Capítulo 5 | Extraña Reunión

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Han pasado varios días desde que Ariel logró asustarme, apareciendo en mi cama por razones misteriosas

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Han pasado varios días desde que Ariel logró asustarme, apareciendo en mi cama por razones misteriosas. Es un ángel, ya lo demostró al lanzarse por la ventana y desaparecer mágicamente, pero ¿no se supone que son invisibles ante el ojo humano? Luego de aquella visita inesperada todo continuó muy normal, nada raro ha ocurrido, no he escuchado de nuevo esas voces, no he ido hacia aquel árbol -portal interdimensional- y no he sentido sensaciones escalofriantes. Todo se siente de una forma tan pacíficamente sospechoso, como si en cualquier momento algo muy malo podría ocurrir, como si estuviese en unas vacaciones temporales para luego lidiar con problemas sobrenaturales de nuevo. Estos días he empezado a sentir una enorme ansiedad, como si estuviese esperando que algo venga pero sé que nada vendrá.

Las cosas se están poniendo extrañas.

He estado teniendo exámenes, exposiciones, trabajos, presentación y demás, lo que me distrae, así que no pienso mucho en aquel chico de cabello platinado y en esa otra dimensión. Jeff, Paris y yo encontramos un sitio nuevo donde vernos, es una vieja casa del árbol cerca de esa caballa antigua que visitamos el otro día -el día en que descubrí aquel árbol exótico-, allí solemos platicar desde nuestros problemas personales, hasta historias bastante tétricas que nos hayan pasado; el ambiente de aquel lugar ayuda un montón.

Hay una antigua leyenda; contada por las personas habitantes del bosque, que hace unos doce años en esa cabaña abandonada moraba una familia, una madre y sus dos hijos. La niña jugaba en esa misma casita del árbol junto a su hermano, pero un día de esos tuvo un accidente en el cual cayó desde lo más alto dándose un fuerte golpe en la cabeza que acabó con su vida. La madre de los niños quedó traumatizada y desarrolló una muy grave depresión; haciéndola incapaz de cuidar a su único hijo, y provocando que la internasen en un hospital psiquiátrico. El niño, por no tener más familia quien le cuidase, fue a un orfanato. Se dice que el padre de ambos niños nunca se hizo responsable por lo que no se dio a conocer. Entonces ambos niños no tenían un padre, al igual que yo. Como en toda leyenda paranormal, para asustar a los que exploran los alrededores del bosque, siempre dicen que el espíritu de la pequeña ronda por esos lados.

Estoy sentada frente a una de las mesas en el salón de clases, me encuentro sola ya que la jornada de clases ha acabado. ¿Pero qué hago aquí si ya se terminaron las clases el día de hoy? Pues espero a Alexandre, sí, a ese chico. ¿Que para qué lo espero? He olvidado mencionar que cursamos la misma carrera, casualmente. Nos correspondió hacer un trabajo en pareja acerca de investigar sobre algún asesino serial, sus crímenes, vida, etcétera. Así que le espero para que lleguemos a un acuerdo de a quién investigaremos.

Reviso la hora en mi celular, son las seis y media de la tarde. Alexandre me dijo que vendría a las seis en punto, mentiroso ése. Quizás ya deba irme si no quiero que me saque el conserje, las instalaciones cierran sus puertas justo a las siete. Me levanto tomando mi mochila y colocándole sobre mi espalda para luego salir del salón, y caminar hacia la salida de la gran universidad. Alexandre y yo habíamos quedado en un acuerdo, nos veríamos en el salón de clases después que terminase la jornada el día de hoy, ya que según él, otros días no estará disponible.

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