Rojo Oscuro (Trilogía Fantasma libro 1)

Capítulo 2

_No sé qué es más deprimente, que a ti te asuste hablar con tu compañera de trabajo, o que la escuela gaste tiempo en hacer una reunión anti-drogas, con chicos que seguramente entrarán drogados.

Caroline no había parado de quejarse de la reunión pautada exactamente sobre la hora de su clase de Grecolatina, su materia favorita y eso la tenía particularmente irritada.

_Por cierto ¿Qué es ese horrible tono azul que traes, pareces un hospital?_ continuo Caroline.

Let miro sus vaqueros azul claro y su camiseta azul claro, tenía que admitir que era el mismo tono de azul que usaban en los cuartos de hospitales para bebés.

_En mi defensa es un color agradable y no seas tan insensible, un chico murió ayer_ le dijo Let.

Ambas caminaban perezosamente por el pasillo hasta el estadio de futbol. Las gradas eran suficientemente extensas para albergar a todos los estudiantes, los cuales al igual que ellas, caminaban sin muchas ganas de ir a la reunión.

_Mucha gente va a seguir muriendo de sobredosis, esta reunión no va a cambiar nada, pero ¿sabes qué si va a cambiar algo?_ aventuro Caroline deteniéndose a mitad del pasillo y obligando a Let detenerse junto a ella.

Los chicos seguían avanzando con la tarea de esquivarlas. Let jamás se hubiera detenido a mitad de un pasillo lleno de chicos, que solo refunfuñarían porque tendrían que dar pasos extras para evitar chocar con ella, pero Caroline tenía la delicadeza de un diamante, y como tal, le gustaba ser notada.

_ ¿Qué?_ espeto Let sujetando incomoda las correas de su mochila.

_Que Joana "sexy" Valera viene caminando directamente hacia acá.

Caroline miraba sobre el hombro de Let y la pelirroja no se atrevió a voltear. Quería pensar que su amiga solo trataba de asustarla pero sus mejillas se encendieron cuando escucho la voz de Joana llamarla y materializarse a su lado.

_ ¿Eres Scarlet Gabriel no?_ pregunto Joana y Let asintió.

Joana vestía una camiseta negra, con el estampado de la cabeza de una cebra con un moño rojo en su cuello. Solo Joana podía llevar algo tan ridículo y parecer que fuera el último grito de la moda.

_Te estuve buscando ayer, hay que comenzar con el trabajo de literatura ¿Nos vemos después de clases?

Let se aclaró la garganta, notaba el calor en sus mejillas y la apenaba, aun así levanto el rostro para mirarla y responderle.

Joana era tan alta como Caroline, así que tuvo que mantener el mentón arriba para mirarla a los ojos.

Eran tan negros que no parecían tener pupila. Let jamás había tenido a Joana tan cerca, ni siquiera había hablado con ella antes, y esa vez pudo notar, que de hecho Joana no tenía ni una sola gota de maquillaje en el rostro.

Let se sintió gratamente sorprendida por eso. Era como si Joana pudiera ser la persona más transparente del mundo.

_ ¿Entonces?_ pregunto ella y Let fue vagamente consciente de que la chica más popular de la escuela esperaba su respuesta.

_Sí_ fue lo único que logro articular.

Joana la miro con el ceño fruncido y trato de que su malestar no se le notara. Lo último que quería era que el profesor Tomblot la emparejara con una tonta.

Joana dio por terminada su conversación y dirigió sus ojos a Caroline.

_ ¿Cómo sigues de la caída?_ le pregunto.

_Mejor, ya no me duele nada.

_Eso es genial. Nos vemos en la próxima práctica_ Joana giro para unirse al mar de alumnos que iba al campo, pero se detuvo como si de pronto hubiera recordado algo importante y sus ojos se centraron en Let _Y Scarlet, no llegues tarde_ fue lo último que dijo antes de marcharse.

Caroline comenzó a reír mientras rodeaba con su brazo derecho a su amiga medio la arrastrándola hacia el campo.

_Al parecer tu puntualidad es legendaria_ bufo Caroline.

_Deja de molestar_ vocifero Let sacudiéndose el brazo de su amiga _ ¿Y desde cuando eres amiga de Joana?

_El director la castigo junto con otros chicos, están pintando y limpiando las gradas del campo de futbol casi que todos los días, recuerda que las prácticas de las porristas son allí. Otra razón más para unirte, verás a Joana en todas las prácticas.

Caroline no había dejado nunca de tratar de convencerla para que se uniera al equipo de animadoras con ella, pero notablemente estaba haciendo un pésimo trabajo.

_No me gusta ella de esa forma_ aseguro Let.

_A todo el mundo le gusta Joana de esa forma. Aunque sinceramente esa chica tiene algo raro.

Salieron del edificio hacia el campo de futbol que se extendía hasta donde la vista alcanzaba. Las gradas eran repartidas a lo largo del campo y Let sintió pena por Joana, le tomará todo el año limpiar todo eso.

Inconscientemente estuvo buscando con la mirada la piel oscura de Olivia, capitana del equipo de natación, portadora del record de la escuela y con una beca universitaria ya garantizada, la Chica Pez.

La encontró en las gradas más altas, inclinándose a un lado para escuchar con más atención lo que le decía Joana. Ambas parecían ser la representación perfecta del yin y el yang. Refunfuño en su interior mientras Caroline tiraba de ella para tratar de encontrar asientos disponibles. Let pensó que solo ella se fijaba en las chicas más inalcanzables de la escuela.

La reunión antidroga fue tan insulsa como Caroline le había dicho. Era como si a nadie le importara que un chico haya muerto justo el día anterior de sobredosis, incluso parecía que eso no había pasado.

El vocero de la reunión era el profesor de química avanzada, tan larguirucho que cuando caminaba por los pasillo se escuchaba ecos de voces diciendo fideo químico. No inspiraba el suficiente temor como para controlar un salón, mucho menos para controlar toda la escuela. A su lado estaba el director, tan ausente y poco interesado como todos.

Pero después de un par de minutos Let noto que estaba tan concentrado que su frente comenzaba a brillar por el sudor, miraba las gradas con tanta atención que a Let comenzó a incomodarle y eso que no la miraba a ella. No dijo nada siguió su mirada y noto que si había alguien más incómoda que ella.

Joana se retorcía en su asiento como si quisiera ir al baño y trataba de mirar a todos lados menos hacia el frente. Cuando la reunión termino salió disparada de su asiento y bajo las gradas antes que cualquiera pudiera procesar el hecho de que ya podían levantarse.

Los chicos comenzaron a llenar los espacios como una marea que se dirigía hacia el edificio de la escuela. Y por un momento Let creyó ver que el director perseguía a Joana.