, el equipo no funciona sin nosotros juntos —escuché a lo lejos, y muy apenas comprendí; me quité los auriculares y vi hacia la puerta.

— largo de aquí Gakupo —volví a lo mío.

Chasqueó la lengua en un tono burlón y se acercó hacia mí, sentándose en la silla del frente.

— las chicas están haciendo estiramiento en lo que nosotros jugamos, ¿no quieres ver a Miku? —su sonrisa llena de morbo hizo que despegara mis ojos de lo que estaba haciendo, y le respondí en un tono molesto.

— no te atrevas a faltarle así al respeto, ni a ella ni a ninguna de ellas.

— vamos, Len —tomó mi hombro—. Ambos sabemos que eres el primero en hacerlo.

No le dije nada, y si bien era cierto, había dejado esa maña algún tiempo atrás, desde que empecé de novio con SeeU.
Ella no me gustaba para nada, pero aún así, era mi novia, la tenía que respetar, ¿no?

Cerré mi cuaderno y me levanté hacia la puerta, ignorándolo.
Él me persiguió insistiendo con lo mismo.
Cada que juntaba a Miku y sus pensamientos insanos en la misma frase, sentía cómo mi sangre hervía un poco más.
Me detuve en seco en la puerta, me giré hacía él y su sonrisa burlona, lo tomé por el cuello de la camisa y le di vuelta a su cuerpo para estrellar su espalda contra la puerta.

— te dije que ni a ella ni a ninguna le debes de faltar el respeto.

Mi voz se hizo más gruesa de lo normal, y mientras menos se callaba, más ganas tenía de golpearle la cara.

— ¿No quieres ver como se marca su trasero con su short corto?, creo que se encogió un poco porque le queda mucho más apretado que la última vez.

Esa fue la gota que derramó el vaso, colmó mi paciencia.
Lo último que recuerdo de ese día era mi mano llena de sangre y pedazo de cristal,m chorreando en la oficina del director.
Gakupo estaba a mi lado con aires de inocencia.
Quería golpearlo tan duro que no me di cuenta que cuando mi mano se acercó a su maldito rostro, él lo quitó y en cambio mi mano se estrelló justo en una pequeña ventana de emergencia que había en la puerta, rompiendo así el vidrio y lastimandome la mano.
La versión de Gakupo no la recuerdo, pero a los dos nos suspendieron una semana por mal comportamiento.
Cabe recalcar que ese semestre estaba a nada de salir del instituto ya que era habitual el que yo me metiera en problemas; ese día me dieron un ultimátum, por ende no podía ni siquiera matar una mosca hasta que acabaran las clases.

Supongo que lo que más me enojó fue que sí quería ver a Miku porque me volvía loco en todos los sentidos. No soporté la idea de que alguien más pensara así de ella.

Respetar a mi novia, ¿eh?
Mientras Miku estuviera en medio, no podía hacer eso en su totalidad.

— 𝔜𝔬𝔩𝔦𝔢𝔱✧