NARNIA: La Princesa Del Viajero Del Alba

Capítulo 9. La Isla del Tesoro

Al día siguiente, el vigía despertó a todo el barco gritando que había tierra a la vista. Ahora mismo los reyes y reinas de Narnia junto a su compañía se encontraban en barcas hiendo a dicha isla

- Dudo que los lores hallan hecho una parada aquí majestades, se ve desolada – expuso Reepicheep.

- Bien, cuando bajemos ve junto a tus hombres a buscar agua y comida – ordeno Caspian – nosotros seis iremos a averiguar – dijo el rey refiriéndose específicamente a él, los cuatro reyes y su hermana.

- Querrás decir nosotros siete – dijo Eustace. Todos voltearon a mirarlo como si estuviera loco – por favor, no vuelvan a dejarme solo con la rata.

- ¡Te escuche! – grito Reep desde el otro bote donde estaba.

- Irritante – dijo Eustace por lo bajo.

- ¡También escuche eso! – grito Reep otra vez, haciendo que todos riéramos.

- No sé si llevaras al niño o no pero, ¿no serían siete conmigo? – dijo Primus a Caspian.

- Por esta vez quiero que vallas con el grupo de Reep, nos reuniremos al final del día – le dijo Caspian, el rubio asintió, sabía bien porque Caspian lo había mandado con el segundo grupo.

Una vez que todos desembarcaron se dispusieron a explorar la isla.

- Miren – dijo Susan apuntando a un agujero con una cuerda para bajar por el – creo que no somos los primeros en pisar la isla.

- ¿Los lores? – pregunto Edmund.

- Puede ser – respondió Caspian inspeccionando el agujero.

Gálatas tiro una piedra por el agujero y esta tardo unos minutos en caer al fondo.

- ¿Qué creen que haya ahí abajo? – pregunto.

- Lo vamos a averiguar – dijo Peter.

Todos fueron bajando de uno en uno hasta que los seis estuvieron dentro de la cueva.

Ya en el fondo, descubrieron un lago relativamente profundo, y en el fondo de este, una estatua de oro.

- ¿Qué es eso? – pregunto Caspian admirando el objeto.

- No lo sé – dijo Edmund.

- Parece... oro – dijo Gálatas hincándose en el suelo.

- Una estatua de oro – dijo Lucy.

Peter tomo un palo que estaba ahí tirado y lo metió en el agua, este inmediatamente empezó a convertirse en oro también. Enseguida el rubio tiro el palo al agua antes de que el oro llegara a su mano.

- Debió caerse – dijo Susan mirando al agua.

- Pobre hombre – dijo Lucy.

- Dirás pobre Lord – dijo Edmund.

- El blasón de Lord Restimar – dijo Caspian.

- Y su espada – dijo Gálatas al notar que había una espada a un lado del hombre.

- La necesitamos – dijo Peter.

Edmund desenvaino su espada e intento tomar la del Lord.

- Ten cuidado Edmund – dijo Gálatas.

- Tú espada no se convirtió en oro – dijo Lucy al ver que Edmund metía su espada y al sacarla junto a la del Lord, ambas seguían siendo iguales.