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-y entonces lo chapé.

Le susurraba Mateo a Manuel mientras la profesora de matemática hacía problemas en el pizarrón.

-ojalá pudiera ser como vos, yo a Daniel no le he hablado nunca en mi vida.

-bueno, como Vainstein y Palacios están conversando, podría suponer que eso es más interesante que mi clase, esperaré a que se callen para continuar-

Tanto Manuel como Mateo pusieron cara de orto, mientras sentían la mirada de todo el salón. Manuel comenzó a anotar los problemas en su cuaderno y Mateo le daba miradas a todos tipo "qué mirás".

La profesora siguió explicando y todo el salón se puso a hablar con quién tuvieran cerca- al parecer no le dieron anoche- dijo Manuel sin dejar de escribir en su cuaderno-

Mateo mandó a la mierda el lápiz- vieja de mierda- murmuró. Ese día al parecer todo el mundo estaba en su contra, ya que justo cuando había dicho eso, todos se callaron, y por ende la profesora lo escuchó.

-Palacios, a la dirección- dijo no tan alterada la anciana, pues no era la primera vez que pasaba-





-...-

Cuando Mateo debió ir a la dirección, fue al baño, pues le daba flojera ir y que le digan el mismo discurso que todas las semanas. Todo iba bien, hasta que llegó al baño y encontró a Valentín lavándose las manos.

Llevaban ya como cinco minutos sin hablar, mirando el suelo o la pared.

-espero que el beso no te haya molestado- murmuró Palacios, rompiendo el silencio. Valentín se sentía incapaz de responder eso, sin saber el porqué. Mateo al no recibir respuesta, se desilusionó un poco- creo.. que debería irme- dijo abriendo la puerta.

Valentín se sentía incapaz de hablar, por lo tanto no halló otra forma de detener a Mateo, asi que lo chapó.

El chape, a diferencia del anterior, éste fue más desesperado. Al principio Mateo no correspondía por la impresión, por esto Valentín se sintió un poco mal, él no quería obligarlo a hacer nada; se hubiera separado si no fuera porque Mateo lo abrazó por los hombros, dándole más intensidad al beso.

Luego de unos minutos, se separaron- ¿eso responde tu duda?- preguntó Valen jadeando a escasos centímetros del otro, haciendo rozar sus narices-

-creo que no me quedó muy claro, ¿podés volver a explicarme?-
preguntó con una sonrisa pícara.

Bueno, al final Valentín y Mateo terminaron chapando todo lo que restaba de clases, y Mateo olvidó que tenía que ir a dirección.





-este sí que es un hijo de puta-Manuel no había visto más a Mateo lo que sobró de matemática; fue a los lugares en los que Mateo solía estar, y no lo encontró, lo cual era muy raro ya que básicamente los lugares en los que acostumbraba a estar Mateo era la dirección, ya que era muy problemático, y la cancha de fútbol porque hace poco encontró su don para ese deporte.

Manuel nunca fue muy sociable, ya que piensa que si deja a mucha gente entrar en su vida, hay más probabilidades de que lo lastimen. Básicamente su único amigo del colegio era Mateo, así que tampoco tenía a alguien más a quién recurrir.

-¡Hey, vos!

Se giró con un poco de desagrado, ya que a él le gustaba pasar desapercibido, para que nadie le hable para hincharle las pelotas. Todo pensamiento fue borrado al ver de quién se trataba; Daniel Ribba, alias su crush de hace dos años.

-¿has visto a Valentín por casualidad?- Manuel se le quedó mirando sin saber que hacer. Daniel al no obtener respuesta continuó- es alto, ojos azules, medio feo, teñido, tiene una nariz particular-

-ahm.. c-creo que si lo co-conozco- se puteó en cinco idiomas por tartamudear, ahora de seguro su crush pensará que es un pelotudo-

-piola, ¿sabés donde está?-

-ahm.. n-no realmente- suspiró intentando relajarse y no verse tan estúpido- de hecho y-yo también es-estaba buscando a Mateo-

Daniel puso cara pensativa, luego de unos segundos cambió su expresión a una más pícara- creo que ya sé que pasa acá. Están garchando o algo así-

Vainstein se dio un facepalm mental, ¿cómo no había pensado eso antes? Ahora tendría que irse solo a casa, ya que Mateo cuando no se iba con Valentín lo acompañaba a él.

-¿querés que te acompañe a tu casa?- como si Daniel hubiera leído sus pensamientos le preguntó.

Ahora el pobre Manuel tenía su corazón a mil por hora, nunca había pasado por una situación así-

-ahm.. c-claro..





Volviendo con nuestros protagonistas, Mateo y Valentín salieron del baño arreglándose las corbatas y la camisa; un poco más y garchaban ahí mismo.

-ehm.. ¿querés que te acompañe a tu casa?- preguntó Valentín en la salida del colegio.

-creo que tengo que ir con Manuel- justo le llegó un mensaje del antes mencionado diciéndole que ya había llegado a su casa y lo puteó por dejarlo solo por chapar con Valentín- olvidalo, vámonos-

Comenzaron a caminar hacia la casa del morocho. Valentín pensó seriamente en si agarrar la mano de Mateo, igual pensó que podría ser muy rápido, pero mandó a la mierda todo y la agarró igual. Mateo al contrario de haberlo rechazado, entrelazó sus dedos con los de Valentín, creando un ambiente agradable y un silencio cómodo.

Al llegar, Mateo soltó la mano de Valentín y tocó la puerta. Cuando Pedro le abrió saludó a Valentín y le dió un abrazo a Mateo.

-podés pasar si querés Valentín-propuso Peligro.

-no es necesario, me están esperando en mi casa-

-bueno, andá con cuidado- dijo Pedro llendo a la cocina y desapareciendo de su campo de visión.

Ahora el ojiazul y el morocho quedaron en la entrada sin saber como despedirse. Normalmente se hubieran abrazado, pero ahora era distinto. Ahora fue Mateo quién dió el primer paso, le dió un beso en la mejilla y le sonrió tiernamente. Valentín le sonrió enternecido de vuelta y se fue.


Ahora empezarán los problemas:). Qué, ¿pensaban que todo era rosita con arcoíris? pues nOOO.

Problemático; truewosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora