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-dios Mateo, pero si parecés una nena- dijo Vainstein con una expresión burlona-

-pero si no tengo ropa boludo- Mateo estaba al borde de llorar. Y era irónico, porque Valentín lo ha visto hasta en pijama, pero ahora lo veía distinto-

-me das una bronca boludo- suspiró- pongas lo que te pongas te ves decente, hijo de puta. Yo me pongo un cualquier cosa parezco un viejo de ochenta años- Ambos empezaron a reir.

Cuando Mateo porfin había decidido el conjunto que iba a usar, se dió cuenta que iba 10 minutos tarde, y que más encima tenía que ir caminando al lugar- es que vos no sos más pelotudo porque el día sólo tiene 24 horas- Manuel lo arrastró prácticamente a la entrada- bien, ahora garchen y tengan hijos.- dijo el de pelo corto, sacándolo de su propia casa con un empujón, y cerrándole la puerta en la cara. Mateo suspiró y empezó a correr hacia el lugar de encuentro, esperando no llegar tan tarde.




-ya Valen, no la podés cagar ahora- Daniel le había prestado a Valentín un earpod para que estén en contacto durante la "cita", y éste estaba en el baño del mismo lugar-

-siento que esto es sacado de una película barata- dijo Valentín mirando el earpod- además, Mateo me invitó a mí, se supone que él debió haber llegado primero-

-pero vos sabés que a Mateo le falla- susurró, viendo a Valentín desde el baño- y vos sin mi te morís, la cagarías otra ves- vió como Mateo llegaba a la cafetería acordada jadeando, como si hubiera corrido una maratón- ¡llegó Mateo boludo!

-que mierd-

-hola Valen- dijo Palacios agitado- perdón por la demora, se me pasó-

Oliva se le quedó mirando entre embobado y como en shook, pasaron ya varios segundos así y el morocho empezó a sentirse incómodo por la mirada que recibía.

-pero hablá pelotudo- susurró Ribba alterado-

-eh.. hola Mateo- balbuceó-

Mateo le sonrió, para después sentarse. Al principio, sorprendentemente hablaron bastante normal, se contaron cosas nuevas que les había pasado, por ejemplo; la amistad de Mateo y Manuel, y la de Valentín y Daniel.

-ok Valen, esta es lejos la cita más aburrida que he presenciado- murmuró Daniel después de un rato-tenés que halagarlo y coquetearle-

-¿y cómo mierda voy a halagarlo?- dijo el ojiazul viendo como su cita veía el menú-

-decíle que te gusta como se ve su ropa, que se yo-

-es que ni en pedo boludo, que vergüenza, vení vos a decirle eso-

-pero si su cita sos vos pelotudo-

-siento que se vería muy-

-Valen, ¿estás bien?-

-¡claro! No te preocupes- dijo nervioso el ojiazul mientras escuchaba como el rubio soltaba una carcajada desde la otra línea-

-ok- dijo dudando- voy al baño, ahora vengo-

Tanto Valentín como Daniel palidecieron. Esperó a que Mateo saliera de su campo de vista- ¡escondete, te van a pillar!

Daniel, puteando absolutamente todo lo que veía, se escondió en el único cubículo. Empezó a sudar cuando escuchó los pasos de Mateo acercándose.

-hola, ¿hay alguien acá?- preguntó, tocando la puerta-

Daniel sabía que si hablaba, le iba a reconocer la voz, porque aunque no sean muy amigos, si se han hablado un par de veces. Asi que hizo lo mejor que se le ocurrió; hacer sonidos de pedos.

-voy a entrar- avisó Mateo al no escuchar ningún sonido dentro del cubículo, pero se detuvo al escuchar unos sonidos.. bueno, un poco perturbadores. Miró incómodo hacia el suelo- perdón por las molestias- dijo un poco perturbado, saliendo del baño-

Ribba suspiró, sintiendo el alma volver a su cuerpo, mientras escuchaba a Oliva cagarse de risa, pues había escuchado todo.

Mateo se volvió a sentar frente a Valentín- ¿cómo te fue?- preguntó el ojiazul, al no saber que decir. Mateo lo miró un poco extrañado, y sintió un golpe por la otra línea, que apostaría a que era Daniel golpeándose la frente.

-¿que querés que te diga? "Ay re bien Valen, me pegué el cagón de mi vida"- dijo amablemente Daniel y Valentín lo puteo mentalmente.

-supongo que bien- dijo Mateo riéndose- bueno no tanto, no pude cagar, había alguien dentro, y podría apostar que estaba más urgido que yo- se rieron varios segundos. Valentín disimuladamente veía la risa de Mateo, y Mateo veía la de Valentín, y pensaron que nunca habían visto una risa mas linda en sus vidas.

Cuando había llegado la comida, Valentín notó que Mateo tocaba su oreja, más de lo normal.

-si fueras helado, te comería hasta el palo- balbuceó Palacios de la nada. Al pasar los segundos Valentín se ponía cada ves más rojo, Daniel reía emocionado, y Mateo cayó en cuenta de lo que había dicho- ¡quiero decir!- se apresuró en decir, hiso una pausa- Me gustaría ser tu pijama para acostarme contigo- volvió a balbucear, tocándose la oreja.

Daniel ahora reía con ganas, Mateo se tapaba la cara con las manos al darse cuenta de lo que había dicho nuevamente.

Valentín lo miró, aparte de sonrojado, con ternura, y empezó a reír. Mateo lo vió aterrado, pensando que se estaba burlando de él, y que nunca más iba a querer ser su amigo, y que iba a conseguir a alguien más porque Mateo era un pelotudo, y que iba a morir solo.. bueno, quizás estaba exagerando.

Al pasar los segundos, Valentín seguía riéndose, y Mateo le siguió, pues su risa era contagiosa.

La cita siguió así, entre risas, sonrojos y anécdotas. Pero ambos trataban de no hacerlo tan distinto a sus anteriores encuentros, los cuales en ese tiempo no tenían sentimientos de por medio. La confianza en decir groserías o cualquier cosa no se había ido, ya que después de todo, si esa relación llegara a funcionar o no, nunca dejarían de ser los mejores amigos; el tranquilo y el problemático.

Ya habían pasado varias horas, quedando solo ellos en el local, se podía ver a los empleados con cara de orto esperando a que se vayan para irse a sus casas. Daniel había apagado su earpod un tiempo, para darles un poco de privacidad, y lo habían expulsado del baño, ya que llevaba tres horas ahí metido, asi que disimuladamente salió del local, procurando no ser visto por los tórtolos. Igual éste se encontraba sentado unas sillas afuera, ya que no pensaba dejar solo a su amigo.

Cuando llegó el dueño del local para avisarles que tenían que irse, pagaron y se fueron, entre risas tontas.

Ahora Valentín y Mateo se encontraban afuera del local, viendo como el cielo empezaba a teñirse de colores pasteles, como rosa y naranja.

Pasaron unos minutos así, hasta que Mateo, nerviosamente y un poco brusco, volteó a Valentín y lo chapó. El beso fue casto pero largo- gracias por venir, la pasé genial- dijo Mateo aún nervioso separándose del ojiazul, mirando al suelo. Luego se fue corriendo, ya que no podía estar más tiempo ahí.

Valentín, sorprendido a más no poder, se tocó el labio y sonrió bobamente, caminando en dirección contraria a la que se había ido Mateo.

Daniel sonrió orgulloso y con ternura, sabía que Mateo era un buen pibe, y que algún día, cuando dejaran de hacerse los boludos, podría hacer a su amigo muy feliz.

Y bueno, un Manuel escondido al igual que Daniel, también sonreía, era extraño que no se hubieran visto, si estuvieron prácticamente toda la cita viendo a sus amigos y ayudándoles a no cagarla. Apagó su earpod y sonrió, orgulloso de su amigo.



1250 palabraaaassss nunca pensé que podría llegar a tanto xd creo que este cap es el que más me gustó, ya que andaba inspirada. Osea, pusieron tusa.. como no cebarse y escribirse un capitulón así.

Problemático; truewosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora