Renacer De Los Muertos - ZB1/Haobin

020: Plátano

020: "Plátano"

Hao se removió inquieto sintiendo hambre y ganas de ir al baño. Hanbin había estacionado a unos cuantos metros de lo que venía a ser una residencia lejana.

Los bandidos bajaron armados con Gyuvin y Yujin siendo sometidos a la fuerza (algo que enfureció a Sung) no se escuchaba lo que decían pero suponían que los llevarían adentro, así que así fue.

Gyu y Yu fueron adentrados a la enorme casa que tenía rejas por delante, los bandidos los siguieron por detrás.

— Te lo dije. No tenemos ningún plan. — Hao observó lo preocupado que Hanbin se encontraba. Así que empatizo, suspiró dispuesto a tratar de pensar en algo para sacarlos de ahí. — Si tan solo supiéramos que es lo que quieren.. al menos podríamos negociar.

— ¿Podríamos hacerlo? — Hanbin volteó enseguida, conectando la mirada con Hao que asintió. — Los he contado, son solo cinco personas.

— ¿Y si hay más dentro?

— No. Lo dudo mucho. — El azabache dijo seguro. — Mínimo debe haber cinco más.

— Hanbin, no nos podemos confiar.

— Cree en mí, Hao. — Sung suspiró. — Soy un policía y debo arriesgarme por mí herman..

Antes de que termine de hablar, un rugido por parte del estómago de Zhang se pudo escuchar.

Exacto, Hao tenía mucha hambre.

— Lo siento.

— Es natural no te disculpes. — Río Hanbin buscando algo liviano para dárselo a Hao, cuando encontró plátanos en la parte de atrás, enseguida se lo lanzó. — Come algo antes de entrar.

Sung tenía planeado ingresar con el arma que tenía, quizá Hao no tenga mucha fuerza pero si sabía que le iba muy bien en cubrir la espalda. Así que se encargaría de ayudarlo en cuanto ingresen.

Tal vez es un plan suicida, porque lo es, si lo es. No sabia que iba a suceder, sin embargo ahora solo quería que su hermano este bien.

Giró su mirada para ver a Hao si es que este ya había terminado de comer, pero lo que se encontró fue un escenario para nada inocente a su imaginación. Zhang comía el plátano de una manera lenta y delicada, más parecía que disfrutaba una paleta.

Tragó saliva.

No podía pensar así en estos momentos.

— Jamás.. jamás había visto a alguien comer así el plátano. — Soltó Bin.

— ¿Qué?

Sung no quitó su mirada de las acciones de Hao. Ambos conectaron miradas y de lo que pensó que sería un incómodo momento, fue sin duda muy tenso.

En el ambiente se hallaba la tensión.

Hao seguía comiendo el plátano observando cómodamente a Hanbin que volvió a tragar saliva, tratando de resistir las ansias de empujar al castaño sobre el respaldar del asiento y besarlo hasta quedar sin aliento.

Aunque claro, su mente también le mencionaba que no debía pensar en eso, que ahora mismo está en una emergencia en la que se encuentra su hermano. No...no debía pensar..

Zhang lamió la punta del nuevo plátano que tenía en manos. Y eso. Eso no había sido natural.

Lo había hecho apropósito.

¿O es solo su mente el que le juega una mala pasada?

Otra lamida.

Bien, basta de juegos. Hanbin se acercó con brusquedad empujando al castaño sobre el asiento para después llevar sus dos manos a los dos lados de la cabeza de Hao. — ¿Qué crees que estás haciendo? — Soltó el policía muy cerca del rostro ajeno.

— ¿Yo? — Hao se hizo el desentendido mientras ponía el plátano a un lado. En cuanto sus manos estuvieron libres, los acercó de imprevisto a los hombros del azabache.

Hanbin no dijo nada, solo se dejó llevar en cuanto la mano derecha del castaño se dirigió a su nuca para atraerlo a los labios delgados semiabiertos.

Sus labios se encontraron empezando un movimiento lento que lo llevaba a conocer la calidez de la cavidad de Hao, aquella lengüita que jugaba con la suya, el intercambio de salivas e incluso sus lindos gemidos agudos que empezó a soltar descaradamente.

Jamás pensó que Zhang Hao fuese tan atrevido.

El beso se torno un poco más salvaje y rápido, era algo que no está de más decir que lo excitaba, tanto que sintió su entrepierna doler.

Pero joder.. no es el momento.

Yujin puede estar en peligro y Hao parece ser esa prohibida tentación en la que no debes caer.

Mordió el labio inferior y al querer separarse, Zhang se lo impidió aún sosteniendo su nuca para atraerlo hacia el. Está vez, el castaño se encargó de liderar el beso húmedo que estaban compartiendo.

— Ha.. — El policía trato de separarse, lograr que esté suelte sus labios. — Hao. — Al fin pudo hacerlo en cuanto sus manos tomaron las contrarias para que sea soltado.

— Qué.

— ¿Qué se supone que estamos haciendo? — Hanbin sintió un escalofrío al ver una sonrisa burlona en los labios rojizos.

— Nos estamos besando.

— Eso lo sé. — No apartó su mirada de los labios del profesor. — Pero mí hermano me necesita ahora. — Cerró los ojos para irse para atrás. Lo menos que quería era seguir siendo tentado por el castaño.

— Una vez me dijeron que un beso puede quitar nervios y frustración. — Hao dijo reincorporandose en cuanto Hanbin regresó a su asiento. — Y además.. — Soltó un poco más serio. — Si vamos a entrar los dos, temo a no regresar con vida. Al menos debo dar mí último beso de despedida.

— ¿Beso de despedida? — Hanbin se burló, logrando reírse después de tanta frustración.

— Si, un bes.. — Zhang quiso seguir con lo que decía, pero notó algo extraño detrás del carro. — Oye Hanbin, ¿Por qué el auto de Jiwoong está detrás de nosotros?

Hanbin inmediatamente volteó hacia atrás para percatarse de que si, definitivamente había un carro detrás. Y muy parecido al de Jiwoong.

Se bajó de inmediato con Hao a su lado, sabían que era peligroso pero debían quitar sus dudas.

— Ah.. Gunwookie. — Soltó aliviado al ver al chico junto a Taerae y Hiroto. — Pensé que estaba alucinando.

— Si.. en la oscuridad es difícil mirar bien. — Gunwook buscó con la mirada a los bandidos. — ¿Y por qué se estacionaron aqui?

— Hay una casa más adelante, ahí metieron a Yujin y Gyuvin. — Hao respondió. — El plan de Hanbin es ingresar como si nada y solo causar alborotó. Por como el dedujo dice que dentro solo hay cinco personas, más lo que entraron, supongamos que hay diez.

Gunwook pareció pensarlo junto a Taerae que lo vió un tanto asustado, pero no le quedaba de otra.. observó a Bin conectando miradas, notó en el las ansias de ir pronto, así que asintió.

— Ya somos cinco, hagamos un buen espectáculo.

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Para cualquier lector (sean pocos o muchos) a pesar que no soy muy buena escribiendo, espero hayan disfrutado la primera parte de esta historia. 🥺 Les aseguro que cuando vuelva a actualizar vendré con más fuerza y un poco más de drama. Ya que esta parte fue mas sobre el inicio de los infectados; enmendare eso en unos próximos capítulos. Así que hasta que actualice, muchas gracias por leer hasta aquí.