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Oliva por donde mirara no encontraba nada, solo calles que desconocía. Alcanzó a ver como el celular de Mateo aparecía la manzanita de Apple, indicándole que su celular se había apagado.

Realmente estaban perdidos.

Intentó mucho tiempo hacer reaccionar a Mateo, pero éste no daba señal alguna de que estaba bien, y la preocupación de Oliva crecía cada vez más.

En eso escucha el sonido de un auto acercándose.

Lo que no era un auto, era una van, Valentín realmente quería pedirles ayuda, pero su condición tampoco era la más favorable, sentía como si en cualquier momento se fuese a desmayar.

Esta van los pasó de largo, haciendo que Valentín perdiera toda esperanza.

-¡PERO PARÁ PAULO! ¡¿QUE NO VES AL PIBE MORIBUNDO DE ALLÁ?!

-¡PERO NO ME GRITES MAURO LA RE CONCHA DE TU MADRE!

La van comenzó a retroceder a donde estaban Mateo y Valentín, en eso sale un pibe con la cara tatuada.

-che, ¿vos y tu amigo están bien?

-pregunta pelotuda Mauro- se escuchó que le gritaban dentro de la van.

Ahora salió otro pibe, éste tenía el pelo rubio revuelto y unos bonitos ojos.

-¿te ayudamos amigo?- dijo el rubio.

A Valentín, como a todos siempre le enseñaron que no debía hablar con extraños, y menos recibir algo de ellos, pero ahora su condición era lamentable, asi que no le veía otra opción.

Valentín asintió, se sentía muy cansado como para hablar.

Salieron dos pibes más de la van, uno tenía el pelo blanco y tenía los ojos verdes, el otro tenía el pelo corto y un tatuaje en el cuello que decía "Freestyle".

Uno cargo a Mateo inconsciente y lo puso dentro de la van, el otro ayudó a Valentín a pararse, hizo que se apoyara en sus hombros y caminaron hacia el vehículo.

-naa pero si éste pibe está muerto- dijo el de ojos verdes mirando a Mateo, Valentín lo miró horrorizado.

-callate Mauro que asustás al nene- dijo otro reprochándolo.

Valentín no entendía ¿habían dos Mauro?

-no está muerto tranquilo, nada que no pueda arreglar la Juli-continuó- el burro este es Mauro, el tatuado cara de drogadicto se llama Mauro también pero vos podés decirle Duko, la rubia cara de nena es Paulo, y yo soy Ignacio, decime Nacho.

-o el eckonomia- dijo el tal Paulo, quién conducía por un lugar que desconocía.

Los otros siguieron hablando y discutiendo por temas que Oliva no entendía, quién aprovechó de dormirse, pues le dolía mucho la cabeza y todo el cuerpo en general, seguramente amanecería con muchos moretones mañana.





Oliva despertó en un sillón, que obviamente nunca había visto. Sentía un dolor de cuerpo terrible, y vió como tenía varias vendas alrededor de su cuerpo.

Ve como un pibe de ojos verdes bajaba la escalera, quién Valentín no recordaba el nombre.

-despertaste amigo, ¿cómo estás?

Problemático; truewosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora