Capítulo 13. Mucho más Álla.

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- ¿Cómo fue... cuando Aslan te transformo en niño otra vez? – pregunto Gálatas a Eustace.

Los Pevensie, su primo, los hermanos de Telmar, Reep y Primus iban en un bote rumbo al país de Aslan.

- Él... se acercó a mí y... empezó a rascar la arena y sentí como si, me arrancara la piel. Pero era un dolor agradable, como cuando te quitas una espina del pie – narró Eustace lo ocurrido – haber sido dragón no fue tan malo ¿saben? Fui mejor dragón que persona. Siento haber sido una molestia para todos.

- Tranquilo Eustace, fuiste un excelente dragón – dijo Edmund provocando las risas de todos.

- Amigos, hemos llegado – dijo Reep.

Era hermoso e increíble. Era una inmensa playa de arena pero al otro lado de ella, había una interminable ola, que no golpeaba contra la costa ni se movía.

Al llegar a tierra desembarcamos y nos acercamos a dicha ola. Antes de llegar a ella, Eustace llamo nuestra atención.

- Aslan – dijo y todos volteamos hacia donde él miraba.

- Bienvenidos niños. Lo hicieron bien, realmente bien. Llegaron lejos en su viaje, pero lamentablemente ha llegado a su fin – elogio el león.

- ¿Este es tu país? – pregunto Lucy.

- No. Mi país está más allá – respondió el león señalando la gran ola.

- ¿Está nuestro padre en tu país? – pregunto Caspian tomando la mano de Gal.

- Eso solo pueden averiguarlo ustedes – dijo el león – pero deben saber que si continúan, ya no habrá vuelta atrás.

Caspian giro hacia su hermana, la cual le sonrió amable y soltó su mano dándole a entender que ese era un asunto que debía resolver solo.

Caspian se acercó a la gran ola. En los ojos de la chica que lo ama había miedo, así que Gálatas le tomo la mano a Susan dándole ánimos, aunque en el fondo ella misma tuviese miedo de ver partir a su hermano.

El rey Caspian metió la mano pero luego de unos segundos la saco, se dio la vuelta hacia sus amigos y familia y les dijo:

- He pasado la vida añorando lo que perdí, pero nunca lo que recibí. Mi padre no sentiría orgullo si abandonara todo por lo que él dio la vida. Me otorgo un trono, un pueblo – al escuchar sus palabras, su hermana solo pudo sonreír orgullosa. Caspian se acercó a Aslan y le dijo – prometo ser un mejor rey.

- Ya lo eres – le contesto el gran león – niños.

- Ya es hora – dijo Peter – hay que volver a casa.

- Pero tú amas este lugar – le dijo Gálatas a su amado rey.

- Así es, pero también amo mi hogar, amo a mis padres y ellos aún nos necesitan – declaro Peter.

Reep llamo la atención de todos al acercarse con paso decidido a Aslan.

- Desde que tengo uso de razón, he soñado con ver su gran nación. He vivido grandes aventuras en Narnia, pero nada que se compare a mi deseo – declaro el pequeño pero gran caballero – sé que no soy digno pero, con su permiso, entregaría mi espada ahora con la dicha de ver su gran nación.

- Mi nación está hecha para nobles corazones como el tuyo, no importa cuán pequeño sea su portador – declaro el león.

- Majestad – dijo Reep haciendo una reverencia.

NARNIA: La Princesa Del Viajero Del AlbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora