Renacer De Los Muertos - ZB1/Haobin

003: Profesores

003: "Profesores"

— ¿Lo has escuchado? — Una chica pelirroja se sentó a lado de Zhang Hao, que comía después de haber dictado sus clases.

— ¿Escuchar qué? — Metió una cucharada de comida a su boca, mientras leía algunas hojas para su próxima clase.

— Encontraron muerto a un joven de dieciocho años, cerca de donde vives. — Informó ahora una rubia. Viendo cómo el menor fruncía el ceño y la miraba. — Fue está mañana, cerca de allí, ahora mismo debe haber muchos oficiales.

— ¿Enserio? No lo había escuchado. — Zhang Hao parecía derrepente muy apenado por la noticia. ¿Pues como no? El tuvo un hermano menor que falleció a la misma edad, hace unos años atrás.

— Es realmente una pena..  — Contestó la rubia, prendiendo su teléfono y mostrarle a Zhang. — No muestran el cadáver pero dicen que tiene la cabeza aplastada y la pierna rota. — Somi parecía muy curiosa por la situación que había sucedido. Pues no por nada, era maestra de investigación.

— Oh, ahí viene Ricky. — SeJeong, la pelirroja visualizó al rubio que se acercaba a ellos con una sonrisa en el rostro, en sus manos se hallaba un cuadro.

— ¡Chicos miren! — Mostró un lindo dibujo, al parecer, hecho por el mismo. — Este dibujo, si lo vendo. ¿Cuánto creen me darían? — Vio a sus amigos.

Somi y SeJeong, le prestaban atención.

Mientras qué Hao y ChenkuanJui, parecían ver un vídeo del celular de la rubia.

— Mínimo veinte dólares. — Dijo SeJeong y Somi negó.

— Te lo compró a cuarenta dólares. — Sacó de su billetera algunos cheques. — Me gusta el cielo y aquellos lindos animalitos que hiciste. Se ven muy reales.

— Por supuesto que no. Esto cuesta más. — Ricky presumió. — Y ya la vendí. A doscientos dólares. — Sus amigos se sorprendieron ante tal cantidad de precio, incluso Hao que estaba muy inmerso en la noticia que le acababan de comentar. — Pero.. — Tenía la atención de todos sobre él. — Me lo compraron por una red social no muy confiable, por eso vine para pedir a uno de ustedes. — Se acercó a Hao y se arrodilló de inmediato. — Acompáñame.

Y Zhang suspiró sabiendo que eso iba a suceder, como la última vez que Ricky vendió un polo que diseño el mismo. Últimamente su amigo vendía a muy alta cantidad sus productos y no sabía por qué la gente le compraba a tan alto precio.

Por supuesto que a Hao le hacía feliz que a su amigo le vaya bien en el ámbito de lo artístico, estaba bien, sin embargo.. también era peligroso, porque vendía su arte a través de una página pirata.

Pero no tenía de otra que aceptar, pese a lo peligroso que era.

...

El rubio espero pacientemente a que su mejor amigo terminé sus clases, para así poder tener su compañía a la venta de su precioso dibujo.

Y así fue, cuando Hao salió, el rubio lo tomó de los hombros y lo dirigió rápidamente a su vehículo.

— Enserio, Ricky. Esto es peligroso. — El castaño suspiró. — Me gustaba más cuando vendias tus pinturas en el museo. — El más alto empezó a conducir.

— Pero Hao, ahí no me compraban mis pinturas. — Soltó. — Sabes bien que solo me daban el diez por ciento de todo mí esfuerzo.

Era verdad. Aún así, Zhang Hao tenía un mal presentimiento de todo esto de las ventas en una página pirata.

Llegaron al lugar que el comprador había acordado con Ricky, y para sorpresa de Hao, resultó estar cerca de su casa, más o menos a cinco cuadras de la suya.

— ¿Sabías que estaba cerca de mí casa? — Bajó del vehículo dudoso.

— No. Lo acabo de descubrir. — Ricky respondió sacando su preciado cuadro con mucha delicadeza.

La calle era un poco menos transitada, pero aún había gente por lo que el castaño estaba tranquilo. El mas alto hizo una llamada rápida y segundos después, apareció un azabache alto y fornido que dedujeron que acababa de despertar por su linda expresión somnolienta.

— Buenas tardes. — Habló el chico, ganándose un suspiró de Ricky.

« Que atractivo.. »

— Hola. ¿Eres el comprador del cuadro? — Hao preguntó de inmediato, viendo un asentir en el tipo.

Tipo que se acercó al cuadro a visualizarlo con detenimiento. Era un cuadro realmente perfecto para un costo mínimo de doscientos dólares.

— Eres un buen artista. Deberíamos mantenernos en contacto para volver a comprar algunas pinturas tuyas. — El pelinegro dijo, obteniendo una sonrisa por parte del rubio que mostró la mano para estrecharlo con la otra. — Soy Jiwoong. Kim Jiwoong. — Finalizó el hombre.

Hao siendo testigo el como estos dos parecían conectar miradas para nada inocentes.

Eso era genial, acababa de conocer a un nuevo socio de su amigo, que quizá lo detenga de seguir vendiendo sus cuadros en una página pirata.

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Ricky es mayor y más alto que Hao.