Capítulo 1. Un Barco en una Pintura

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En un edificio donde reclutaban a niños mayores de edad para el ejército, estaba Edmund.

- ¿Seguro que tienes 18 años? – le pregunto el hombre sentado en la mesa frente a él.

- Sí, ¿Por qué? ¿parezco mayor? – pregunto Edmund.

El hombre estiro su mano y Edmund le dio su carnet de identidad.

- ¿Alberta Scrubb? – pregunto el hombre al ver el nombre en la identificación.

- Es un error ortográfico, debieron escribir Albert. A Scrubb – respondió Ed.

- ¡Edmund! ¿no ibas a ayudarme con la compra? – pregunto Lucy apareciendo en el umbral de la puerta.

Edmund bufó, tomo su NO identificación y fue hacia Lucy, no sin antes un muchacho en la fila lo empujara del hombro y le dijera:

- Más suerte la próxima vez niño.


- ¿Niño? – se quejaba Edmund afuera del edificio ayudando a Lucy con las compras – si era dos años mayor que yo, soy un rey, he peleado en batallas y dirigido tropas.

- No en este mundo – respondió Lucy.

- Aquí, en cambio, debo pelear con Eustace Clarence Scrubb, si es que alguien se merece ese nombre – dijo Edmund.

Lucy le prestaba la menor atención, ya que estaba muy ocupada viendo hacia una pareja de jóvenes, el chico le hablaba a la chica y esta se colocó un mechón detrás de su oreja. Lucy hizo lo mismo, y Edmund lo noto.

- ¿Qué haces? – pregunto él.

- Nada – respondió ella rápidamente y empezaron a caminar a la casa.

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- ¡Hola, ya llegamos! – grito Lucy cuando llegaron a casa de sus tíos – hola tío Harold, intentamos comprar zanahorias pero solo había nabos, así que tuvimos que comprar eso. ¿Quieres que haga la sopa ya? – pregunto Lucy a su tío, aunque parecía que estaba hablando sola.

Edmund, al ver que su tío no prestaba atención a nada a parte de su periódico, le empezó a hacer muecas.

- Padre – dijo Eustace al bajar la escalera – Edmund se burla de ti – y lanzo una bola con saliva al cuello de Edmund.

- Eres un... - y corrió escalera arriba dispuesto a golpear a su primo.

- ¡Padre, quiere golpearme! – grito Eustace empezando a correr.

- ¡Edmund mira! – grito Lucy deteniendo el andar del contrario al instante - ¡es una carta de Susan!

Y así rápidamente los dos subieron las escaleras directo a la habitación de Lucy donde podrían leer la carta en paz. Se sentaron en la cama y Lucy empezó a leer.

- "Desearía que estuvieran con nosotros, ha sido una gran aventura, pero nada comparado con nuestros días en Narnia. América es muy emocionante, pero casi nunca vemos a nuestro padre, trabaja todo el tiempo. Peter sigue mal desde su despedida con... "ustedes saben quién", y debo confesar, que yo también extraño a su hermano. Ustedes deben saber de quienes hablo. Intento animarme paseando y visitando la ciudad, y Peter en Londres se pasa los días leyendo libros importantes para mantener su mente ocupada, pero a veces parece que no hay escapatoria. Pero al menos utilizamos nuestro tiempo al aire libre o leyendo y no encerrados en nuestras habitaciones.

- Pero cambiando de tema a algo más alegre: fui invitada a tomar el té con el consulado británico por un oficial naval, confieso que es muy guapo, no tanto como Caspian, creo, pero sí creo que le gusto" – mientras Lucy leía en voz alta, Edmund se levantó y observo un cuadro en la pared de la habitación – "Parece que los Alemanes han hecho difícil cruzar el océano, son tiempos duros, no voy a mentirles, mamá espera que puedan pasar unos meses más en Cambridge" – al escuchar eso Edmund giró de golpe a Lucy.

NARNIA: La Princesa Del Viajero Del AlbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora